Para aquellos que gustan del desnudo la exposición de Rómulo Sidañez en galerí­a Palatina es una fija. Alrededor de 30 obras realizadas en gouache, pastel y carbonilla plasman el desnudo de forma singular.
Las obras de la exposición presentan distintas formas de representar un cuerpo. Algunos son bien figurativos pero otros llevan esta cualidad hacia su antí­tesis derivando sólo en pura materia. En éstos últimos casos, donde prima la carga gestual, el cuerpo brota de la mancha gracias al tí­tulo que orienta al espectador sobre lo que debe ver en la obra.
En la muestra pueden verse tres "collages de imágenes" integrados por dibujos en lápiz donde se mezclan bocetos o ensayos preparatorios junto a croquis que dan cuenta de la maestrí­a de su dibujo.
Variedad de posiciones y dinamismo, los desnudos -muchas veces sin rostros- parecen plantear que el verdadero protagonista de las obras son las poses. Y bien podrí­a decirse que sus dibujos son el "esplendor de la pose", no hay una que repita a otra y, por supuesto las hay de todo tipo. Poses eróticas, cómicas, paródicas pasando por las variantes del género enriquecen su escritura del desnudo.

Hasta el 23 de octubre en Galerí­a Palatina, Arroyo 821