El dibujo, la pasión

Con motivo de la inauguración de una excelente muestra vinculada a obras de reciente adquisición y donación "2005/2006", el Museo Emilio A. Caraffa cumple con uno de los preceptos más importantes para instituciones de este nivel, como es la de exhibir su patrimonio. Podemos destacar obras de Carlos Alonso, José Malanca, Daniel Santero, Manuel Reyna, E. Iglesias Brickles, Miguel Dávila, Remo Bianchedi, el Uruguayo Carmelo Arden Quinn y el estadounidense Sol Le Witt (serie de grabados), estos últimos gracias al programa Matching Funds (arteBA). El conjunto goza de armoní­a pese a la diferencia de imágenes por las que transita cada artista, lo que habla bien de la curadurí­a a cargo de Juan Longhini.
En otro espacio del museo se destaca la exposición de dibujos de artistas cordobeses que abarca las décadas de los 60 y 70. La riqueza estética y la diversificación de expresiones nos brindan un excelente aprendizaje que se puede resumir en "pasión por el dibujo". Un trabajo de investigación y selección brillantemente realizado por Marta Fuentes (colaboradora del Museo Caraffa) ofrece al espectador un despliegue creativo que avala la importancia del dibujo como punto de partida en la larga carrera del artista. Se pueden apreciar dibujos de A. Seguí­, E. Giusiano, B. Ponce, Pont Verges, H. Álvarez, R. Ribero, O. Gubiani y D. Rojas, entre otros. Los dibujos, lejos de ser académicos, rescatan y reflejan la influencia que tienen en el proceso creativo. Se pueden apreciar tiempos de convulsión de cambios en formas y contenidos; un Dalmacio Rojas con su crí­tica a una sociedad que inexorablemente continúa su rumbo; A. Seguí­ y sus primeros escarceos en la búsqueda de sus personajes; Romilio Ribero, eximio dibujante cuya poesí­a plasmó en el dibujo y la prosa (lamentablemente olvidado); Pont Verges con su trazo firme y pasional. El conjunto de obras invita a reflexionar sobre el ayer y el hoy y cabe preguntarse: ¿se estará perdiendo esa sana costumbre del dibujo? La muestra cierra el 25 de agosto.

Berra: fuerza del color

Ernesto Berra inaugura por estos dí­as una nueva muestra en la galerí­a Ví­a Margutta donde presentará unas veinte obras de reciente factura. Con un planteo absolutamente diferente a su última muestra de 2004 realizada en la misma galerí­a, nos invita a compartir su visión del paisaje urbano, pequeños fragmentos de los espacios citadinos donde la paleta, digna del paisaje campestre, eleva con fuerza y vigor las vibraciones del espectador. Bastan pequeños objetos cotidianos que luego de unirlos entre sí­, cuasi azarosamente se funden con la tela dando paso a los primeros esbozos de sus espacios-muros ciudadanos. El color denota su cercaní­a para con la naturaleza pues capta la luminosidad, limpieza y fuerza que ésta nos brinda. La pincelada permite apreciar su gestualidad y decisión a la hora de plantarse ante la obra. La antí­tesis que se plantea entre los objetos, elementos toscos, y la fineza y sutileza que contiene a estos tienen el equilibrio necesario para determinar un sentido estético que eleva la calidad expresiva de Berra. La exposición permanecerá abierta hasta el 19 de septiembre.