News Argentina

jueves 17 de julio, 2008
PINTA
conquistó Nueva York
por Marcela Costa Peuser, enviada especial
PINTA
 

Cerró sus puertas la primera edición de PINTA, feria de arte contemporáneo latinoamericano en la ciudad de Nueva York.

Fotos: Pablo Corradi

Cerró sus puertas la primera edición de PINTA, feria de arte contemporáneo latinoamericano en la ciudad de Nueva York. La feria que se realizó en el Metropolitan Pavillon del barrio de Chelsea conquistó todas las metas soñadas por sus organizadores.

Una feria que se caracterizó por un montaje espacioso y equilibrado y la elevada calidad de las obras que presentaron las treinta y cuatro galerí­as participantes, muchas de ellas con verdaderas piezas de museo y que contó con la concurrencia de un público conocedor y con un excelente nivel de ventas que alcanzó los cinco millones de dólares en cuatro dí­as de feria. La noche de la inauguración se convirtió en un verdadero encuentro de quienes, de una manera u otra, están comprometidos con el devenir del arte del continente, los directores de los museos de arte latinoamericano, curadores y coleccionistas mas importantes se dieron cita allí­.
"A big event in a small package", así­ la calificó Holland Cotter, el influyente crí­tico de arte del New York Times en la importante nota que le dedicó al encuentro, en la que comenta que el mundo del arte de esta ciudad está "descubriendo" el arte de Latinoamérica en una feria que se parece más a una exhibición por su cuidadosa puesta e invita a visitarla a quienes aún no lo hicieron: "Check out Pinta, and start to get smart now".
El artista conceptual brasileño, Waltercio Caldas, representado por el Gabinete de Arte Raquel Arnaud ocupó un lugar destacado como artista invitado. Durban Segnini Gallery, galerí­a que también lo representaba, vendió una de sus sutiles y casi inmateriales obras en u$90.000.- la galerí­a presentó además obra histórica de Arden Quin, Gyula Kosice, Tomasello, Ramí­rez Villamizar, Soto y los contemporáneos Milton Becerra y Beto de Volder. Benzacar presentó una magní­fica pieza de Liliana Porter, dibujos de Jorge Macchi y una escultura de Nicolás Guagnini. Eduardo Costantini, la noche de la inauguración adquirió para el Malba, tres fotografí­as de Marta Minují­n con Andy Warhol, una obra emblemática en la que la Argentina -Minují­n- paga la deuda externa a Estados Unidos -Andy Warhol- con maí­z verdadero "oro latinoamericano", obra que se convirtió en un sí­mbolo de Pinta. Esa misma noche la galerí­a Henrique Farí­a vendió tres pinturas expandidas de Eduardo Costa. Galerí­a Vasari presentó dibujos del 63 de Dalila Puzzovio junto a una fantástica instalación de Alfredo Prior, los mágicos monocromos blancos de Juanjo Cambre y una magní­fica obra sobre papel de Josefina Robirosa. Saderman y Annemarie Henrich anotaron ya la primera noche puntos rojos. Rubbers cosechó excelente crí­tica con Xul Solar y, en la galerí­a Van Eick los coleccionistas se mostraron sumamente interesados por las magní­ficas piezas de Magariños, los Arden Quin históricos y las obras de Melé del 50. Una impresionante pieza de Martha Boto frente a una pintura monumental de Carlos Silva y los delicados grafismos de Ferrari fueron pruebas elocuentes de la fuerte apuesta de Gianni Campochiaro en esta feria, y que se completó con un fantástico Ary Brizzy del 63 en diálogo con la obra contemporánea de Lucio Dorr y Beto de Volder.
Cecilia de Torres se destacó con una magní­fica pieza de Rogelio Polesello e inauguró ventas con obra de Castigliolo, Gustavo Dí­az y unos bellí­simos dibujos de Gego adquiridos por Patricia de Cisneros. Soto fue una de las grandes presencias en la feria, León Tovar Gallery de Nueva York exhibió piezas únicas del maestro venezolano. Moka Gallery de Chicago presentó magní­ficas obras de maestros latinoamericanos entre las que se destacó una soberbia obra de Cruz Diez, varias del colombiano Omar Rayo y obras históricas de Edgardo Negret y Ramí­rez Villamizar y, también, una colorida laca sobre cartulina muy temprana de Polesello. Alejandra Von Hartz Gallery, presentó obra de Silvana Lacarra, Danilo Dueñas, Arthur Lescher y pinturas expandidas de Eduardo Costa. Alfredo Ginocchio de México hizo su apuesta con una impactante muestra de Roberto Cortázar. Obras que se destacan por la sí­ntesis de colores planos y primarios, dotados de una lí­nea con una gran fuerza expresiva y todos en gran formato. Dentro de la lí­nea más contemporánea Marí­a Noel, representada por Anina Nowack de España, logró excelentes resultados. También en la feria los artistas emergentes tuvieron su espacio, Daniela Luna de Appetite exhibió a Martí­n Legón, Nicanor Aráoz y Victoria Musotto y Daniel Abate se anunció en "Sale" con una atractiva pared de globos Elisa Estrada y una impactante obra de Alejandra Seeber.
Una feria que mostró lo mejor del arte de Latinoamérica y lo mejor de los latinoamericanos, porque demás de la excelencia de las obras exhibidas, resultó una verdadera experiencia de encuentros, entre directores de museos, curadores, galeristas, artistas y coleccionistas. Algunos de ellos abrieron, generosamente, sus casas para mostrar sus colecciones como fue el caso de Estrellita Brodsky o simplemente para pasar una inolvidable noche con deliciosa cena, matizada con música de piano de fondo y un tango malevo cantado por el arquitecto y artista plástico Rafael Bueno en lo de Diego Epstein. Visitas especiales a muestras imperdibles como "Beginning with a Bang! From Confrontation to Intimacy", curada por Victoria Noorthoon en America's Collection, la de la colección de Patricia Phelps de Cisneros "The geometry of Hope" en la Universidad de Nueva York, curada por Ed Sullivan y la de las nuevas adquisiciones de arte latinoamericano del MoMA curada por Luis Pérez Oramas, se sumaron al brunch de Sotheby's y al cocktail de Christie's antes de sus respectivos remates, la retrospectiva dedicada a León Ferrari en la Galerí­a Cecilia de Torres y a la presentación del libro de "Torres-Garcia: Utopia y Trasgresión" de Mario Gradowzcyk; fueron parte de una impresionante agenda que no dio respiro.
El romance quedó confirmado y PINTA se transformó en una verdadera experiencia Latinoamericana que conquistó Nueva York y el team de Pinta, Diego Costa Peuser, Alejandro Zaia y Mauro Herlizka, ya anunciaron la fecha para el próximo encuentro: 12 de noviembre de 2008. Una fecha para agendar.

