News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
PALIMPSESTOS
Una galería que se reinventa
PALIMPSESTOS

Rosa Chancho es una galerí­a de arte. Esta frase es la que primero utilizan sus gestores para definirse.
Se trata de un espacio particular que conjuga una multiplicidad de ejes empezando por sus padres: cuatro artistas y un teórico. Está ubicado en Dorrego y Niceto Vega en un local donde funciona un estudio de fotografí­a y los lugares de exhibición son en principio tres. Tres ámbitos que se fusionan en tanto arte urbano en la vereda y el barrio: un cubo blanco que también supo salir a la calle en su comienzo, el interior y las paredes propiamente dichas, que serán utilizadas más adelante.
Actualmente, Carlos Huffmann, expone su obra en esta galerí­a, pero su instalación no responde a los cánones de la tí­pica muestra individual, sino que está montada sobre las obras de los cuatro artistas que expusieron anteriormente. El artista utiliza el cubo blanco para mostrar la escultura de un perro desintegrado sobre un suelo de polvo de ladrillo más una brillante pelota de fútbol Nike que cuelga, como un elemento desconcertante y de tensión con la obra. Siguiendo la tradición del palimpsesto, es decir, lo que conserva huellas de una escritura anterior que fue borrada, el visitante observa la obra desde la ventana a través de un recuadro calado sobre contact rojo, un adhesivo que formó parte del móvil triangular, el trabajo que realizó un mes atrás Noelia Yagmurián.
Un poco de historia... Habí­a una vez cuatro artistas (Mumi, Tomás Lerner, Julieta Garcí­a Vázquez y Osí­as Yanov) y un teórico (Javier Villa), todos menores de treinta, que pensaron un espacio donde lo hí­brido protagonizara la escena. Con la idea del cubo blanco, lo pintaron hacia fuera, sobre la ventana y la vidriera. Luego llamaron a Orilo Blandini que atravesó el plano blanco propuesto por la galerí­a y construyó un cubo blanco en su interior. Allí­ ubicó un muñeco de madera pintado al que le sangraba la nariz. Las manchas rojas formaban un camino de 100 metros sobre la vereda que el espectador debí­a recorrer para completar la obra frente a un gran cartel sobre un edificio donde se leí­a "Solo le temo a la muerte". La tercera intervención fue la de Luciana Lamothe que levantó la vereda de Rosa Chancho y ubicó los escombros en el espacio cúbico interior construido por Blandini junto a un cartel que decí­a "Fuerza". En julio, llegó Noelia Yagmurián que instaló un triángulo rojo de tres metros de altura realizado con goma, contact y cintas de almacén, una propuesta retomada en partes por la puesta actual de Huffmann. Y este espacio será reinterpretado en la quinta intervención de Andrea Cavagnaro a finales de septiembre. Como cierre del cronograma anual, en noviembre llegarán los Veedores, otro grupo de artistas entre los que se encuentran Silvia Gurfein, Nancy Rojas y Miguel Mitlag que producirán en el interior del local una obra que dará cuenta lo sucedido en la ventana.

Intervenciones hasta fin de año, en Rosa Chancho, Dorrego 1573