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jueves 17 de julio, 2008
ARTE DEL CHACO
El erotismo de resistir
por Gustavo Insaurralde
ARTE DEL CHACO
 

Definir a una provincia por su arte exige la tenacidad de una mirada intensa, obstinada y decididamente excluyente. Quizás como el paisaje que define nuestro territorio arisco, porfiado desde el inicio mismo de la historia y marcado por la vehemencia de la latitud.

Definir a una provincia por su arte exige la tenacidad de una mirada intensa, obstinada y decididamente excluyente. Quizás como el paisaje que define nuestro territorio arisco, porfiado desde el inicio mismo de la historia y marcado por la vehemencia de la latitud. Resistencia, una ciudad que resiste desde el nombre, está signada por la (pre)potencia nominativa que la determina. El arte refleja la contundencia de esa particular relación entre "ser" y "estar" que asume la esencia del hacer chaqueño.
Por estos dí­as, el Museo de Bellas Artes "René Brusau" exhibe la muestra "Arte del Chaco", una propuesta que forma parte del programa "Argentina pinta bien" que llevan adelante YPF y en Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. De ese recorrido, sólo quiero referirme a ese persuasivo y decisivo erotismo que se aprecia en varios artistas y no me parece casual. Sin dudas es parte del imaginario que nos (pre)dispone como habitantes "resistentes" empecinados en forjar ese lí­mite impreciso de nuestra condición como tales. Advierto una poética que podrí­a definirse como "el erotismo de resistir" que resulta tan sugestiva como convocante.

Referentes destacados
Jorge Tirner marca la tensión entre ser y parecer de los objetos que elige para transformar con la presión de banditas elásticas. Una pequeña bicicleta y un carrito de supermercado son abstraí­dos de su contexto cotidiano y puestos como pieza artí­stica con notable resolución conceptual y estética. Sin dudas una de las obras más potentes de esta muestra.
Dufva Nielsen intimida desde la fotografí­a de un pecho masculino que amamanta una muñeca. Una provocación que roza lo obsceno pero desafí­a un cruce de cuestionamientos tan intensos como tajantes que trascienden la obra misma y logra inquietar. Marcelo Totis recurre a la sutileza de las mostacillas para crear mandalas de explí­cita y atrevida intimidad; conjuga delicadeza y audacia con admirable preciosidad logrando objetos de impecable encanto.
Mario Natalini sorprende con una serie de dibujos distinguidos por la brevedad de sus trazos ingenuos pero definidos por una erótica taxativa. Una auspiciosa trasgresión para admirar.
Marí­a de los Ángeles Soler recrea escenas que disecciona con notable precisión en un dibujo atrevido, en laberintos de lí­neas certeras. Un hallazgo gratificante que se destaca.
Andrés Bancalari instala su obra como una imagen en franco diálogo con el espacio y opone resistencia desde una estructura de lí­neas desafí­a la formalidad del plano imponiendo su horizonte propio. Mariana Stegmayer presenta inquietantes dibujos de su reciente producción, entre lo sutil y sugerente, la delicadeza de un lenguaje intimista que resulta cautivante.
Rosana Toledo muestra una sucesión de composiciones ligadas a la naturaleza, raí­ces que parecen venas y en consecuencia la savia puede imaginarse como sangre. Excitantes nervaduras que concentran vida y deseo, latido y pasión.
Diego Figueroa aborda la instalación con provocativo ingenio. Su manejo de la representación -idea y forma- está marcado por una perspicaz ironí­a simbólica que maneja con solidez y talento. "Patman" -en el centro del salón- buscando placer en soledad incomoda con certero oportunismo para permitirnos replanteos urgentes y necesarios -fundamentalmente artí­sticos e incluso personales-.
Octavio Paz afirma: "La relación entre erotismo y poesí­a es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda, es una erótica verbal". Desde esa lectura, me atrevo a pensar que los artistas del Chaco eligen el erotismo como una metáfora de realidades opuestas que coexisten pero al mismo tiempo resisten. El autor de referencia señala: "El erotismo es exclusivamente humano, implica uso extensivo de la imaginación, y por ende variación; el sexo en cambio es repetición y no es exclusivo del ser humano". He aquí­ una certeza: tanto el acto erótico como poético son movilizados por la imaginación y eso respalda la elección de nuestros artistas. Finalmente, como la chaqueña Claudia Masin en su poema "Resistencia" me permito dudar si acaso "¿No es más importante preservar la belleza que la especie?" y definitivamente coincido con ella.