Nota publicada online

viernes 20 de agosto, 2021
Trinidad Metz Brea
La Motherboard
"Genesis.exe"  Mural alto y bajo relieve modelado e impreso en 3D en plástico PLA bioecológico 173x172 2021. Imagen gentileza El Mirador
"Genesis.exe" Mural alto y bajo relieve modelado e impreso en 3D en plástico PLA bioecológico 173x172 2021. Imagen gentileza El Mirador

En su primer muestra individual en Fundación El Mirador, Trinidad Metz Brea sorprendió con una excelente producción de obra modeladas en 3D. Muy buen augurio para esta artista que promete. 

Desde Arte Online compartimos la experiencia de visitar juntos su muestra e intereses:

 

"Detrás de los discursos estéticos y de la eficacia de las imágenes, se halla el espacio del taller del artista; ese territorio íntimo de materiales, laboratorio de ideas cargado de gestos cercanos a la práctica de la experimentación. En ese lugar que se propone como espacio para el ensayo y el error, para el esquema y la corrección, se encuentran  Estela y Gladys, dos impresoras 3D que, generando el zumbido constante de un enjambre robótico, para producir las piezas que hoy se exponen. 

Trinidad Metz Brea crea su propio archivo visual a partir de la selección y recorte de textos e imágenes preexistentes que pertenecen a los universos más dispares. No sólo abreva en la tradición historiográfica de las artes -es casi imposible recorrer su obra sin pensar en Jheronimus Bosch-, sino que también incorpora elementos del mundo del manga, de bestiarios medievales, de libros iluminados de zoología, de juegos en línea y de libros de biología. Con todos estos fragmentos, la artista desarrolló La Motherboard, un nuevo mito de origen de seres fantásticos que nos invita a recorrer, contemplar y a apropiarnos de este universo fantástico, onírico, surrealista, virtual y queer.  

  La Motherboard está conformada por cinco esculturas y una instalación de diversas materialidades - bronce y ABS - compuestas para interactuar entre sí.  El espectador deberá sumergirse y perderse en el interior de los objetos artísticos exhibidos y prestar atención a los elementos que los conforman, a la materialidad, y a las pequeñas pistas que deja la artista para descifrar su universo. 

A partir del recorrido propuesto, como una suerte de rito de iniciación, el espectador activa los vínculos preexistentes entre las piezas. Ingresar en La Motherboard, es como adentrarnos a otra realidad, ser parte de un video juego, como si hubieramos cruzado un portal que nos lleva a un espacio con una dimensión temporal y espacial diferente a la nuestra, donde lo monstruoso, ya no es sinónimo de despreciable, repulsivo, vil, incomprensible. Es la complicidad, lo ambiguo, lo mixto. Los seres de La Motherboard viven en los límites del conocimiento humano, en los límites de los territorios conquistados y en la periferia de lo socialmente conocido. Viven en la otra cara de lo establecido; pero con la gran habilidad de infiltrarse y bombardear el orden hegemónico desde su interior. La monstruosidad en la obra de Metz Brea es la infinita y posible mezcla, unión y cruce entre las categorías socioculturales que conforman su realidad. Es encanto, curiosidad y deseo. Es lo disruptivo, en ocasiones lo excesivamente sexual, lo perversamente erótico, lo que se encuentra fuera de la ley y de la norma.

Al llegar al fin del recorrido, y luego de adentrarnos en una especie de serdab egipcio, nos encontramos con Genesis.exe. Este gran archivo, vivo y mutable, que permite y espera que nos apropiemos de sus datos en busca de nuevas interpretaciones que abran diálogos novedosos no sólo con la tradición artística sino también para entender que todo objeto deviene de otro objeto en el mismo momento que el artista considera terminada su labor en el instante en que comienza a ser objeto de percepción y de reflexión de otros. 

 Los seres de las esculturas ingresaron al plano de la representación, pero dejando un vacío que ahora permite el ingreso del espectador en el espacio plástico. La infinitud de detalles de la escena consigue que logremos adentrarnos en el espacio de la representación, que empecemos a buscar cada iconografía, cada fragmento que lo compone, para intentar así descifrar su significado. Como destinatarios, somos una pieza más de una narrativa que se compone casi exclusivamente de elementos fantásticos. Cuando el ojo recorre cada rincón del mural encuentra referencias que funcionan como hitos reconocibles del universo de la artista, como un guiño de complicidad exclusivo para aquel que conoce su obra. Hay en esta pieza una superación de la dimensión de lo visual. Genesis.exe excede las categorías occidentales de «sublime» o de «pintoresco» y se acerca a una concepción de paisaje más vinculada con la sensibilidad oriental, que contempla todas las posibilidades perceptivas e imaginativas." Irene Gelfman

La Motherboard

Trinidad Metz Brea

Curaduría: Irene Gelfman

Música: Lila tirando a violeta

Texto ficcional: Tobías Dirty

Diseño audiovisual: Kenny Fraymuth para Pics Creativos

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