Nota publicada online

martes 4 de julio, 2023
Viaje por la Ilustración Botánica
Desde el Espacio de arte de Fundación ICBC
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Viaje por la Ilustración Botánica

Curada por Verónica Flores y bajo la dirección de Agustina Punte, la muestra en la casa central de la Fundación ICBC en pleno microcentro porteño, resulta un viaje por la historia de la Ilustración Botánica y un intercambio cultural a través de las flores y las plantas.

Con una cuidada estética -asociada al preciosismo de un antiguo libro de Botánica- la muestra propone abrirnos a la aventura de explorar y descubrir a través de los sentidos: mirar, escuchar, oler, tocar, saborear aquello por conocer y como explicita el texto curatorial: “Con este ánimo, viajeros de todo el mundo transitaron extensas rutas de intercambio en busca de conocimiento sobre la riqueza y diversidad del mundo natural.”

La exhibición reconoce el aporte inmenso de naturalistas, botánicos, filósofos artistas y poetas de diversas regiones geográficas y culturas que se animaron a trazar hilos y puntos de contacto entre el pensar y el sentir, entre el ver y el clasificar, entre la razón y la imaginación, invitando al visitante -a través de sus descripciones y dibujos-, “a volver nuestra mirada y nuestros pasos hacia la belleza de la vida en la tierra.” 

La naturaleza es absolutamente benéfica y que quienes se acercaron a ella, ya sea poetas, filósofos, naturalistas, ilustradores también fueron generando formas de representar esa extraordinaria diversidad. Es también una manera de reconocer que este reino vegetal, exuberante en estructuras, en contextos, en formas y en colores, también es silencioso. Un reino silencioso pero tan poderoso que llega a todas partes.

Durante millones de años las plantas terrestres fueron desarrollándose y evolucionando, realizando su propio viaje; fueron diversificándose y generando distintas formas dando lugar a los cientos de miles de especies que hoy reconocemos como algas, helechos, inmensos árboles y también plantas con y sin flores.

Desde la antigüedad, el interés por el mundo natural dio lugar al estudio minucioso de las plantas, que creció extendidamente tanto por su valor intrínseco como por las posibilidades de su aplicación en la agricultura, la manufactura textil, la medicina y la herboristería.

Para Verónica Flores, Ernst Haeckel es un ejemplo de un naturalista que se acercó al estudio sistemático de las plantas con una extraordinaria sensibilidad; él tenía un interés particular por el mundo más allá de lo visible, dedicado a la ciencia con métodos rigurosos, con instrumentos de medición; interesado en descubrir lo microscópico pero también necesitaba acercarse al arte. El arte y la ilustración, el arte y la ciencia ¿cómo se conectan? El arte y la ciencia están profundamente conectados en la medida en que quien cultiva una mirada que hace posible el encuentro de ambas disciplinas hace posible también el surgimiento de representaciones de este tipo. “Haeckel fue un gran observador y un gran artista, fue un gran científico y también fue un gran poeta visual”, resume la curadora. Y así como Haeckel existe obra de numerosos artistas que han posibilitado, a partir de sus ilustraciones y cartografías, mostrarnos un punto de entrada hacia esa extraordinaria naturaleza y diversa. Estamos cohabitando un mundo diverso, un mundo que es extraordinariamente exuberante. La tierra es nuestro hogar común y cuidarla es parte de nuestra misión.

Otra de las “escalas” de este viaje, se ocupa de Humboldt y su viaje por América, quien se encontró en su recorrido con muchos conocedores de las plantas y el territorio. Para la curadora, la síntesis de la propuesta, se resume en una lámina que se llama Natural Land, que significa un paisaje de la naturaleza. “¿Podemos hacer una síntesis de lo que la naturaleza es? ¿Podemos hacer en una sola lámina un acercamiento a un concepto de la naturaleza que sea lo suficientemente generoso pero también lo suficientemente preciso?’, se pregunta. “Desde la visión de un científico, como lo era Humboldt, pero también desde un gran aprecio por esa extraordinaria diversidad que estaba ante sí, Humboldt logra, luego de su ascenso al Chimborazo - uno de los volcanes más altos de América-, generar una visión y un concepto que es el de un microcosmos en una página."

A partir de este dibujo, él va a entrar en diálogo con Goethe cuya relación con la naturaleza que nos ha llegado a través de sus poemas y su mirada del mundo tiene que ver con una conexión entre el pensar y el sentir, la razón y la imaginación. Este punto de contacto entre la poesía y la naturaleza resume el espíritu de esta muestra: “A la naturaleza hay que experimentarla a través de los sentidos, de las emociones. Toda la muestra estaría contenida en este texto, que surge de la Metamorfosis de las plantas, que es un ensayo que también formula Goethe en relación con la observación de las plantas. A Goethe se lo reconoce como un gran poeta, pero poco se sabe que fue un gran entusiasta por el cultivo de su propia jardín. Él metía sus manos dentro de la tierra y cuidaba sus plantas y sus flores.”

 

La muestra cierra con una invitación a volver a ver los ojos sobre la naturaleza y termina también con un símbolo que es la flor azul. En muchas culturas, la flor azul simboliza la búsqueda del conocimiento, la búsqueda de la felicidad, pero también, la búsqueda de lo infinito en lo cotidiano, en lo pequeño.

Agustina Punte responsable de Cultura de la Fundación explica que la muestra está pensada también para que sea recorrida por niños “que puedan, a través de este pensar en qué vemos, cómo vemos, encontrar detalles. Un ave, una flor, un instrumento de medición, un insecto, una mariposa. De alguna manera la invitación es a poder volver nuestra mirada sobre la naturaleza y también volver nuestra atención a los sentidos”.

Para cerrar la experiencia de apertura vino acompañada de una experiencia de cocina botánico, exquisitos platos a base de plantas, una verdadera una experiencia sensorial donde cada bocado resultó una explosión de sabores. Un verdadero viaje donde se combinan Arte y Naturaleza.

“Mi proyecto se llama Kaori, que es mi nombre en japonés y que significa aroma, y está relacionado con el poder de las plantas para curar y alimentarnos. Kaori. Alimentación ofrece a través de una variedad de alimentos como frutas, harinas y hierbas que tienen propiedades curativas y nutritivas. Se destacan platos como la ratiniada de maní, las endivias con queso de girasol y el muffin de calabaza.

Notas más leídas