Nota publicada online

miércoles 20 de marzo, 2024
El “Mundo Imaginal” de Adriana Bustos
Contemplar el hilo de una historia
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Adriana Bustos y Sol Juárez, Gerente de producto e innovación en Azcuy + responsable de gestión cultural en Azcuy
Adriana Bustos y Sol Juárez, Gerente de producto e innovación en Azcuy + responsable de gestión cultural en Azcuy

Mundo imaginal es un mural desplegado en la totalidad del cielo raso del lobby de Donna Acqua en el barrio de Caballito y consiste en dos planisferios celestes y un mapa fluvial. La instalación recupera, en una operación de asociación subjetiva, la historia del barrio y la pone en relación con una diversidad de datos que construyen una narrativa histórica no lineal. El proyecto fue elegido de manera unánime por el jurado del concurso anual de arte contemporáneo Premio Azcuy en 2020 y ya es una realidad.

La historia y los mapas son, para Adriana Bustos, un recurso natural en su producción desde el 2012. Interesada en el relato histórico, en el origen, en esa fisuras y contradicciones del relato, a partir de la convocatoria del Premio Azcuy, que realiza el estudio homónimo en alianza con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, comenzó a pensar este proyecto que, desde su inicio, se convirtió en una experiencia enriquecedora por el desafío que implica crear una obra por fuera de los espacios convencionales del arte y en un momento crucial como fue la cuarentena.
“La idea fuerza del proyecto”, cuenta Bustos, “fue la de referirme a las características de las ciudades contemporáneas que viven procesos continuos de construcción, destrucción, conservación y restauración; son paisajes urbanos que se mueven constantemente y, la idea fue poder anclar geográficamente el edificio para conocer qué sucedió en estos contextos, en una línea de tiempo no lineal, desde la colonia hasta la contemporaneidad.”

El edificio se ubica en un límite borroso entre los barrios de Caballito y Flores y la obra muestra este sedimento histórico de ambos barrios. Como anclaje inamovible Bustos tomó los cielos: dos bóvedas celestes “empotradas” en el cielo raso que permiten ver cómo era la posición de las estrellas el día de nacimiento de cada uno de estos barrios; una responde la fecha del 15 de febrero de 1821 que es cuando se considera el cumpleaños del barrio de Caballito y el otro al 6 de junio del 1906, fecha del nacimiento de Flores. Barrios y regiones ambos muy antiguos que estaban a la vera del “Antiguo Camino Real del Noroeste”, que unía el puerto de Buenos Aires con el Alto Perú. Los nombres de las estrellas fueron reemplazados por fechas, conceptos y nombres de personajes clave de la historia. Estos planisferios celestes están rodeados por ilustraciones que hacen referencia a estas capas históricas, comenzando por la primera fundación de Buenos Aires de 1536 con las imágenes de archivo de Ulrico Schmidll -cronista que viajó con Pedro de Mendoza-, la firma del pacto de San José de Flores -"convenio de paz y unión" mediante el cual la provincia de Buenos Aires se declaró parte de la “Confederación Argentina”- firmado en noviembre de 1859 y, hasta historias de fantasmas contemporáneos en Caballito y en Flores.

La primera imagen que Adriana Bustos pintó para este mural de 30 metros de largo, es la Pulpería de Vila, un genovés que compró un predio muy grande es estas “pampas libres” e instaló, como veleta, un caballito de latón proveniente del mascarón de un barco que compró en San Telmo. De aquí el nombre del barrio de Caballito.
Mujeres, feministas, luchadoras y aguerridas son parte de este entramado histórico como Alicia Moreau de Justo, médica, socialista y generadora del primer movimiento feminista argentino fundado en Caballito. Se suman otras heroínas de la Independencia como la gran capitana Juana de Azurduy y María Remedios del Valle, afrodescendiente argentina y una de las niñas de Ayohúma; una capitana silenciada que luchó codo a codo con Belgrano y que murió en absoluta pobreza. “La historia siempre es la misma”, concluye la artista.
Entre ambas constelaciones corre un río imaginario que nos remite al Paraná, al Río de la Plata y a los ríos subterráneos de Buenos Aires y,  que corre en paralelo a un estanque del edificio cuyo nombre es Donna Aqua.
A partir del “Mundo Imaginal” de Adriana Bustos, con su potente discurso tanto conceptual y como visual, los nuevos habitantes de “Dona Aqua” ya son parte de esta historia no lineal surgida de la feliz alianza entre la Fundación Azcuy y el Museo de Arte Moderno.

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