La muestra Arte argentino ac­tual en la Colección del Mal­ba. Obras 1989-2010 pone al al­cance del público parte del acervo de la institución, des­taca su política de ad­quisición de los últimos años y propone una na­rra­tiva posible so­bre el arte ar­gentino de la é­poca.
Con la curaduría de Mar­ce­lo E. Pacheco, director ar­­tístico del Malba, se pre­sentan más de cien obras de sesenta artistas, las cuales permiten recorrer distintos momentos de la producción plástica de es­tos últimos veinte a­ños en nuestro país, con es­pecial énfasis en la década del 90.
En el catálogo de la exposición, Pa­checo señala que durante los años 90 convivieron tres camadas de artistas: la de los iniciadores under de fines de los años 80; los formados a partir de 1993; y aquellos que surgieron del recambio que produjeron el Taller de Barracas y la Beca Kuitca -esta última vigente hasta hoy.  
Uno de los promotores fundamentales del gran dinamismo de la época fue el Centro Cultural Rojas, entre 1989 y 1992, junto a instituciones y galerías como el ICI y Ruth Benzacar, entre otras, que se expandieron en el ámbito porteño y por ciudades como Bahía Blanca, Rosario, Córdoba, Mendoza y Tucumán.
La muestra presenta obras de destacadas figuras. Abre la exposición el trabajo de esa gran artista que fue Liliana Ma­resca. Le siguen las propuestas de Cristina Schiavi, Marcelo Pombo, Jorge Gumier Maier, Pablo Siquier, Jorge Macchi, Se­bastián Gordín, Graciela Hasper, Magdalena Jitrik, Fabián Burgos, Alberto Gol­denstein, Daniel Ontiveros, Mónica Girón, Nicola Costantino, Raúl Flores, Marcos López, Esteban Pas­torino, Dino Bruzzone, Nushi Muntaabski, Hernán Marina, Cristina Piffer, entre muchos otros.
También están quienes comenzaron a gravitar sobre el campo artístico en el inicio de este nuevo siglo: Tomás Espina, Flavia Da Rin, Matías Duville, Catalina León, E­du­ar­do Na­­va­rro, A­dria­na Bus­tos, entre otros. Res­­pecto de este último mo­mento, Pa­checo consideró que “to­davía es muy temprano pa­ra ca­rac­terizar el período”, aun­que indicó que se si­gue con la libertad que se tenía en los años 90, se aceleraron aún más las ca­rreras y los artistas ha­cen residencias en el exterior.
En cambio, la década del 90 presenta un perfil de­finido y ya es parte de la his­toria del arte argentino. “Es la gran década de quiebre des­pués del boom de la vuelta a la pintura que se había dado a principios de los años 80. Desde fines de los 80 no hay una estética que domine el campo. De golpe todo se hizo posible”, señaló Pacheco a Arte al Día. Y destacó que, a pesar de ser el momento en que se produjo la globalización artística, la mayor parte de las obras no dejaron de tener componentes locales como, por ejemplo, el gusto y el cuidado en el detalle, cierta melancolía e ironía.
Cuando se mira en conjunto el llamado “arte de los 90” rápidamente se pone en evidencia su gran diversidad en cuanto a soportes -fotografía, pintura, instalaciones, video, dibujo, collages, esculturas- y contenidos, que dan lugar a una multiplicidad de propuestas. Dar cuenta de esta variedad fue y es uno de los objetivos del Programa de Adquisiciones del Malba, que se creó en 2004.
El museo abrió sus puertas en septiembre de 2001 con 228 obras de la Colección Eduardo F. Costantini de arte latinoamericano del siglo XX. En la actualidad ya duplicó su patrimonio. “Uno de los ejes de celebración de estos diez años es el aumento del patrimonio porque es uno de los servicios básicos que uno puede brindarle al público”, concluyó Pacheco.

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Info
Hasta el 29 de agosto
Malba - Fundación Costantini - Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Av. Figueroa Alcorta 3415