News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
ENTREVISTA A LUIS FELIPE NOE
Invitación a un viaje por el caos
por Graciela Lehmann
ENTREVISTA A LUIS FELIPE NOE
 

Vibrante, interrogativa y espontánea. Así­ es la muestra que con el tí­tulo "¿Qué?" reúne obras de Luis Felipe Noé (1933) en la Galerí­a Rubbers Internacional hasta el 2 de diciembre.

Vibrante, interrogativa y espontánea. Así­ es la muestra que con el tí­tulo "¿Qué?" reúne obras de Luis Felipe Noé (1933) en la Galerí­a Rubbers Internacional hasta el 2 de diciembre. Contra todos los prejuicios y con espí­ritu lúdico, las obras de Noé invitan a explorar el caos, tema que el artista reconoce recurrente y viene trabajando desde los primeros años de su actuación con el grupo neofigurativo, allá por los comienzos de la década del 60, y que hoy sigue siendo eje de su producción. En diálogo con Arte al Dí­a desde su taller, Noé habló sobre la problemática de sus obras y su incesante reflexión sobre la imagen; temas que hoy se materializan en su nueva exposición y en su mural "Introducción histórica" recientemente inaugurado y emplazado en la estación San Martí­n de la Lí­nea C de subterráneos, como parte del programa Subte Vive.

Cómo surgió la idea de hacer la muestra en Galerí­a Rubbers?
Desde que comenzó este siglo, estoy haciendo una muestra por año. Alguna gente ve mal eso, porque cree que no es serio que un artista pueda exponer todos los años. Pero eso es un prejuicio. Me viene bien, porque yo soy hijo del rigor, y como hago muchas cosas y tengo muchas actividades... es una manera de exigirme a mí­ mismo.

Teniendo en cuenta este ritmo de trabajo, ¿qué diferencias tiene está muestra con respecto a la del año pasado?
Esta tiene un aspecto más lúdico todaví­a. Y me salió como más "de taquito". Tiene un desarrollo de mayor espontaneidad. Por otra parte, entre las obras que me parecen muy logradas podrí­a señalar La Poblada, que tiene un gran marco dorado, el ready-made (en referencia a Cuadros de una exposición) y también la que hice con Eduardo Stupí­a.
Siempre me interesó la posibilidad de trabajar con otro, aunque por lo general no sale muy bien. Por eso le pusimos de tí­tulo, Dos no hacen uno. Antes que lo digan otros lo decimos nosotros (entre risas). Fue como un diálogo. El empezó en su taller, yo continué, después el volvió a trabajar, y así­ hasta tres veces cada uno. Al final de todo, conversamos como para cerrarlo.

Con el tí­tulo de la muestra "¿QUÉ?" parece anticipar que la idea es plantear más preguntas que respuestas...
Es que mi tema siempre es el caos. Entonces ¿qué? quiere decir ¿qué diablos es esto?.
Es el mismo planteo reflejado en la obra ¿De qué se trata?, que además me parece una obra muy particular, en una caja con espejos.

Y además de está perplejidad ante la falta de un orden ¿cuál es la problemática que plantea en su nueva producción?
Creo que en los últimos años hay como una continuidad en la problemática. Cuando yo digo continuidad, no quiere decir que me quedo repitiendo una cosa, sino que la continuidad es como la de un tren. Lo importante es cambiar y al mismo tiempo siempre estar en la misma ví­a... o sea cambiar con coherencia. Pero, en los últimos años, lo que me interesa cada vez más, es esa integración entre el dibujo y la pintura, por eso estoy trabajando mucho sobre papel. Y no quiere decir que privilegio el dibujo, privilegio la obra sobre papel, el dibujo y la pintura.

Además de las obras sobre papel, usted mencionó el ready-made Cuadros de una exposición, en el que se ven doce pantallas de televisión con imágenes fijas y distorsionadas. ¿Cómo surgió esta obra?
Yo detesto la televisión. Me parece muy mala, pero a veces me encanta cuando funcionan mal los canales. Muchas veces apago el sonido y pongo un canal que no se puede ver. Toda esa interferencia... ¡Me parece bárbaro! Y lo siento como mí­o. Porque esas pinceladas que yo hago en el dibujo, a veces, cuando miro, están ahí­ en la pantalla. Entonces me dije... esto es como un ready-made. Yo soy muy escéptico con respecto a los ready-made, a veces son como repeticiones de un planteo super conocido de Duchamp. Pero esto me resultó distinto. Me parecieron cuadros en sí­ y tení­a que ver con mi espí­ritu, por eso lo utilicé. Pero es una sola obra, (advierte). No pienso industrializarme en este sentido.

Además de la muestra en Rubbers, hace pocos dí­as se inauguró su mural en la estación San Martí­n de la lí­nea C de subterráneos. ¿Qué le pareció esa propuesta?
Me gustó mucho, claro. Habí­a una parte de la obra que ya la habí­a hecho, y otras partes las agregué. El mural está realizado sobre un tema que comencé cuando, después de una crisis que tuve con la pintura, volví­ a pintar en el año 75. En ese momento tení­a una casa en el Tigre y la naturaleza me empezó a importar. Después hice un viaje al Amazonas. Entonces, está hecho bajo esa experiencia de trabajar el entorno exuberante y el paisaje antes de la historia, por eso se llama Introducción histórica.
Además, tiene como dos cuadritos incorporados. Uno está hecho en relación a un grabado que viene de Ulrico Schmidt que es sobre destrucción de Buenos Aires, después de la primera fundación, y el otro está hecho en base a un grabado de la ciudad en época colonial.