En alusión a la herencia, la fertilidad y el encuentro posible estas obras muestran su acabada síntesis, algunas de ellas abstractas de formas geométricas, conviviendo con otras donde las formas parecen un resto o un soporte que acompañan y contienen el relato.

Los trabajos abstractos parecen constituir circuitos: planos geométricos, líneas y colores brillantes conforman un todo en que cada una de sus partes delinea un recorrido. A veces una pequeña repetición formal parece señalarnos lo que allí aconteció, azaroso y exacto. En las obras más figurativas pareciera también azaroso y exacto el encuentro de unos personajes lineales que dejan al resto del universo en suspensión. Con simpleza y profundidad las figuras se desprenden de aquellas formas más duras creando una circulación mágica: expectantes de lo que está por suceder, de lo que allí aconteció y a la espera de las nueve lunas. Símbolos básicos que dejan ver la complejidad y simpleza de cada encuentro.
La muestra entera deja resonando, a través de la economía y precisión de sus elementos plásticos, lo azaroso y exacto de toda creación.

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Info
Cerró el 6 de septiembre, en Palatina: Arroyo 821