Nota publicada online

jueves 2 de julio, 2020
Esculturas en el Jardín Virtual
La clásica muestra inaugura su edición 2020 en nuevo formato
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Gabriela Heras
Gabriela Heras

A partir del viernes 3 de julio a través de la página web del Museo de Arte Español Enrique Larreta. El tradicional ciclo de esculturas inicia el recorrido de su vigésima segunda edición con la coordinación del museo y la curaduría de Delfina Helguera. Este ciclo ideado por Nelly Perazzo en los ’90, tuvo un gran recibimiento y a partir de esta iniciativa el jardín se convirtió en un espacio privilegiado para exponer obras de tres dimensiones

Allí están desde el 20 de marzo, conversando entre ellas en el jardín. Esperando la gran inauguración para ser miradas y admiradas; pero nada de esto sucedió ¡Ellas también están aisladas y en cuarentena! Ni siquiera quienes las crearon pueden acercarse.

Ellas, las esculturas del Jardín del Larreta, hoy se suman a la tecnología y saltan desde el jardín para llegar a cada uno de nosotros, a través de celulares y computadoras, para mostrarse a sus anchas. Desde Arte Online los invitamos a sumarse a este gran acontecimiento.

Juego de Lunas, la creación de María Silvia Corcuera, repliega cada uno de los círculos que la conforma hasta que, la última luna se enrolla como un catalejo para espiar. Entre las hojas de los agapantos, sus formas azules están atentas al mundo que las rodea.

El árbol de Marie Orensanz tiene calado en su cuerpo de aluminio, la formula del dióxido de carbono y del plomo que es perjudicial para la naturaleza. La obra, colocada sobre una maceta en posición invertida, simboliza el rechazo. Una vez mas Marie nos invita a “reflexionar sobre las consecuencias de nuestra relación y responsabilidad hacia nuestro entorno: apreciar lo que nos rodea”; éste es el mensaje de la artista argentina que reside en Paris pero que siempre está presente.

Instante infinito, la obra realizada especialmente por Natalia Abot Glenz para ese lugar del jardín, bajo el magnolio. “Quiere ser una gran flor blanca. pensada para que pueda girar libremente, permitiendo así recorrer con la vista toda su morfología y a su vez, ver el jardín a través de ella. Según la hora del día, de la luz del sol y de la posición de quien mira, la escultura se ve blanca, o nos permite ver a través de sus transparencias, como si nos invitara a ver un poco más allá de lo visible. En su ritmo de giros y quietud, la escultura puede que nos brinde un INSTANTE INFINITO donde mágicamente todo tome otro sentido, un instante donde comprendamos, un poco más, lo mágico de la vida que emana de cada uno de nosotros y de las obras que realizamos”, cuenta la artista.

Monte en extinción la instalación de Claudia Aranovich “nos interpela acerca de las modificaciones en el medio ambiente”. Un líquido emana del tronco de un arbol en medio de un arenal, como parábola de la desertificación y la intervención humana que provoca desastres ecológicos. Realizada con resina con vidrio y arbol entre 2014 y 2019, forma parte de una serie de trabajos en espacios naturales y refiere a la relación entre arte y naturaleza.

Cosiendo heridas de María Guallar, de la serie "de agujas y dedales", es una instalación de una aguja tallada en madera de 3 metros que sutura un tajo en la tierra. “La aguja y el hilo representan lo humano que pretende reparar las heridas de la tierra, provocadas por nuestra propia violencia hacia la naturaleza”.

Percepción Expandida de Paulina Webb, fue creada para este sitio específico. “El seto fue elegido por la luz no tan intensa que presenta y responde a la saturación del color que buscaba. Así los colores asumen otra jerarquía”. "Esta obra forma parte de una nueva serie que está desarrollando la artista donde se cuestiona en su producción nombrarlas de acuerdo a los lenguajes artísticos aprendidos. “Pienso por ejemplo que este trabajo en sitio especifico podría ser una pintura sobre otro soporte ya que en el proceso de producción se ponen en juego muchas preguntas que no tienen que ver solo sobre el espacio en sí mismo. Muchos lenguajes son transversales a una obra, sumado al contexto espacial donde se realiza.”

Eugenia Streb juega con los significados implicitos de la materia y la forma, usándolos como metafora. “Bulbos, tejido de cordón plástico, inorgánico, crece organicamente como un parásito abrazando la rama de la magnolia. Un elemento que no se degrada impuesta por la mano del ser humano sobre la naturaleza, que muere, se degrada y se regenera en nuevas formas de vida”, reflexiona la artista.

