Importan nuestras miradas. Importa lo que se piensa. Importa sentirnos mirados por lo visible ante nosotros como resultado de unas prácticas artísticas que aportan sus perspectivas para renovar el sentido colectivo, que deambulan por los contornos de la sensibilidad planteando hendiduras, alojándose en resquicios, aprovechando sus intersticios.
En los últimos dos meses los espacios emblemáticos de la capital mendocina, muestran que las voluntades de hacer de algunos artistas superan la desidia y maltrato de los espacios. Así en un maltrecho ECA, lo mismo fue posible disfrutar-reflexionar la propuesta de Pía Zanaboni, “Límite imperfecto”, que lleva a la perfección la exquisitez de su montaje, haciéndose cargo de poner en acto sus potencialidades, para que nada interrumpa la ficción propuesta, el diálogo generado por una obra sutil e intensa. Mientras, en las alturas de la rotonda del último piso las fotografías de Sara Facio, mostrando la estética del peronismo en duelo, una mirada sobria, templada y plena de sentido, que elude el amarillismo para mirarnos desde aquel ya lejano acontecimiento, como también de otros atrapantes retratos.
Seguimos en el ECA, en la siguiente puesta, presentó una megamuestra curada por Sergio Rosas y Eva Rodríguez, que continúa el ciclo Mujer y Sociedad, con el titulo de “Hacia la deconstrucción de lo hegemónico”. Las obras de más de 900 mujeres entre 3 y 90 años,-entre artistas, periodistas y simplemente aficionadas al arte- aportan la propia mirada sobre la sociedad actual, sus miedos, las dificultades, los arquetipos de belleza que imponen las modas, la ancianidad, el trabajo, la migración y la inserción en un nuevo medio. Un esfuerzo descomunal con un resultado acorde.
En otro espacio capitalino, el MMAM, siempre surtido de problemas edilicios y de falta de presupuesto, pretende una buena voluntad que termina saboteando los mejores intentos de los artistas, como la desesperación de Carolina Simón y Cristian Martínez que luego de las dificultades para montar una obra planteada con esmero como lo es la performance fotográfica “Cicatrices urbanas”, luego debieron correrla para realizar refacciones. Hechos que nos miran desolados.
María Cantera, patagónica, pero sanrafaelina por adopción, incursionó en la capital, en Espacio Modigliani, con una muestra de sus creaciones digitales con su dejo de sensibilidad pictórica y su impronta de diseño, piezas gráficas de impecable factura.
En tanto la mirada perspicaz y la buena memoria visual de la flamante directora del Museo de Bellas Artes de San Rafael, María del Carmen Márquez, permitió rescatar de una ilegítima apropiación una obra patrimonio de esta institución- vale aclarar que a Arte al Día le cupo un papel importante en esta pesquisa. Un grupo compacto y entusiasta se encuentra en la lucha de recuperar de un intervalo infecundo una institución de accionar paradigmático para el sur mendocino y quiere volver a lucir su antiguo esplendor.
Importan nuestras miradas. Importa que lo visible nos toque.