Nota publicada online

jueves 4 de agosto, 2022
Ides Kihlen
La artista secreta en el Bellas Artes
por Ana Clara Giannini
Ides Kihlen

Ultimos días para visitar la muestra Homenaje a Ides Kihlen en el Museo Nacional de Bellas Artes

105 son los años que celebra Ides Kihlen, desde su nacimiento en 1917, nada más y nada menos que con una exposición homenaje en la sala 42 del segundo piso del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Así, a lo grande, como la medida de la mayoría de sus obras que se exhiben hasta el 7 de agosto, Kihlen nos acerca un universo de pintura, collages y música, digno de una merecidísima fiesta.

Cuando se visita la muestra uno entiende todo el camino recorrido por la artista desde sus comienzos a los 14 años en la Escuela de Artes Decorativas y puede llegar a distinguir algunas influencias de sus diversos maestros: fue alumna de Vicente Puig, y frecuentó los talleres de Emilio Pettoruti y Juan Batlle Planas; en París, se formó con André Lhote; a partir de 1961, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, donde tuvo como profesor a Kenneth Kemble, y en los años 80, continuó sus prácticas de taller con Adolfo Nigro.

Es perfectamente entendible, a partir de su recorrido académico formal e informal que sus obras sean -como en la Serie Negra o la Serie Blanca- abstractas con figuraciones escondidas o sugeridas que juegan con el ojo del espectador, casi como piezas de un rompecabezas que buscan ser de alguna manera ordenadas, pero, a su vez, aceptan esa nueva disposición otorgada por Kihlen sobre la superficie. Retazos que abandonaron una forma para construir otra y volver a resignificarse no como algo que fue sino como algo que es. Piezas, partes, figuras, materialidades como si hubieran sido trituradas, caóticamente ordenadas, una a una sobre un fondo plano, que lejos de pasar desapercibido, realza al conjunto protagonista en cada obra como en la Serie del Tigre.

Al respecto la curadora, María Florencia Galesio -investigadora del Bellas Artes- explica "creció su afán de experimentación con la materia y las texturas, que la llevó a incursionar con más fuerza en las posibilidades expresivas del collage. La artista también recurre a hilos y papeles de colores. Distribuidos rítmicamente sobre el espacio del soporte, generan movimientos que parecen acompañar la música interna de la pintora en el acto de crear. En ocasiones, frente y fondo juegan con la superposición de los papeles yuxtapuestos y se exaltan mutuamente por acción del color, donde además lo táctil cobra valor."

Ides Kihlen es compositora y pianista; la musicalidad que adquieren sus piezas, el trabajo con las manos, el juego de sus dedos que suben, bajan, recortan, pegan y, además, hacen sonar las teclas, lleva a tejer un paralelismo entre la creación en un piano y la manufactura sobre una tela.

Hay un banco en el medio de la sala que permite detenerse para dejarse llevar visual y auditivamente y que contribuye en el viaje por el universo lúdico y creativo de la inagotable Kihlen que acerca al espectador a una experiencia sinestésica en la que no se entiende muy bien si lo que se ven son sonidos y lo que se escuchan son formas y colores.

Ides Kihlen con Andrés Duprat, director del Bellas Artes

“Es el secreto mejor guardado del último siglo” dijo Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, y tiene razón. Hoy, a sus 105 años el secreto se develó y sus obras se exhiben en este ámbito consagratorio. ¡Muy merecido!

 

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