News Argentina

lunes 17 de noviembre, 2008
Adriana Rosenberg
Fundación Proa va por más
por Mercedes Pérez Bergliaffa
Adriana Rosenberg

Dinámica como siempre, Adriana Rosenberg se mueve por los salones de la nueva Fundación Proa con gran entusiasmo y expectativa.

“Está bien, ¿no?”, pregunta a quienes la rodean, como buscando una aprobación para los nuevos espacios, cosa que, por su-puesto, se cae de madura. Es que las nuevas salas de Proa son realmente increíbles. Proa pasará a convertirse en una fundación única, no sólo para Buenos Aires sino en toda Sudamérica.
Diseñadas por el estudio de arquitectura italiano que trabaja desde siempre con la Fundación (Caruso-Torricella architetti), el proyecto contará con cuatro salas de exhibición, un auditorio, un bar-restaurante (que incluirá un “menú de artistas”), una terraza y una biblioteca.
Mientras camina por entre el cemento fresco, cuidándose de no moverse por donde todavía la obra no está terminada, Rosenberg recorre junto a “Arte al día” el lugar, y contesta algunas preguntas sobre la nueva Fundación Proa.
AAD: Antes de comenzar el proyecto con los arquitectos, ¿qué instituciones u organizaciones de arte vinieron a su mente en primer lugar para tomar como modelos?
AR: Bueno, sin lugar a dudas, pensé en la Tate Modern de Londres y en Dia Beacon, cerca de New York. De esta última fueron los materiales arquitectónicos que utilizaron, los que me llamaron la atención. Tomando en cuenta eso, en el nuevo proyecto de Proa todo es una intervención donde recuperamos los elementos del barrio para darles una vista contemporánea. No es una “invasión” arquitectónica lo que hacemos, sino al contrario.
No construimos un nuevo edificio sino que restauramos lo que ya existía. Son decisiones distintas, a la hora de comparar con otras instituciones de arte.

AAD: Respecto al concepto de cómo deseaba que fuera la nueva Fundación Proa, ¿qué les comentó a los arquitectos que quería lograr?
AR: Concuerdo con el concepto de Dia Beacon, y los arquitectos lo comprendieron perfectamente. Claro que hicimos montones de selecciones, discutimos y reflexionamos bastante (con ellos tengo una relación larga, y de mucho diálogo). Pero todos acordamos con respecto a una política que es tendencia mundial durante los diez últimos años: el reciclaje versus la construcción desde cero. Cuando se trató lo histórico, se trató lo histórico. Y cuando se trató lo contemporáneo, se trato con la última tecnología.

AAD: ¿Cual sería la principal diferencia arquitectónica con respecto a las otras instituciones artísticas que hay en Buenos Aires?
AR: Lo que nosotros pensamos todo el tiempo es que tanto el paisaje de La Boca, o sea, tanto “el afuera” de la fundación como “el adentro” (las dos áreas se ven perfectamente debido a la gran cantidad de inmensos ventanales que posee la nueva Proa) son partes museológicas. Proa no es un museo que se encierra dentro de la ciudad sino un establecimiento en un lugar que tiene su historia, y que se abre. En realidad son problemáticas urbanas las que estamos teniendo en cuenta, que se borre un poco el límite entre el exterior y el interior de Proa.
AAD: Sé que quieren hacer un link fuerte de actividades culturales con la gente del barrio de La Boca. ¿Le parece que la gente del barrio va a usar la fundación de una manera natural, espontánea? ¿No se sentirán inhibidos al entrar a un espacio de arte tan especial?
AR: Tomo como ejemplo histórico a Quinquela Martin. Él fue mucho más que un artista, activó el barrio, tuvo una visión adelantada, de vanguardia. Si vos lo estudias a él desde ese punto de vista, lo que hizo no se hizo en ningún otro barrio de la ciudad de Buenos Aires. Realmente trajo la vanguardia a La Boca. La gente aún hoy se siente artista dentro del barrio. Por eso, aunque los vecinos de La Boca tienen un concepto muy distinto al que tengo yo de Quinquela, a él y su obra, sus actividades, le llevaron muchos años que se incorporara al barrio eso que en un primer momento fue vanguardia.
AAD: ¿Cómo va a ser la dinámica de la Fundación? ¿Se podría comparar a la del Centro Cultural Recoleta, el Museo del Barrio en NY o el MACBA en Barcelona? ¿Más abierta, algo así como un museo o institución con actividades nocturnas?
AR: A medida que vaya desarrollándose, si.
AAD: ¿Cuál sería la diferencia de la nueva Proa con un centro cultural?
AR: Ninguna. Aunque quizás, en comparación con otros centros culturales de la ciudad, sería que vamos a hacer una política muy internacional.
AAD: ¿Cómo va a decidir qué proyectos expositivos se van a realizar? ¿Los van a hacer completamente desde Fundación Proa o los van a comprar?
AR: Depende. La muestra de Duchamp, por ejemplo, fue íntegramente generada y realizada desde Proa. Mi idea es que las cuatro salas museológicas van a estar bajo mi dirección. Y después en el resto del museo (librería, terraza, vereda, bar, escalera) se van a realizar experiencias experimentales. Voy a llamar a tres curadores distintos por año, uno argentino, uno latinoamericano y uno internacional, y que ellos llamen a proyectos. Me parece que es importante de que todos los años se renueve.
AAD: ¿No le interesa incorporar un curador general?
AR: No
AAD: ¿Por qué?
AR: Porque me parece que la figura del curador solo, fijo, se va anquilosando un poco a lo largo de los años. Me parece mucho más interesante la renovación.

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Info:
Fundación Proa inaugura su nueva sede con Marcel Duchamp: una obra que no es una obra "de arte"
Del 20 de noviembre al 1 de febrero
Av. Pedro de Mendoza 192, La Boca