La exposición La Mirada Discreta que se exhibe en el Espacio Fundación Telefónica reúne a dos artistas europeos de reconocida trayectoria en el ámbito del video arte: el francés Robert Cahen y el alemán Marcel Odenbach. El primero es ampliamente conocido en nuestro paí­s a través de numerosos festivales de video que lo han tenido como invitado o protagonista; el segundo es una figura poco conocida en nuestro medio, aunque es uno de los protagonistas de la historia del video a nivel internacional.
Solange Oliveras Farkas, directora del festival VideoBrasil uno de los encuentros de video arte más importantes del mundo y curadora de la exposición, los ha reunido por la particular forma en que cada uno observa el mundo contemporáneo. Según sus propias palabras, "la mirada de Cahen es hacia adentro, la de Odenbach hacia fuera". El tema del viaje nuclea estas miradas, dándoles un marco y un sustento conceptual.
Efectivamente, Robert Cahen ha construido, a lo largo de los años, un conjunto de obras en las que el mundo aparece transfigurado en un espacio oní­rico y subjetivo. Apelando con insistencia a la cámara lenta y a la distorsión visual y sonora, elabora universos extrañados donde la realidad inmediata se transforma en un campo de experimentación, tanto plástica como conceptual. Sus trabajos lo han llevado a investigar el paisaje no europeo: Japón, la Antártida, los Paí­ses Nórdicos, han pasado frente al lente de su cámara para convertirse en terrenos enigmáticos, dotados de una belleza elemental.
Por su parte, la aproximación de Marcel Odenbach no es menos sugerente aunque suele ser un poco más directa. El artista alemán prefiere internarse en la historia social, polí­tica y cultural de los lugares a los que dirige su mirada, antes que verse seducido por su presencia inmediata. Desde la década del setenta, su estilo se ha mantenido más o menos constante, aunque sus intereses hayan mudado sus objetivos. Seducido por la confrontación y la acumulación de material audiovisual plagado de referencias culturales e históricas, Odenbach suele ofrecer una compleja articulación de imágenes que exigen ser decodificadas en función de saberes e informaciones de circulación social.
Aunque los estilos y las formas de trabajo de ambos artistas son bien diferentes, su reunión en esta exposición permite encontrar algunos elementos comunes, establecer un contrapunto entre sus perspectivas, comprender los aspectos de su trabajo que los han llevado a caracterizar un momento de la historia del video. En algún sentido, son dos artistas formados en la vieja escuela del video arte, preocupados por el lenguaje electrónico y las estructuras de sentido de las que el medio es capaz.
Junto a un conjunto de piezas recientes, presentadas preferentemente a la manera de videos instalados, la muestra incluye una importante selección de obras históricas que permiten contextualizar e historizar la producción de cada artista. En este sentido, la exposición propone internarse en el universo de estas figuras, en sus investigaciones y obsesiones constantes, en sus formas de hacer y de pensar.

Hasta el 14 de enero de 2007, en el Espacio Fundación Telefónica, Arenales 1540