Nota publicada online
El artista inauguró una muestra con obras realizadas en el último año en el espacio Enso arte en zona norte y que contó con la actuación en vivo del Coro Kennedy, quienes, mezclados entre el público sorprendieron a las visitantes con tres maravillosas canciones.
La muestra puede visitarse en Av. Fernando Fader 3476, Victoria
Un gran elefante, un campo de trigo y otro de calas, una ventana que da a un bosque en blanco y negro con flores rosadas o amarillas y, siempre, la niña. Eugenio Cuttica sigue creando un mundo posible, bello y a veces intimidante pero siempre lleno de magia: porque allí habita “Luna”, la niña de nueve años, pura e inocente y traslúcida. “Es la feminidad en estado de puro, la feminidad que todos extrañamos, esa misma propia de nuestras bisabuelas y que hoy ha desaparecido”, confiesa el artista. “Todas son obras nuevas; trabajo la variedad en la unidad de la obra.” Son pinturas impactantes, realizadas en técnicas mixtas sobre tela y muchas de ellas en gran formato donde se reconoce un dibujante eximio.
“No quiero ser un pintor de un solo cuadro”, asegura Cuttica en la inauguración de su muestra aniversario “Nefelibata” en un fantástico espacio ubicado en Victoria a no más de 40 minutos de CABA. “Detesto estancarme, y estoy haciendo un gran esfuerzo trabajando a morir con todo”. De hecho, en este momento, está presentando cuatro exposiciones simultáneas, en Huelva, España, en un museo en Portofino, Italia, en la Galería Isabel Anchorena y en este moderno espacio Enso arte en Victoria.
“Estamos viviendo momentos extraños; momentos de ingeniería social e ideología binaria. Yo creo que es una ideología forzada desde arriba hacia abajo. Se está imponiendo una hipersexualidad en la infancia, el cambio de sexo y todo eso es forzado,” señala. “Creo que la soledad existencial que percibimos se debe a eso porque hoy es casi imposible construir relaciones duraderas. Todo es touch and go. Y eso se deba a la ausencia de amor que es precisamente una actitud necrófila. La niña que pinto es la feminidad verdadera, es la que todos extrañamos, incluso las mujeres”. La niña está parada sobre una silla, como en un altar y mira hacia el horizonte; podría ser la mirada de la conciencia.
“En tiempos de crisis total y de miserias variadas como el estado de cosas al que estamos siendo sometidos en este momento, yo decido trabajar en doble, porque el ARTE es lo único que mantiene mi poder cognitivo intacto. En este momento estoy trabajando con siete asistentes aquí en Buenos Aires, uno de los lugares del mundo con más bajo Astra. Y estoy trabajando el doble o el triple que antes, solamente para conservar mi salud mental.”
El ARTE dignifica y nos salva: ARTE etimológica mente viene de ARS que significa, herramienta y, TE viene de Teo, que significa Dios; ARTE es la herramienta para llegar a Dios y es lo que nos salva.