Programas especiales
Los programas especiales desarrollados por la feria tendientes a crear nuevas redes, tuvieron excelente respuesta.
El novedoso PINTA Research Fund, una verdadera apuesta al futuro, tuvo una magní­fica respuesta. Estos fondos donados serán administrados por la Universidad de Nueva York y permitirán brindar becas a estudiantes avanzados en Historia del Arte Latinoamericana; de estos estudiantes saldrán los futuros curadores de museos y colecciones.
El PINTA Museums Fund logró fondos propios y de terceros para que cuatro museos que tienen un fuerte compromiso con la gestión de instalar al arte latinoamericano compraran obra en la feria y ha superado con creces la inversión inicial de u$25.000 que les garantizaba la feria.
Dentro de este programa el Museo del Barrio adquirió siete obras de artistas latinoamericanos que tienen alguna conexión con la ciudad de Nueva York; dos magní­ficas obras de Luis Roldán y Alessandro Valteo en Henrique Farí­a Fine Art, otra de Damián Ontiveros en EDS de México, una fotografí­a de Gladis Tiana en Hardcore Art Contemporary Space de Miami, una de las obras en papel de Marco Maggi en Josee Bienvenue de Nueva York, tres fotografí­as de Andrea Juan en Praxis Art International y por último una obra de la mexicana Ana de la Cueva en Latincollector de Nueva York. El Museo de Arte de Lima adquirió en la neyorkina Galerí­a Hosfelt el video "Fox in the Mirror", de Liliana Porter y en Magnan Projects también de Nueva York una escultura/instalación sin tí­tulo de Alejandro Almanza Pereda. Los curadores del MOMA seleccionaron diferentes piezas que serán presentadas al Comité de Adquisiciones del Museo para la aprobación de su compra, y los curadores del Museo de Bellas Artes de Houston seleccionaron en una obra de José Gurvich en la Galerí­a Cecilia de Torres.