News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
27º BIENAL DE SAN PABLO
Sustanciosa tolerancia
por Victoria Verlichak
27º BIENAL DE SAN PABLO

La propuesta: Sustanciosa antes que ostentosa, la 27º Bienal de San Pablo pide un espectador dispuesto a pensar. "Como vivir juntos" es el marco conceptual elegido por la curadora general Lissete Lagnado, que propone la interacción entre arte y vida, y sugiere la idea de comunidad. El tema fue tomado de un seminario de Roland Barthes de 1977, donde aborda la historia de la convivencia y sus facetas (habitación, alimento, hábitat, deshechos). No se exhibe ninguna obra de Hélio Oiticica, pero su experiencia artí­stica y vital está en todos los rincones.
Lagnado eligió a otros cinco curadores, eliminó los enví­os nacionales e invitó a 10 artistas extranjeros a una residencia en Brasil. Así­, la curadurí­a controla de principio a fin su propuesta, pero deja de recibir la avalancha de curadores internacionales que viajaban con los artistas. Ahora, cada uno de los 118 artistas invitados tiene varias obras en exhibición, desplegadas en distintos sitios de acuerdo a núcleos temáticos.
La muestra se desarrolla desde enero en seis coloquios sobre Marcel Broodthaers (1924-1976) y su interrogación crí­tica acerca del arte, el papel del artista, la función social del museo; en seminarios acerca de la arquitectura, vida colectiva, reconstrucción, cambios y fronteras/territorios. El seminario sobre Broodthaers dio pie a la muestra dedicada a él, que en el tercer piso alude al museo como ficción y cuestiona el valor de la obra original, con cuya obra dialogan ocho artistas contemporáneos en el segundo piso, entre ellos Rirkrit Tiravanija y su pabellón tropical y Meschac Gaba y su apócrifo e irónico Museo de Arte Contemporáneo Africano.
Acompañada por un ciclo de cine y otras actividades en la ciudad, la Bienal publicará tres libros.

Arquitectura, reconstrucción y cambios

Sin el tradicional núcleo histórico, la presencia de renombrados artistas -Dan Graham, Marjetica Potrc, Marepe, Dominique Gonzalez-Forrester- es igualmente importante. En relación con lo arquitectónico la estrella es la instalación de Tomás Saraceno, un argentino que vive en Alemania. Con una altura de tres pisos, la estructura inflable de Saraceno se puede escalar y se asemeja a una vivienda que tiene la posibilidad de volar y de albergar a muchos. Mientras el Atelier Bow-Wow construyó una gran pasarela (a escala transitable), que sale de una ventana hacia el exterior y entra por otra abertura nuevamente al pabellón, Damián Ortega armó en el jardí­n la palabra Spirit (que sólo se ve desde el segundo piso) con maderas de descarte, y la sudafricana Jane Alexander recibe a los visitantes con un campo alambrado, con púas, de césped natural donde habita un ser hí­brido, custodiado en el exterior por guardias descendientes de esclavos negros.
En tanto, Gordon Matta-Clark y sus obras con basura, los videos y las fotos de sus intervenciones, sierra en mano, en edificios neoyorquinos a punto de ser demolidos, pueden ser también vistos como un sueño de vida colectiva y reconstrucción a partir de la destrucción. Por su parte, los estremecedores videos y performances de la afgana Lida Abdul parecen afirmar el deseo de hacer crecer la vida, levantar paredes, en medio de la destrucción de la guerra.

Vida colectiva y territorios

Las fotos y videos de Ana Mendieta la retratan buscando con furia un espacio propio, mientras que la obra de Félix González-Torres delimita un sitio generoso. Los desopilantes y corrosivos videos de la boliviana Narda Alvarado embisten el territorio militar. En tanto, la fuerza de las fotos y textos en defensa de las mujeres de Marí­a Galindo y de Mujeres Creando (Bolivia), se equiparan con el humor y la firmeza de los diseños de prendas Daspu (ironí­a de la exclusiva tienda Daslú). Ideadas por la ONG Davida que nuclea prostitutas en lucha contra la discriminación, fueron presentadas -en un trabajo en progreso- en un desfile por el esloveno Tadej Pogacar.
Inolvidable es el video de Pepón Osorio en donde, detrás de unas rendijas, los espectadores observan la gigantesca imagen de un chico corriendo hacia la noche sin remera ni zapatos. ¿Huyendo de miedo?
Restore now, la instalación con video de Thomas Hirschhorn aparece como territorio de esperanza frente a la barbarie actual. Entre recortes de asesinados, se despliegan y se elevan herramientas de trabajo y textos (y monumentos) de Spinoza, Deleuze, Bataille, Gramsci, entre otros. Simon Evans es otro que trabaja con el archivo, trazando mapas y categorí­as imposibles.

Los argentinos

Paradójico, en esta Bienal sin curadores nacionales la presencia de los argentinos es más numerosa que nunca. La imagen institucional (cartel de fachada, afiches, pases de prensa) pertenece a Jorge Macchi y la obra de León Ferrari -muy estimado en Brasil donde pasó sus años de exilio- ocupa dos espacios en la Bienal y en la Pinacoteca. Los colectivos Eloisa Cartonera, que vende sus libros y trabaja también con recolectores de San Pablo, y el Taller Popular de Serigrafí­a, que entre sus carteles de reivindicaciones sociales trajo a la Bienal la imagen de Santillán y Kosteki, representan la ilusión de "vivir juntos" con dignidad y sin alienación.

Parque do Ibirapuera, San Pablo. Entrada gratis. Hasta el 17/12