Para muestra basta un botón: sabemos muy bien lo que queremos y, en algunos casos, estamos aprendiendo a conseguirlo. Construir significa observar y escuchar para luego actuar; trabajar en equipo, con una meta clara y poniendo el alma. Así, los resultados llegan indefectiblemente. Y esto es lo que se respiraba al recorrer la reciente edición de arteBA 08, la Feria de arte contemporáneo de Buenos Aires. Una feria equilibrada, con excelente nivel de obra y muy cuidada en todos los aspectos.

Recorrerla resultó estimulante; se percibía una energía contagiosa producto de un entusiasmo genuino. Con diecisiete años, la feria alcanzó su madurez y podemos tener la certeza de que está al nivel de las mejores ferias internacionales. Tenemos maravillosos artistas y estamos construyendo para ellos, entre todos -poco a poco, con mucho esfuerzo y, principalmente, con constancia- una excelente plataforma de despegue. Debemos estar orgullosos de este logro; porque esto lo hacemos todos; cada uno desde el lugar que le toca: curadores, organizadores, críticos, galeristas, directores de museos, gestores, prensa y también los coleccionistas y el público que se vuelven cada vez más exigentes.

En una feria, los buenos resultados se traducen en buenas ventas y éstas llegaron a pesar de todos los pronósticos. El arte, una vez más, demostró su condición de valor refugio. Como también quedó demostrado en las recientes subastas de Christie’s y Sotheby’s, de New York, en dónde el arte argentino alcanzó la inédita cifra de 4 millones de dólares con un récord absoluto para un Quinquela Martín de 1926 vendido en 421.000 dólares. Pero más allá de las cifras, el arte constituye un refugio porque nos conecta con nuestra esencia, con lo estético y elevado, con nuestro ser espiritual.

Sabemos también que queremos un país grande ¡Ese es nuestro verdadero refugio! Con mejores instituciones, más libertad, desarrollo económico y realización personal para todos. Preocupados por el futuro del país, un grupo de pensadores –Marcos Aguinis, René Palestra, Felipe de la Balze, Rosendo Fraga, María Angélica Gelli, Mariano Grondona, Juan Archibaldo Lanús, Félix Luna, Avelino Porto, Daniel Sabsay, María Sáenz Quesada y Horacio Sangunetti-, elaboró un documento, en el que proponen el gran Acuerdo del Bicentenario; un decálogo para avanzar hacia una comunidad segura, libre de amenazas, respetuosa con el prójimo; en la que se enseñe a obedecer la ley, se combata la delincuencia y se garanticen los derechos de sus habitantes para alcanzar la Argentina que todos queremos. Una Argentina que recupere su prestigio y credibilidad internacional.

Podemos estar contentos, en algunos campos, por lo menos en el campo del arte, lo estamos logrando. ¡Pero pensemos en grande y construyamos entre todos, sin egoísmos, con flexibilidad y creatividad, un país mejor!