Diego Obligado Galería de arte presenta una selección de pinturas de María Suardi producidas en los años ‘70.

“Lo que demuestran estas obras, pintadas con una factura impecable, es que en pintura el espacio se hace; no es algo dado. Se genera espacio, experimentalmente, a partir del movimiento teórico de una forma pura en el plano. Aplica el claroscuro como verosímil visual de mundos posibles, de realidades otras, de lugares. Una línea de horizonte, en ocasiones, sirve para que los volúmenes geométricos virtuales parezcan naves o estaciones espaciales, flotando. Y a la vez no significan nada de eso. Sólo son lo que vemos ahí. La maravilla de cada una de estas obras está en su devenir mundo. 

María Suardi, artista plástica mujer y rosarina, se abrió camino con absoluta legitimidad y ejerció con inapelable autoridad su propia heterodoxia americana dentro de un canon internacional eurocéntrico y patriarcal. Y esta solidez de su trabajo es la base para que ella haya desplegado y siga desplegando un estilo singular, único, lírico quizás, que reviste racionales formas puras con la carnadura de una belleza sensible, y nos lanza al deleite de la ensoñación”.   

Fragmento del texto escrito por Beatriz Vignoli.

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