Algunas obras rozan el constructivismo y otras una peculiar figuración, pero en ambos casos es fácil reconocer que fueron realizadas por la misma mano. El dueño de estas lí­neas precisas y seguras se llama Luis Grosclaude, artista que ya hace un par de décadas ha venido trabajado en la construcción de su propia poética. Basta mirar una de sus obras para adivinar que él es quien está detrás de ellas.
La exposición presenta dos conjuntos de obras. Un grupo trabaja formas cercanas a una estética constructivista que por momentos sugiere cierto arcaí­smo y alude al mundo precolombino. El otro grupo, presenta la figura femenina realizada a través de formas rectas y geométricas. Este tipo de construcción no impide el fácil reconocimiento de sus posiciones eróticas a partir de lo que la forma y la pose nos insinúan.
En ambos casos, las obras están realizadas sobre fondos negros o blancos lo cual posibilita una mirada unidireccional hacia la forma. Casi en la totalidad de los trabajos expuestos se respeta el uso de los colores primarios volcados en forma plana.
Grosclaude lleva la misma forma constructivista a tres esculturas que pinta respetando su poética.

Hasta el 26 de septiembre en Alvear Arte y Joyas, Av. Alvear 1883, Galerí­a Promenade