News Argentina

sábado 27 de marzo, 2010
Nacional y POPular
Arte Pop en Fundación OSDE
por Florencia Battiti
Nacional y POPular

En el transcurso de los últimos meses el arte pop ha sido revisitado con insistencia. Tanto la exposición de Andy Warhol en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), como la exhibición de arte pop de la colección del IVAM en el Museo Nacional de Bellas Artes y la muestra titulada Pop life. Art in a material world realizada en la Tate Modern de Londres, han propuesto nuevos enfoques para aproximarse a un movimiento artístico que no siempre es lo que parece.

Tildado de “frívolo” y “supérfluo”, el público en general (pero también parte de la crítica especializada) han abordado el arte pop como el resultado acrítico de un estilo de vida ligado al consumo. Si bien es cierto que el repertorio visual del pop se conforma mayormente por objetos de consumo masivo e íconos de la cultura popular, las reverberaciones de éstas imágenes exceden con frecuencia la simplista referencia a una vida pasatista.
En este sentido, Pop! La consagración de la primavera es una exposición que ofrece una oportunidad valiosa: abordar con nuevos ojos la producción del arte pop en la Argentina. Curada por María José Herrera, la muestra busca destacar la singularidad que adoptó esta tendencia en la práctica de los artistas porteños a principios de los años sesenta. Por entonces, el ámbito artístico se ceñía a cánones rígidos y se mostraba poco propenso a aceptar la experimentación. Si bien artistas como Alberto Greco y Kenneth Kemble habían logrado romper con la solemnidad reinante hacia fines de los ’50 -basta recordar los trapos rejilla y otros materiales non sanctos que ambos utilizaron en sus obras exhibidas en las muestras del movimiento informalista- fue el grupo de jóvenes ligados al pop el que haría explotar los géneros y categorías artísticas. De esta manera, la arquitectura, la decoración, la escenografía, el diseño, la danza, la moda, el teatro, los happenings, el objetualismo y las ambientaciones oficiaron de soportes materiales para múltiples reflexiones acerca de una nueva cultura urbana que experimentaba los cambios de percepción de la realidad producidos por los medios de comunicación de masas. Una cultura que, por entonces, daba sus primeros pasos hacia el “culto de la imagen” que perdura hasta la actualidad.
Tal como señala Herrera en el catálogo de la exposición, “desdramatizar la vida, darle un espacio a la diversión y a la felicidad no implicaba necesariamente evadirse de la realidad”. En efecto, muchas de las producciones de los artistas ligados al pop apuntaron a señalar la alienación cotidiana y a ampliar la capacidad de percepción a través de una experiencia estética lúdica y activa. En “Revuelquese y viva!” (obra con la que Marta Minujin obtuvo el Premio Nacional del Instituto Di Tella en 1964) el hasta entonces “espectador” es convertido en parte constitutiva de la obra. Así, un objeto que emulaba una suerte de carpa o tienda construido con colchones de colores y ambientado con música, incitaba al público a expandir su concepción sobre lo que consideraba “arte” y a relacionarlo vivencialmente con su propia experiencia. Si bien en la actualidad se exhiben en los museos obras que significaron una ruptura respecto a la relación obra-espectador, resulta vital tener presente que este tipo de propuestas se cargan de sentido en la relación que entablan con el público.
La apropiación de imágenes, productos y canales de comunicación extra-artísticos fue una de las estrategias que los artistas ligados al pop utlizaron con sumo ingenio. Yiyisch (“lindo” en armenio) fue la revista de moda que Delia Cancela y Pablo Mesejeán crearon y vendieron en Experiencias 68, exposición llevada a cabo en el Instituto Di Tella. Por su parte, Dalila Puzzovio realizó Doble plataforma en 1967. La experiencia consistió en el diseño de coloridos zapatos (que fueron exhibidos como obra en el Di Tella) y en su simultánea comercialización en las zapaterías Grimoldi. Como señala Herrera, “Puzzovio utilizó los mecanismos de producción de la empresa y se valió de ellos para producir este objeto artístico masivo. La instalación comenzaba en el Di Tella, donde estaba ubicada la obra, y continuaba en la calle: en cada una de las vidrieras de las sucursales de la zapatería”.
Pop! La consagración de la primavera reune obras orginales o reconstruidas de Delia Cancela/Pablo Mesejean, Eduardo Costa, Edgardo Giménez, Marta Minujín, Dalila Puzzovio, Federico Peralta Ramos, Alfredo Rodríguez Arias, Juan Stoppani y Charlie Squirru. Muchas de estas obras (como los enigmáticos acrílicos de Charly Squirru o las desopilantes Tortas Petrona C. de Gandulfo de Alfredo Rodríguez Arias) no han sido exhibidas por varios años. La exposición brinda la posibilidad de tomar contacto con ellas y con un grupo de obras producidas entre 1961-1966 a las que no es habitual acceder en todo su conjunto.
Una vez más, los efervescentes años sesenta se presentan para ser revisitados. Una excelente oportunidad para rescatar la singularidad con la que los artistas argentinos abordaron desde sus obras un momento histórico complejo en el que la cultura de masas modificó para siempre nuestra percepción de la realidad.

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Más info
Del 18 de marzo al 15 de mayo, Espacio de Arte, en Fundación OSDE,
Suipacha 658, 1º piso