Nota publicada online

martes 13 de noviembre, 2012
Brilla, desde Ushuaia, la luz del Mes del Arte Fueguino
Parte II
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Brilla, desde Ushuaia, la luz del Mes del Arte Fueguino

Parte II

Entre el agua y la montaña, en un marco de imponente naturaleza, la ciudad de Ushuaia creció incesantemente al ritmo que le impusieron las industrias radicadas en la isla; sin embargo, este indiscutible y beneficioso desarrollo debió pagar el precio de la polución ambiental y visual que ocasionaron los residuos, convertidos -a pesar de la preocupación de sus pobladores- en presencia insoslayable en el paisaje. No obstante, esta desagradable y no querida circunstancia sirvió para que Federico Bruni hiciese alquimia, transformando lo inútil y desechable en “ópera artística”. Su sensibilidad e ingenio convirtió la basura tecnológica en objetos de luz, de modo que cada una de las lámparas – ya desechadas por inservibles- mutó su naturaleza para resignificarse, por obra de este joven y talentoso artista, en nuevos objetos de mágica luminosidad. En este mismo camino, Gustavo Facciuto eligió cajeros automáticos en desuso para convertirlos, con industriosa originalidad, en elementos de valor estético.

Malala Lekander utiliza el vidrio fusionado como medio expresivo. La metáfora contenida en el juego de la rayuela le permite ficticiamente alcanzar el cielo, pero cuando el juego se conforma con residuos contaminantes, dejados por los visitantes en una reserva de pájaros, lo lúdico y gozoso se convierte rápidamente en un llamado de atención. En otra de sus obras -‘Fragmentados”-, habla del desarraigo, de la búsqueda y de la pérdida. Sus obras retratan con los ojos abiertos y con los ojos cerrados de aquellos que llegaron a Ushuaia sin encontrar una identidad; “no son de aquí ni son de allá”, añoran y olvidan a la vez, partieron sin llegar. 

Laura Aguilera recurre al video para mostrar los colores de la tierra, sus luces y sus sombras. El pequeño formato del reproductor invita a la intimidad. María Laura Sabatini se siente parte del paisaje fueguino e intenta, con éxito, trasmitir su experiencia al espectador. Para ello se vale de una proyección de sus pinturas y de un juego de espejos que sumerge en el paisaje evocado.

Es una característica que los distintos lenguajes encuentren sus respectivos espacios de expresión: Mientras Cecilia Souza, pintora sin tapujos, presenta una instalación que habla de la historia de la pintura, el Grupo del Borde de Santa Cruz -formado por Sonia Cortez, Adriana Opacak, Bettina Muruzabal y Liliana Solari-, reflexiona sobre  creencias y principios; algunos de hondo contenido ético, como la representación de la justicia y de la injusticia. Las fotografías de Gaby Sais registran el horizonte de los adolecentes que eligen la maternidad como medio de realización. Alfio Baldovin y María Luján Gasillón tratan de capturar en sus imágenes la fantasiosa búsqueda de “El Dorado”, constituido por el imaginario del empleo ideal y bien remunerado que se atribuye a Tierra del Fuego; Rodrigo Muñoz Egairaz elige como medio expresivo a la luz “no natural’ que ilumina las noches de Ushuaia, mientras Pablo Fabro cautiva con sus paisajes captados como un puente emocional para trasmitir la sensación de las largas y oscuras jornadas de esta ciudad austral. María Elena Jacob fotografía el fuego como fuente de energía y las fotografías de Cecilia Loiácono se tiñen de distancia al recrear la sensación producida por la mirada a través de un cristal. El Grupo Belor, trabaja con los sonidos y las imágenes vernáculas, sus fábricas, el viento y el mar; la música, las bocinas y el canto de Lola Kiepja -la última chamán-, sumergen al espectador en el pasado y presente fueguino. Como contrapartida, en el video performance de Mónica Alvarado, la obra se construye con el dibujo en movimiento: La acción del viento, la arena y el canto del mar hablan de “su” tierra ritual.

La enriquecedora experiencia de los artistas fueguinos se completó con la participación de otros artistas de la región que aportaron la poética de sus miradas. Paula Rivera Barca y Javier Canales Mayorga, pareja de artistas que vive y trabaja en Punta Arenas, Chile, ambientó la panadería del presidio con una instalación que refiere evocaciones del nido familiar como metáfora de nuestro modo de habitar el mundo. Las sugestivas piezas guardan el secreto ancestral del oficio de tejer el junco. 

Valeria Conte Mac Donell de San Martín de las Andes tejió con tanza transparente el perímetro de su futura casa; durante las noches de invierno lo regaba y, con la complicidad de las bajas temperaturas, se dibujaba su casa de hielo; a la mañana siguiente el sol colaboraba indefectiblemente a derretirla. El bellísimo registro de esta obra efímera constituye una verdadera Conquista de lo inútil. 

Vivir y trabajar en esta región de nuestro país es una tarea difícil, prueba de esto fue la experiencia vivida por Nadia Guthmann, quien reside en Bariloche; la obra que debía exponer, por un problema del transporte quedó varada en Buenos Aires. Pero la creatividad de la artista encontró la luz y el espacio destinado se pobló de seres vivos que la bióloga- Guthmann solía ver a través de su microscopio. 

La luz ilumina, es guía y abre caminos, tal vez por esto fue que para esta segunda edición, Ana María Battistozzi invitó a quien curó el camino de la edición inaugural: Matilde Marín. Importante y trascendente grabadora, fotógrafa y videoasta, que acaba de presentar su último proyecto – Pharus- en la galería Patricia Ready de Santiago de Chile. Así, el faro del fin del mundo, aquel que la artista fotografió en el 2011, ilumina con renovada luz este nuevo desafío, que a partir de este año se desarrollará de manera bianual.

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El Sur, una Luz…….

¿Qué es aquello que brilla a la distancia?, El interrogante atraviesa los siglos y ha intrigado desde los navegantes del siglo XVIII a los hombres de las últimas décadas que buscaron un futuro promisorio. De los fuegos Yámana a los faros de las costas y las luces de las fábricas; la luz del Sur ha sido a la vez un enigma y una ilusión. Fantasías y realidades la rodean y ese caudal, con sus contradicciones ha sido central en las reflexiones que pretendió suscitar el MAF 2012. Apenas un punto de partida, un eje aglutinador para que cada artista se inscribiera en él desde la perspectiva de su propio proyecto creador.

AMB

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