News Argentina

martes 29 de julio, 2008
Elías Crespín
en Cecilia de Torres/Debora Frydman
por Victoria Verlichak

Elías Crespín (Caracas, 1965) se adueña del espacio y “pinta en el aire” paisajes abstractos que atrapan la mirada y liberan la mente. En el stand Cecilia de Torres/Debora Frydman pudieron verse dos bellas y valiosas piezas cinéticas de metal -Malla Electrocinética II y 15 Trianguconcentricos- que no se conforman con representar el movimiento, directamente lo escenifican.
Distintas en lo formal, ambas obras juegan con lo geométrico y la convergencia de la sombra y parten del mismo principio, tienen una matriz de motores eléctricos conectados a una mini computadora que ejecuta un programa y dosifica, a través de unos hilos de nylon, sus vibraciones y variaciones.
Las obras de Crespín, también un experto en computación y nieto de la precursora Gego (Gertrudis Goldschmidt 1912-1994), se originan en el romance entre el arte y la ciencia, que confluyen en la exploración y el goce por el develamiento de lo imperceptible, de la poesía.