News Argentina

martes 5 de agosto, 2008
arteaméricas
mostró la excelencia de nuestros artistas
por Adriana Herrera
arteaméricas

En la sexta edición de Arteaméricas en Miami fue clave la incorporación de museos e instituciones que presentaron muestras de sus colecciones ampliando la visión histórica de las vanguardias y la naturaleza del arte contemporáneo consolidado y emergente, así como la calidad general de los stands.

El hecho de que 13 de las 80 galerías participantes fueran argentinas y que cinco de Miami - Diana Lowenstein Fine Arts, Praxis International Art o Alejandra von Hartz Gallery, Lyle O. Reitzel Gallery, y The Americas Collection- incluyeran obras de artistas nacionales, dio visibilidad al espectro del arte contemporáneo argentino de dentro y fuera de las fronteras.
Cecilia de Torres exhibió obras claves del arte argentino como las piezas en blanco y negro y monocromías en rojo o amarillo de Polesello. También mostró a César Paternosto y a León Ferrari, que ahora realiza el show individual Serie de errores, en la galería en Nueva York. Además desplegó una reciente escultura interactiva en vidrio de María Chilindrón acompañada de un video. La galería Van Eyck que exhibió móviles pequeños y maravillosos de Carmelo Arden Quin, cuadros de la serie Finito-infinito, de Victor Magariños, además de una obra de Alfredo Hlito de 1973. Una de las piezas más bellas de este movimiento que atravesó el continente expandiendo una visión estética conectada a la utopía política fue una escultura en negro con espejos cuadrados colgantes de Julio Le Parc que exhibió la galería española Joan Guaita Art. Las pequeñas piezas escultóricas de Monique Rozanes y las obras de Torres Agüero crearon un pequeño universo de la abstracción arquitectónica.
Fue notable la participación de Aldo de Sousa, que llevó una excelente selección de Juan Lecuona y las esculturas monumentales en madera de la serie Encadenando Sueños, donde Baston Díaz abstrae la estructura de barcas para expresar la noción de las navegaciones y desplazamientos. Además de la obra fotográfica del peruano Roberto Huarcaya y de la colombiana Sara Modiano que presentó Latitude Art Project, la mejor muestra de fotografía de Arteaméricas se vio en la Fundación Alonso y Luz Castillo, Galería Arte x Arte: desde la visión poética que Zulema Maza provoca con sus series de invernaderos en blanco y negro, captados a tal velocidad que un jardín con una caminante se convierte en un mar de difusas oleadas por donde alguien anda; hasta el tratamiento que Raúl La Cava da a los colectivos que funcionan como objetos coleccionables, detenidos en un punto del horizonte y ajenos a la movilidad humana; pasando por las secuencias fotográficas sin concesiones de Cristina Fresca y Verónica Riedel. Esta última capta una Cuba en ruinas a partir de interiores y arquitecturas en decadencia.
En Jacobo Karpio se destacó la fotografía del berlinés Frank Thiel. En Diana Lowenstein se exhibió una de las más bellas pinturas de la feria: el saxofonista de Sergio Bazán y los videos e instalaciones fotográficas donde Graciela Sacco capta los tránsitos de las multitudes desde la íntima sensación de extravío y la incesante búsqueda humana. Otro stand impecable fue el de la galería Durban Segnini, con sede en Miami y Venezuela, que trajo al colombiano Omar Rayo –cuya poética del infinito se cifra en las formas elementales y los colores primarios- así como esculturas de William Barbosa, e instalaciones de Milton Becerra. Sammer Gallery rindió homenaje a la abstracción uruguaya, aunque incluyó también a Lucio Dorr y Arévalo Arte a la brasileña.
Pan American Art Projects incluyó a los cubanos Gustavo Acosta y Carlos Estévez, y una excelente muestra de artistas argentinos: exhibió piezas de las serie de pinturas escritas –esa forma esencial de la abstracción- de León Ferrari; las “pinturas” que Tomás Espina hace usando pólvora sobre lienzo; y las obras en metal de Carolina Sardi, que conjugan la geometría pura y las formas orgánicas y que a través de la disposición espacial y de la multiplicación de elementos crean ritmos. Alejandra von Hartz presentó una obra de Silvana Lacarra que traslada las intervenciones geométricas que hace sobre mesas a la indumentaria femenina.
En Pabellón 4 Arte Contemporáneo sobresalió la obra de Sergio Glutman con sus indagaciones en la intersección entre geometría y espacios arquitectónicos. También interesa el modo en que Renata Morini inserta en sus pinturas abstractas textos que funcionan tanto en el nivel icónico como lingüístico y la poética visual de Paula Otegui. Ignacio Iturria sorprendió en Praxis con un video de animación en blanco y negro en el que una criatura trepadora de su invención se desplaza por la urbe. Sebastian Spreng está llevando el influjo del romántico David Friedrich hacia el último límite de lo figurativo en obras monócromas de poderosa intensidad poética. Dos de los stands más interesantes en términos del arte contemporáneo fueron el de Arcimboldo que apostó su espacio a la lúdica trasgresora del Grupo Escombros y vía Margutta, con la impresionante pieza de José Benito, No tendrá título y el Múltiplo de Mateo Argüello Pit. A través de distintos lenguajes reflejan la incidencia que la cavilación sobre temas como la identidad o la culpa o la relación entre individuo y grupo social ha tenido en la creación en Argentina.

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Fotos: Mariano Costa Peuser

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Néstor Zonana, Pabellón 4.

Este año la feria tuvo más cobertura de prensa y una mayor asistencia de coleccionistas. Vendí mejor que el año pasado y pude realizar mejores contactos y afianzar algunos que comencé el año pasado.
Los eventos paralelos a la feria fueron maravillosos y nos brindó la posibilidad de afianzar relaciones.

María Casado Sastre

Es la primera vez que participo en una Feria de Arte en el exterior, llevamos obra de Ides Kihlen y esculturas de Jacinta Grondona. Me encantó haber sido parte de este proyecto. Vendimos e hicimos buenos contactos.