Nota publicada online
En medio del pulmón verde más grande de la Ciudad, justo frente al Rosedal, el Museo Municipal de Artes Plásticas Eduardo Sívori alberga un espléndido acervo de más de 4000 piezas de arte argentino de los siglos XX y XXI en una antigua casona que, en su momento, funcionó como tambo de la quinta de Juan Manuel de Rosas.
La flamante Asociación de Amigos del Museo Sívori está presidida por Abel Guaglianone, anticuario y coleccionista de arte contemporáneo. “Es una Asociación de Amigos conformada por verdaderos amigos,” afirma feliz en la presentación oficial del grupo que impulsará con renovada energía a uno de los museos más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. En este compromiso lo acompañan Marta Álvarez Molindi como, vicepresidenta, Silvina Rey como tesorera, Paula González, Claudia Akian, Carolina Pinciroli, Mercedes Pardo, Cynthia Partanian, Juan Villoldo y Fernando Taboada; Nicole Moisés, a cargo de los jóvenes. Y, de embajadora: María Belén Ludueña. ¡Un equipo de lujo!
¿Cuál era la relación con el museo? “En realidad conocía mucho a Teresa Riccardi -directora de la Institución-, y me encantaba el trabajo que estaba haciendo. Me convocó convencida y me entusiasmó; con la única condición de armar la Asociación de cero. Oficialmente, esta es nuestra presentación, pero ya arrancamos en abril del año pasado. Un año haciendo trámites y más trámites.”
Ahora comienza el verdadero trabajo. Somos Sívori necesita ofrecer incentivos atractivos para seducir a potenciales miembros, todo un desafío ya que otros museos que ofrecen atractivos interesantes. La seducción y la sociabilidad son fundamenteles en este proceso.
¿Cuál es la misión de Somos Sívori? Como Asociación de Amigos la función principal es apoyar la gestión cultural del museo. Esto se traduce en acciones como la captación de fondos, la promoción de actividades, la colaboración con el personal y la representación de los intereses de la comunidad ante el museo.
En el marco de la presentación se realizó una recorrida por la muestra de Alicia Orlandi, La lucidez geométrica, con curaduría de Teresa Riccardi y Ayelen Pagnanelli. La muestra, financiada totalmente por Somos Sívori, pudo realizarse por gentileza de la Galería Roldán Moderno que ya había realizado un trabajo de investigación sobre la obra de la artista.
Alicia Orlandi (1937-2022), desarrolló su producción artística entre la pintura y el grabado por más de cincuenta años. La exhibición propone un recorrido repasando las investigaciones plásticas que Orlandi realizó en las dos primeras décadas de su actividad. En algunas de las más tempranas que datan de finales de los años cincuenta, su interés –atravesado por el informalismo– giró en torno a la línea curva y una paleta de colores oscura; en cambio, en otras, viró hacia las posibilidades rítmicas que le proporcionaba la grilla modernista. Luego, a principios de los sesenta, se volcó hacia un intenso estudio cromático y el uso de bandas de un color que por momentos alteraban la percepción de las formas. Se trata de investigaciones ópticas que realizó en Buenos Aires a la par del desarrollo del arte cinético en Europa y América Latina.
La artista se destacó por sus monocopias, una técnica sobre la cual publicó un libro. Su obra fue exhibida y adquirida internacionalmente y se encuentra en colecciones como la del Museum of Modern Art, New York, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y el propio Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori.
La muestra será acompañada por el programa público Visibles en la tempestad que ampliará las problemáticas planteadas por la exposición a través de mesas redondas, conferencias, visitas guiadas y talleres.
Como tantas mujeres antes que ella, Orlandi no obtuvo una sostenida visibilidad en el medio artístico ni un posterior reconocimiento en las historias del arte por lo que La lucidez geométrica es su primera exposición individual en un museo.
