News Argentina

lunes 17 de agosto, 2009
El mercado da sus primeros pasos
por Adrián Gualdoni Basualdo
El mercado da sus primeros pasos

En un año en el que sobreabundan las condiciones conflictivas, las subastas de arte han comenzado a transitar la temporada con más entusiasmo que concreciones. Resulta positiva la actitud de los operadores, que no bajan los brazos. Exceso de prudencia por el lado de la oferta, que no presenta a la demanda el nivel de calidad y la justeza en la tasación que ésta exige.

En el ámbito de las subastas de arte, tanto local como internacional, el sector de la demanda no ofrece dificultades para su análisis. De constitución singular, está integrado solo por los potenciales adquirentes, quienes en función de sus gustos y sus posibilidades económicas se manifiestan ante la tarima con el claro lenguaje de la mano alzada. Del diálogo público entre el martillero y estos interesados surge una adjudicación y un precio, que podrá ser razonable, una ganga, o un disparate seguido de ceros, muchos ceros. De esto último será el tiempo, con su capacidad de aventar burbujas, el que ponga claridad en el horizonte distorsionado.

El sector de la oferta es más complejo de considerar, ya que los remitentes de las obras a la venta reconocen una amplia gama de variables. En el grupo revistan desde sucesiones en procura de hacer líquidos sus activos, hasta comerciantes e inversores a la búsqueda de ganancias. También hay particulares en encrucijadas difíciles de sus vidas -incluso ante situaciones no exentas de dramatismo-, artistas y sus agentes en trance de concretar ventas o de alcanzar un espacio en el mercado público, y coleccionistas inmersos en el proceso de modificar el perfil de sus tenencias. Todos ellos, y algunos más, al traspasar el umbral de la casa de subastas elegida deberán confrontar sus intereses y expectativas con la tasación que, en función del momento y las circunstancias del mercado, realicen los responsables del martillo. En estas negociaciones a veces caben, y prevalecen, factores subjetivos y es así como vemos llegar a las tarimas obras obviamente sobrevaluadas que, a la hora de la verdad, suelen generar incómodos silencios por parte de quienes debieran ser sus compradores. Desilusión de partes, lucro cesante, tiempo perdido, son solo algunas de las consecuencias no buscadas -pero no evitadas- de esta mala praxis.

En épocas de bonanza este panorama que hemos reseñado suele verse opacado por el brillo de los records y la danza de éxitos que envuelve glamorosamente a las subastas. Cuando la bonanza es barrida por vientos de crisis, la verdad se torna indisimulable, y nubes negras rondan el mercado.

Es entonces el momento de tomar medidas. Al mercado del arte no le cabe la posibilidad de modificar las causales de la crisis. Eso es claro. Pero si puede, y debe, actuar en el seno de su propio ámbito. Evitando la sobreoferta, coordinando las convocatorias para que no se produzcan superposiciones, reduciendo la cantidad de lotes a la venta, explorando nuevas opciones de horarios, optimizando costos, y fundamentalmente no haciendo lugar a pretensiones económicas de remitentes a las que consideren excesivas. Tal vez así se pueda aligerar la carga y encarar la crisis sin demasiados traumas hasta que, todos juntos, podamos alcanzar un nuevo espacio de bonanza.

Las ventas en Buenos Aires
Treinta jornadas de subasta se llevan ya realizadas a mediados de mayo. Algo más que las veintuna que se habían concretado a la misma fecha de la pasada temporada. Los valores más altos aparecen consignados en la planilla adjunta, a la que solo podría agregarse que las ventas logradas por las pinturas de Nicolás García Uriburu y Pablo Siquier constituyen sendos records para su obra en subastas. También podría señalarse que para mayo de 2008 ya se registraban cinco ventas de obras argentinas en valores superiores a los 50.000 dólares, y que este año, este nivel de privilegio aún no ha sido alcanzado.

Señalamos como positiva la apertura efectivizada por Roldán al realizar una subasta de arte contemporáneo dedicada a obras procedentes de la colección de Alberto Sendrós. Este remate significó el acceso al ámbito del mercado público de varios valiosos exponentes del arte de hoy, y puso ante la tarima a un público que hasta ahora no solía frecuentar las casas de remates.

Por delante vienen ahora las subastas de arte latinoamericano de Nueva York, con apreciable presencia de obras de autores argentinos, y un remate de especiales características al que convoca Arroyo, y que ha creado importantes expectativas.

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VALORES MÁS ALTOS EN LAS PRIMERAS SUBASTAS DE 2009
MARZO, ABRIL Y MAYO (expresados en dólares)
GARCIA URIBURU, N. / Una sola Latinoamérica / 220x198 / Roldán / 39.235
QUINQUELA M., B. / Barcos iluminados / 60x70 / Arroyo / 37.650
LOZZA, Raúl / Pintura 950 / 85x120 / Roldán / 31.390
SIQUIER, Pablo / Sin título - 0815 / 160x240 / Roldán / 30.830
DEL PRETE, Juan / La mujer del pájaro / 112x77 / Minerva / 25.220
FADER, Fernando / A caballo / 47x60 / Roldán / 22.980
FADER, Fernando / Paisaje / 50x70 / Arroyo / 21.300
DEL PRETE, Juan / Collage abstracción / 75x105 / Arroyo / 18.495
CASTAGNINO, Juan C / Familia / 100x65 / Roldán / 18.495
QUINQUELA M., B. / Riachuelo, 1923 / 41x51 / Azur / 17.935
BATLLE PLANAS, J. / Figuras / 85x49 / M.Saráchaga / 17.935
BADII, Líbero / Eva (esc.bronce) / alt.127 / Saráchaga / 17.935
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Fuente: CONSULTART/dgb