Nota publicada online

martes 10 de marzo, 2009
Residencia Internacional de Artistas Argentina (RIAA)
Un modelo de gestión independiente con proyección internacional
Residencia Internacional de Artistas Argentina (RIAA)

A días de realizarse la cuarta edición de RIAA, Arte al Día conversó con Melina Berkenwald, una de las creadoras del programa. En esta nota nos cuenta cómo se gestiona uno de los proyectos más innovadores de los últimos años, ya instalado en el ámbito internacional de residencias para artistas.

AAD: Cómo artista que participó en varias residencias, ¿qué crees que va a buscar o a encontrar un artista en una residencia?
MB: Depende del programa y depende del artista. La residencia, ya desde el nombre mismo, propone una situación que da un contexto nuevo para el artista. Trabajar en un lugar nuevo modifica muchísimo el trabajo y el pensamiento del artista, y por supuesto hay una audiencia y colegas nuevos para conocer y dialogar. RIAA tiene un lado social muy importante que incluso predomina al trabajo de taller. Hay otras residencias en las que, para dar el ejemplo contrario, prima el proyecto del artista, y la organización da justamente las facilidades o infraestructura para realizarlo. Cada residencia propone una situación distinta y los artistas eligen esa situación según los beneficie en su trabajo.

AAD: Dentro de las variables y dinámicas que existen ¿qué tipo de espacio propone RIAA para los residentes?
MB: RIAA privilegia el contacto entre artistas del exterior y de Argentina, el intercambio de experiencias y de información. Se hace hincapié en la discusión, la dinámica grupal y el trabajar con un grupo de artistas alrededor. RIAA en particular no pide producción de obra; si el artista quiere traer un proyecto y hacerlo se puede, pero lo que buscamos más que nada es que se establezcan contactos y discusiones que puedan beneficiar al artista en el presente o en el futuro. Cuando se combinan todas esas experiencias, las distintas nacionalidades y generaciones, se genera un intercambio de información muy rico.
Lo interesante es que después de RIAA surgen proyectos, por ejemplo un artista invita a otro que conoció durante la residencia a hacer una muestra o un encuentro, y se crea una red que es algo que sucede todo el tiempo en el arte contemporáneo. Esa red se extiende a nivel internacional y también dentro del país, ya que convocamos a artistas del interior y también convocamos a uno o dos argentinos que residen fuera del país. Yo estoy guardando información de las cosas que suceden después del proyecto, pero en un punto se pierde la noción.
AAD: Teniendo en cuenta que es una residencia corta debe ser una experiencia muy intensa
MB: Sí, se torna intenso. En el hotel de Ostende, donde se realiza hace cuatro años, los artistas tienen los servicios y las comidas incluidas. Esa infraestructura les da una tranquilidad muy grande en donde 12 días, que parecen poco, rinden mucho porque las 24 horas están trabajando en lo que quieren.
Generamos un espacio en donde los cuidamos mucho y pueden aprovechar cada minuto del día para dibujar, leer, mirar el paisaje… porque cada estímulo externo ayuda en tu trabajo hagas lo que hagas, y a veces, esos estímulos no se encuentran en la ciudad donde uno vive. Esta residencia en particular, ofrece la conexión con la playa, con la arquitectura, con las comidas en mesas grupales, con el mar de noche, hay un aura muy poética, de hecho el hotel tiene una tradición cultural y un microclima muy particular.

AAD: ¿Los artistas se conocen previamente antes de ir a Ostende?
MB: Sí, en Buenos Aires se realizan dos jornadas de presentaciones audiovisuales, abiertas al público, donde los artistas se presentan y cuentan sobre su trabajo, es un aspecto educativo del proyecto.
Luego los artistas viajan por 12 días a Ostende, y el proyecto termina allí, con una tarde abierta donde se acerca público en general que le interesa el arte, y se toma contacto con los artistas y con lo que hicieron, porque aunque no ponemos énfasis en que hagan obra terminada, generalmente algo hacen, porque este es un lugar donde se les ocurren ideas que por ahí en su taller no suceden y el ámbito grupal favorece mucho las obras en colaboración. Siempre hay cosas para ver así que invitamos a la gente a venir a Ostende el último sábado.

AAD: ¿Cómo es la selección de los artistas?
MB: Los artistas nacionales son seleccionados por el comité de organización que conformamos el proyecto: Diana Aisenberg, Graciela Hasper, Roberto Jacoby y yo. Los criterios son: que haya cuatro hombre y cuatro mujeres, que haya un mix de generaciones (de entre 25 y 65 años), y también que vengan artistas de distintos “grupos”. No hay temática que limite la cantidad de posibilidades de selección; votamos y discutimos en función de que nos interese el trabajo y que funcione bien en el grupo, porque hay un espacio de convivencia.

AAD: ¿Y la selección de los artistas extranjeros?
MB: Trabajamos con directores de instituciones o curadores que trabajan en el exterior y conocen la escena del país que convocamos. Estos asesores hacen sugerencias que luego evaluamos. Hay otros casos, tenemos una beca del Centro Cultural São Paulo, y ellos envían una preselección, lo mismo pasó con la Fundación Cisneros de Venezuela, donde hicieron una convocatoria especial para RIAA, seleccionaron tres artistas de los cuales nosotros elegimos uno.

AAD: La selección de artistas está pensada en cómo van a actuar en la residencia, es decir, no buscan sólo individualidades sino también cómo van a funcionar en la convivencia
MB: La selección no es fácil, siempre se hizo en relación a criterios que ese año cada uno de los integrantes del comité defendió, y cada año hay disponibilidades y evaluaciones distintas en concordancia con el medio artístico, se han rechazado artistas que vinieron luego.
El proyecto va creciendo y uno va entendiendo más cómo son las compatibilidades en los grupos. La unidad que buscamos y que funciona muy bien, se da porque hay diversidad, complementamos edades y disciplinas, y la diferencia trae la unidad. Aunque tratamos de conciliar, hay un componente de azar que te sorprende, porque a muchos de los artistas no los conocemos.

AAD: En estos cuatro años el proyecto se expandió muchísimo ¿cuáles son las proyecciones para RIAA?
MB: Sí, el proyecto creció mucho, está siendo muy reconocido a nivel internacional y nos han contactado instituciones muy importantes. Por ahora continúa el programa anual, de a poco iremos incorporando variables. Tenemos un camino andado y hay que aprovecharlo, cada año hay algo de continuidad y otras gestiones en las que hay que volver a empezar, por ejemplo, conseguir las becas para los artistas o los sponsors. El proyecto no tiene el sponsor de una institución particular, sino que somos un grupo de artistas que gestionamos todo desde las becas hasta los auspicios de empresas. Me encantaría tener un lugar, o mayor infraestructura dado que ya hay una marca del proyecto y mil variables para hacer.

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Info: Cuarta edición del 9 y el 23 de marzo

www.proyectoriaa.org

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