Las lechuzas conviven libres con Desirée De Ridder en el campo, son aves sagradas. “Las dos lechuzas de campanario que estan en el Museo forman parte de una serie de retratos que hice mirando la lechuza que habita en el galpón”.

La curva del tiempo, de Julia Farjat, se sustenta en la búsqueda de las formas, con un sentido que no sea ella misma. Definiendo el ámbito y evocando un equilibrio entre la materia y todo, al abrir espacio le agrega el vacío que lo atraviesa “Con el color y las formas sugiero la belleza”, dice la artista de esta obra realizada en chapa soldada y pintada de un rojo vibrante.

La cabeza de Nushi, es una pieza que forma parte de otra gran pieza que se llama "Los viajes de Nushi". Es un autoretrato de Nushi Muntaabski en una escala gigante emulando a los viajes de Gulliver. Esta obra estuvo itinerando primero en el Museo Fortabat en 2014, luego en Neuquen MNBA, Mar del Plata en el Museo MAR, Salta y en el monumento a la Bandera en Rosario. “Ahora el cuerpo está en mi taller, y va a comenzar a desmembrarse, para mostrarse las difrentes partes en diferentes lugares del país.”

Marcela Gasperi realizó para el Jardín del Larreta una obra lúdica -de la serie ‘Juega el juego’- en la que procura que “cada espectador despierte su niño interior para crear una nueva obra a partir de mi obra.’

Trapecio, la obra de Gabriela Heras fue especialmente proyectada para elespacio. Se trata de varios tubos de acrílico que representan las varas del trapecio; son soporte, apoyo, sostén y continente con fluidos pigmentados. “Colores que se escapan, acompañando el paso del sol en el tiempo, no respetan las formas, se estiran vestidos de sombra de color. Ahora cuelgan en el jardín del Larreta de su vegetación. Intervienen como hamacas móviles en la espesura del Jardín, se mecen, buscan un equilibrio”, cuenta la artista de esta mágica obra.

La obra Jermosa Lojojo realizada, en conjunto, por Federico Roldan Vukonich y Carola Zech es una gigantesca dispositiva Trans, emisora y receptora de estímulos sensibles del contexto en el que está localizada. Propone mirar “al otro lado” y “a través de” ya que las cualidades materiales de la pantalla, los brillos, las iridiscencias, las transparencias, asi lo motivan; aparecen reflejados los árboles, las hojas, los pájaros, el público, en un doble juego de destellos y veladuras que el sol y la luz y el viento revelan. Impactante.

Emociones Red de Norma Siguelboim está realizada con piezas de acrílico translúcido, unidas en una cadena de relaciones donde la geometría y el color hablan por sí solos. Las fugas de luz capturan un momento efímero y cambiante fusionándose alrededor con sus reflejos, generando otros planos y espacios que interactuan con las plantas. “Mi deseo en esta serie de obras ‘Presencia’ es retener un momento de luz”, confiesa la artista.

En Esculturas en el jardín 2020 también se mostrará al público el trabajo detrás del montaje de esta exposición. Veinte escultores contemporáneos que exhiben sus obras y a los montajistas del museo trabajando en conjunto teniendo en cuenta que en este tipo de exhibición al realizarse al aire libre se debe tener en cuenta: que la obra se pueda adaptar a las distintas cuestiones climáticas; a la exposición solar; al entorno y el impacto que pueda generar. 

Están organizadas varias actividades relacionadas a la muestra, coordinado por el equipo de educación del museo y se hará un recorrido de los ciclos anteriores de la misma.

Algunos de estos artistas ya han participado de este ciclo, otros lo harán por primera vez desafiando en conjunto los cambios climáticos de esta época para adaptar sus obras, rescatando los matices y contrastes que el jardín otorga. Se trata de mostrar distintas maneras de abordar la escultura desde una mirada contemporánea, jugando con materiales diversos y en diálogo con la naturaleza. 

Este año presentan sus obras: Natalia Abot Glenz, Claudia Aranovich, Valeria Budasoff, Oscar de Bueno, Mónica Canzio, María Silvia Corcuera, Julia Farjat, Luciano Garbati, Marcela Gásperi, María Guallar, Gabriela Heras, Juan Pablo Marturano, Nushi Muntaabski, Marie Orensanz, Pablo Ortiz, Desirée de Ridder, Federico Roldán Vukonich, Norma Siguelboim, Eugenia Streb, Paulina Webb y Carola Zech.

Bienvenidos a la muestra!

 

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