Nota publicada online

miércoles 25 de octubre, 2023
Nicola Costantino en Fundación Santander
PaRDes, el jardín del tiempo suspendido
por Alejandro Zuy
Nicola Costantino en Fundación Santander

La artista rosarina Nicola Costantino exhibe en la Fundación Santander PaRDes, el jardín del tiempo suspendido, un proyecto site-specific en continua expansión realizado en cerámica con la tradicional técnica japonesa nerikomi.

En el diáfano espacio de la Fundación Santander, ubicado sobre la transformada Av. Paseo Colón, se despliegan formas exuberantes, sonidos, movimientos sutiles y una infinidad de matices cromáticos que conforman una suerte de invernadero virtual en pleno proceso, cuyo contraste con el frenesí de la ciudad que lo circunda, puede orientarnos hacia una experiencia donde la perplejidad puede hacerse presente.
Huerto en hebreo se dice pardes y esta palabra se encuentra claramente asociada a otra palabra: paraíso. Pero, más allá de la literalidad de la traducción, el término alude a algo más complejo y revelador, instantáneo y fugaz. Esto último resulta clave para comprender cómo una recreación de la naturaleza, compuesta por cientos de flores que resaltan por su profusión barroca, su detallismo mimético y su fertilidad creativa, -dispuestas en su mayoría al modo de cúmulos flotantes- nos atrape ipso facto para a continuación obligarnos a reflexionar acerca de la distinción entre lo vivo y lo inerte, lo orgánico y lo inorgánico.
Las ambivalencias que aquí nos inquieren -reforzadas en algunas de las piezas por su confluencia con vegetales reales- recuerdan por un lado, como decía Eugenio Trías, que lo siniestro es condición y límite de la belleza de la representación -sin su referencia no se produciría el efecto estético- y por otro, que la intervención creciente de la técnica ha erosionado los límites que regían entre lo viviente natural y lo artificial maquínico.

Más allá de la sala central, cerca de una escalera que conduce a una terraza, se halla una naturaleza muerta donde el rostro de Costantino emerge de entre las flores de un jarrón. Arriba, cierran el recorrido una obra realizada con pequeños mosaicos y unas impresionantes flores de mayor dimensión que las anteriores, con sus pétalos abiertos al aire libre, rodeadas de los cristales que cubren las caras interiores del edificio.

En conversación con Alfredo Aracil la artista declaró: “siento que, antes del siglo XX, en el arte había un gran valor poético que vale la pena rescatar para la contemporaneidad. Por eso, pensé en recuperar el arte de las flores, que representaba la finitud y la fragilidad de la vida y la belleza”. Este rescate se vale de la técnica nerikomi, una técnica tradicional japonesa para crear patrones con arcilla coloreada, hoy revalorizada como sustentable. PaRDes, el jardín del tiempo suspendido además tiene una implicación social, ya que fue realizado junto con integrantes de la Fundación Todavía es Tiempo.
En momentos oscuros para el planeta como los que nos toca vivir, se hace imposible no suscribir la intención de Costantino para quien “la idea de las flores es detener el tiempo de la destrucción. Congelar la belleza y lograr que no se degrade”

PaRDeS: el jardín del tiempo suspendido, intervención site-specific de Nicola Costantino se podrá ver hasta el 30 de noviembre en Fundación Santander (Av. Paseo Colón 1380). Entrada gratis.

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