Si repasamos nuestras vidas en los últimos seis meses, hay una constante registrable con cualquier persona: ha tenido que recurrir a lo digital como consecuencia del distanciamiento social obligatorio. Los que compartimos la esfera del arte, hemos ‘asistido’ en modo virtual y plenamente garantizado gracias a nuestra conexión a internet, a conversatorios, reuniones de todo tipo, clases que expanden nuestros conocimientos y, un sinfín de cosas que han ido sustituyendo lo presencial y los traslados. Adriana Rosenberg, referente local indiscutible, comentaba en una conversación del programa de radio de Alicia de Arteaga, que uno de los valores enormes que nos ha traído la pandemia es la posibilidad de formarnos. ¿Cómo? Pues con los contenidos que comparten en sus redes y sitios web, la mayoría de los museos e instituciones del mundo. Se trata de contenidos teóricos ahora liberados al que los quiera aprovechar: catálogos, cuadernos teóricos, podscat y cápsulas que han filmado especialmente los protagonistas.

Comencemos a hablar con los tiempos que corren y empezaremos por la definición que Wikipedia preparó sobre uno de los términos más usados:

El podcasting o podcast consiste en la distribución de archivos multimedia mediante un sistema de redifusión, que un usuario puede descargar para copiar y escuchar en un dispositivo personal posteriormente a su difusión original y que permite opcionalmente suscribirse.

Tal como afirmamos, desde hace no mucho tiempo, nos encontramos mejorando nuestro sistema de posteo en las redes, usando básicamente Instagram como plataforma y en menor medida Facebook. Sistemas que agilizaron las presentaciones con un nuevo formato que ahora se llama carrousel de imágenes, definido así por una plataforma web de enseñanza creativa en España:

Podemos crear un slideshow, un carrusel, una galería de imágenes o simplemente una pequeña presentación sin necesidad de echar mano de JavaScript o jQuery.

El término, fue escuchado en un reportaje reciente a Sandra Antelo Suarez, a quien conocimos en la excelente muestra de Proa Alexander Calder: Teatro de Operaciones. Al referirse al proyecto These Time que originó en las redes a través de su fundación TRANS con sede en NY, donde 50 artistas y 50 instituciones subieron sus estampillas para mapear este tiempo con la reunión de voces y gestiones que atraviesan dos continentes. Una vez en la página de Instagram hay que seguir mirando cinco o seis imágenes que amplían los datos sobre el artista participante.

Feliciano Centurión

Ivan Ortega

En los espacios tanto de galerías como de museos, el trabajo mayoritariamente se centró en activar de modo hiperactivo, las funciones que habían sido pensadas como complemento necesario para poder ser conectadas por muchas personas sin importar el lugar de residencia. Sitios web y redes sociales se convirtieron en valiosos espacios de comunicación que mantienen activas las relaciones comunitarias mientras el personal trabajaba a distancia, usando a pleno el home office.

Dentro de esas características tan utilizadas por todos nosotros, aparecieron ventajas, como la de poder ‘agregar’ una expansión a la arquitectura, la Sala 10 del MUAC en México DF, es un hecho, muy interesante para navegar por la cantidad de posibilidades que ofrece: se puede escuchar voces y sonidos, ver videos, pausarlos y acceder a esto en el horario del día que más nos convenga y cuantas veces sea necesario. Viajar en avión a México y pagar una entrada, ya no sería necesario, aunque sea posible en breve el uso de aviones.

E incluso es interesante el caso de Rolf Art, quienes desde su inicio están asociados con la fotografía y los nuevos medios, convocando a nuestra investigadora y curadora internacional Andrea Giunta. Por capítulos subieron a la web, y convocaron a distintos eventos de conversación en un cronograma pactado, la excelente muestra Pensar todo de nuevo, desafío hecho para la web enteramente, pero que ahora, con el protocolo existente en Buenos Aires para visitar galerías de arte, se puede ir a ver de cerca y en forma presencial. Vasto recorrido por artistas que de algún modo anticiparon o sugirieron con sus obras un escenario donde el presente se mostraba inquietante y un reto a superar, en la galería Rolf también hay un enlace para ver el caudal de datos que se puede colectar de cada artista seleccionado, sólo basta escanear un código QR y seguir la voz de la curadora en sus argumentos o acceder a información pertinente que se asocia a lo exhibido. Para los visitantes, es un plus que puede explorarse ahí mismo como desde su casa, luego de haber hecho la experiencia de transitarla in situ.

Desde que comenzó la cuarentena, el 22 de marzo Arte Online alcanzó, al día de hoy, 12.700 seguidores en Instagram, habiendo partido de un número muy inferior de 3.350.

Hay una nueva cotidianeidad, que va rompiendo barreras físicas y económicas, del que estamos participando todos en mayor o menor medida: ¡Bienvenida la virtualidad virtuosa!