Con 110 enormes velas encendidas en sus escalinatas, rodeado de artistas y personalidades de la cultura, globos y piñatas, música y baile, y tres espectaculares tortas/obras de arte, nuestro Museo Mayor festejó un promisorio aniversario con excelentes expectativas.
Américo Castilla, director de Patrimonio y Museos y actual presidente del Comité Asesor que lo dirige, fue el encargado de recibir a los invitados junto a Andrés von Buch, vicepresidente de su Asociación de Amigos.
El Secretario de Cultura de la Nación, José Nun, anunció que está a la firma el decreto por el cual se aprueba el presupuesto para la nueva estructura que incluye un director artí­stico y un director ejecutivo para el museo. Hecho que se concretarí­a antes de fin de año y que permitirá, finalmente, llamar a concurso para cubrir esos cargos directivos. La ampliación de edilicia es otra necesidad ineludible, ya que hoy sólo se exhibe el 8% de las 12.000 obras de su patrimonio; el Bicentenario es una excelente oportunidad para hacerla realidad. Lo que sí­ es ya una realidad es el decreto que tiene fuerza de ley firmado la semana pasada y que protege nuestro patrimonio gracias a un riguroso control de fronteras. ¡Tres buenas noticias para la cultura y para celebrar!

Nuestro Museo Mayor cumplió 110 años de existencia y su Asociación Amigos de Bellas Artes, 75. Al revisar la historia, nos damos cuenta de que es impensable concebir al uno sin la otra.

Él: el Museo Nacional de Bellas Artes se inauguró el 16 de julio de 1895 y abrió sus puertas al público en la Navidad de 1896. Su primer director fue Eduardo Schiaffino y su primer domicilio, se estableció en pleno corazón de Buenos Aires, el Bon Marché, lugar que actualmente ocupan las Galerí­as Pací­fico. Por aquellos años tanto fue el incremento de su patrimonio que, en poco tiempo, las obras compradas y donadas rebalsaron su capacidad. Una nueva estructura de hierro y vidrio, recién llegada de Paris, instalada en la Plaza San Martí­n, y que habí­a funcionado como Pabellón Argentino en la Exposición Universal de 1889, fue la elegida como domicilio que funcionó hasta 1932. Es entonces cuando la Municipalidad de Buenos Aires decide darle su morada definitiva: la Casa de Bombas, edificio construido en 1870 y refaccionado especialmente por el arquitecto Alejandro Bustillo. Un proyecto inspirado en los mejores museos europeos que le dio por primera vez su verdadera identidad. El Presidente de la Nación, Agustí­n P. Justo le otorgó su mayorí­a de edad al reinagurarlo el 23 de mayo de 1933.

Ella: la Asociación Amigos del MNBA, fue fundada el 22 de octubre de 1931, por un grupo de visionarios que percibió la soledad de Él y decidió acompañarlo y apoyarlo. Unos dí­as después, nace en la misma ciudad una mujer que llegarí­a a ser su alma mater: Nelly Arrieta de Blaquier. Una misma estrella guiaba a ambas: sostener económicamente y expandir al mas importante reservorio de arte de toda América del Sur, nuestro Museo Nacional de Bellas Artes.
Él cumple hoy 110 años; Ella sólo 75.

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MANDATO FUNDACIONAL DE LA AAMNBA

Artí­culo 1º:
Allegar su concurso moral y pecuniario con el fin de enriquecer las colecciones del Museo y secundar la acción oficial para el mejor desarrollo del arte;

Artí­culo 2º:
Organizar conferencias, exposiciones temporarias o permanentes y de una manera general recurrir a todos los medios de acción con el fin de alcanzar los objetivos enunciados en el artí­culo anterior y de desarrollar el sentimiento artí­stico social.