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domingo 14 de agosto, 2011
Ernesto Berra
Diálogos
Ernesto Berra

Sólida y etérea; matérica y transparente; expresionista y abstracta; la obra de Ernesto Berra (1947) se mece, sugestiva y delicadamente, entre orillas contrapuestas.

Tal vez sea éste el sutil encanto que se respira al recorrer Diálogos, la actual muestra en el Centro Cultural Recoleta, una selección de obras realizadas por el artista en los últimos diez años. En ellas es posible reconocer los colores de su Córdoba natal, esos paisajes abstractos alojados en la memoria que se alzan frente al espectador y recuperan la emoción del primer encuentro.

Berra es un alquimista, en su búsqueda estética muchas veces encuentra elementos desechados; los rescata y los trabaja otorgándoles nueva vida y significado. En su proceso de realización, moja las telas, las cose y las pega sobre bastidores de madera que él mismo prepara. En su experimentación con la materia, los elementos quedan totalmente subordinados a la obra y es así como la madera, la arpillera y el cartón empleados, se transforman en cielos, sierras o, tal vez, lejanas ciudades. Incorpora pigmentos, carga arena y tierras para, finalmente, imponer su trazo con lápices o tizas en un singular lenguaje de textura y color.

Sus “casas pobres”, objetos que están a mitad de camino entre la escultura y la pintura, reflejan su interés y sensibilidad por la realidad social que lo rodea. El paso del tiempo es otro tema que recorre todo su hacer y es así como una serie de paisajes de los 70 fueron separados de sus soportes, lavados, intervenidos y vueltos a montar para convertirse en fantasmas de aquellos no tan lejanos paisajes.
Los trabajos más recientes -que también se exhibieron este año en Jerald Melberg Gallery, Charlotte, EEUU-, realizados sobre tela y papel dan cuenta de la depuración de los procesos; en ellos las transparencias son las protagonistas y el agua deja su sensual huella. Sólida y etérea; matérica y transparente; la dualidad es una constante en la obra de Ernesto Berra. En ella convive lo real y lo ilusorio, el cuerpo y el alma y, como en todo ser, es portadora de características únicas, irrepetibles e insustituibles.

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Info
Hasta el 21 de agosto
Centro Cultural Recoleta, Junín 1930