News Argentina

jueves 10 de septiembre, 2009
Desplazamientos y fusiones
Pintura y fotografía
por Pablo Montini (desde Rosario)
Desplazamientos y fusiones

En el Museo del Diario La Capital de Rosario (Sarmiento 783) se podrá ver hasta el 3 de mayo la muestra colectiva más lograda en la historia de este espacio.

“Desplazamientos y fusiones. Pintura y fotografía” es el título que ha elegido su curadora, la crítica de arte Ana Martínez Quijano, para mostrar a “pintores que trabajen como fotógrafos y fotógrafos que trabajen como pintores”, un planteo elemental pero que a largo de sus sucesivas estancias alrededor del país ha demostrado su riqueza y complejidad curatorial.

La exhibición no sólo propone una extensa visión taxonómica sobre la contaminación actual entre ambos medios, sino que también y gracias a la selección de la obra, se puede profundizar en el complejo tema del aura y en la relación entre realidad y ficción en el arte contemporáneo. Los 13 jóvenes artistas que participan en ella, 7 porteños de las ediciones anteriores y 6 rosarinos convocados para esta ocasión, se destacan por la calidad de sus obras. Como “nave insignia” se presenta a “Kelly” la pintura de gran formato de Santiago Iturralde que a la manera de Woody Allen en la “Rosa Púrpura del Cairo” se apropia del personaje de la pantalla de TV. Continuando con los retratos, Magdalena Jitik pinta la nostálgica serie “socialista”, Lorena Ventimiglia corporiza a través de una pintura pastosa a los críticos de arte que le entregaron sus fotos donde se sentían mejor representados, Constanza Alberione magistral en su técnica nos presenta casi al natural y de una manera amable a sus amigos y Diego Haboba dibuja fotografías en blanco y negro donde se destaca la actitud relajada de los personajes.

En cuanto al paisaje, Melina Berkenwald destaca con bordados sus fotografías desde vehículos en movimiento, Laura Glusman pinta de manera impecable con su cámara los oscuros momentos de la pintura romántica y Lujan Castellani dota a los restos del material fotográfico de una carga pictórica inigualable. La historia del arte también se hace presente en este cruce entre pintura y fotografía cuando Arturo Aguiar explora la noche con el tinte tenebrista de la pintura barroca o cuando Carlos Herrera otorga mediante sus fotografías una lúbrica mirada a la pintura de bodegón o cuando Javier Carricajo con un trabajo obsesivo de pintor-fotógrafo intenta con su pintura corporizar las “vanitas”. En tanto, Diego Vegara a través de una instalación vuelve al naturalismo del siglo XIX con una pintura que exalta la veracidad del daguerrotipo. Sin dudas, las piezas que dan la clave de la muestra son las de Martín Bonadeo con unas fotografías sobreexpuestas que se confunden con acuarelas confirmando la tesis de la curadora, quien, además ha sabido instalar a través de una perfecta sintonía todas estas obras en el dificultoso espacio de la sala. En relación con la exposición y aprovechando la estrecha relación de Ana Martínez Quijano con el sistema del arte, el museo ha programado para el martes 21 de abril su conferencia sobre: “¿Que implica ser artista en el contexto actual? Programas educativos, premios, becas y el alcance de la autogestión”.