Nota publicada online

miércoles 17 de noviembre, 2010
ROLF, productora de arte
por Graciela Lehmann
ROLF, productora de arte

Tras una rústica fachada gris en la calle Cucha Cucha, en el barrio de La Paternal, se encuentra Bubble Studio, un espacio creativo múltiple, dentro del que funciona Rolf Art, una empresa de arte estructurada en una productora, un estudio-galería y un área de servicios. Arte al Día recorrió el lugar y dialogó con Florencia Giordana Braun, cara visible de este emprendimiento artístico que rompe con los modelos tradicionales de comercialización de arte.

“Como su nombre lo indica, este lugar es una “burbuja” porque al entrar uno no se imagina lo que va a encontrar por dentro”, dice Florencia mientras muestra las inmensas paredes y los vastos ambientes preparados para producciones estéticas sofisticadas y contemporáneas que integran Bubble Studio. “Estos son los estudios de la fotógrafa Gaby Herbstein y también se alquilan para diferentes producciones”. Y este es el espacio físico en el que se inserta Rolf Art.
Laberíntico, inmenso y despojado el imponente edificio, donde alguna vez funcionó una fábrica de perfumes, ahora reciclado, adaptado y todavía en
refacción al momento de nuestra visita, despliega en su amplias superficies tres estudios -uno de ellos tiene una pileta para hacer producciones de fotografía con agua-, oficinas, depósitos, un espacio para un restaurante, y muchos otros recovecos y ambientes que se adaptan a diferentes “necesidades creativas”.
“Aquí trabajan arquitectos, diseñadores, y muchas otras personas que se dedican a la producción y la creación estética. La idea es que aquí funcione un colectivo creativo, integrado por diversas áreas o personas, siempre vinculadas con el arte”, explica con entusiasmo Florencia, “es un sueño hecho realidad”.
Y es que para esta joven cordobesa que debutó con muy buenas repercusiones en Buenos Aires Photo con su flamante productora Rolf, su proyecto tiene ingredientes únicos, que lo hacen un modelo de gestión osado, innovador y sumamente atractivo en el mercado local.
Al subir y bajar escaleras, para recorrer el territorio en el que se inserta Rolf y donde se proyectará como espacio de exhibición, a partir del año que viene, la primera impresión es que se trata de un concepto diferente, en un lugar diferente.

¿Cómo llegaron a este espacio físico?
La idea al principio era tener nuestro lugar en el centro. Nos costó mucho elegir la zona. Más viniendo del interior, porque uno no conoce tanto la
ciudad. Vimos algunas propiedades en San Telmo, pero no nos convencía. Luego conocimos este lugar y nos pareció ideal. Desde el momento en el que Rolf Art se instaló en este colectivo, acordamos que, además de tener nuestro estudio, dentro de Bubble, al año, vamos a ir interviniendo todo el espacio. Vamos a hacer cinco grandes muestras aprovechando la totalidad de la superficie. La primera será en marzo.

Rolf Art es una empresa de arte que se articula en una Productora, un Studio (galería de arte) y un área de extensión y consultoría. ¿Cuándo y cómo surgió la idea de esta propuesta múltiple?
En noviembre del año pasado. Yo me fui a Estados Unidos y en New York, me junté con un grupo de coleccionistas y nos fuimos todos a Art Basel Miami. Luego, a través de un contacto pude llevar a toda esa gente a visitar las principales colecciones de Miami. Fue increíble. Volvieron enloquecidos de tanto arte y con la idea de abrir una galería. Pero yo les contesté: “¡por favor, no!”. Yo venía de dos años de dirigir una galería (Sasha D, en Córdoba) y les sugerí que hiciéramos algo distinto. Entonces les conté el proyecto que tenía un artista que se llama Murakami, que tiene una empresa de arte en el mundo, denominada Kaikai-Kiki. Como él es artista, tiene en su taller a sus aprendices y de esos estudiantes, Murakami selecciona al año a unos 7 y comienza a promocionarlos sostenidamente en el mercado local e internacional. Para producir su obra, les da todos los materiales, a cambio de la obra, por supuesto. Los trabaja como si fueran un producto: los hace hacer merchandising, exhibiciones de la obra, etc.

¿Y cómo adaptaste la propuesta a nuestro país? En principio, no queríamos competir con las galerías locales. Entonces decidimos trabajar con artistas del interior para promocionarlos y ayudarlos a insertarse en la capital de la actividad cultural de nuestro país que es Buenos Aires. Es muy difícil para los artistas del interior llegar acá y mucho más difícil llegar al mundo. Al principio, el objetivo era insertarlos directamente en las ferias internacionales y el circuito del exterior. Pero nos dimos en cuenta que era necesario pasar por Buenos Aires y que la gente conociera la obra y luego pasar a afuera.

¿Cómo eligen a los artistas? La idea es seleccionar artistas emergentes que tienen cierta proyección y trabajar con ellos para ayudarlos a producir su trabajo. Nosotros sostenemos los costos de la construcción de la imagen: desde la idea, hasta lo que es la producción, escaneo, impresión, y las distintas etapas que sean necesarias.

¿Quiénes fueron seleccionados hasta ahora?
Por ahora es un grupo limitado de 7 artistas, que trabajan distintos registros: fotografía, pintura, grabado, escultura, y arte conceptual. La idea era que los registros no compitieran, así podemos concentrarnos en cada producto. Lo que hacemos es no sólo generar su obra, sino también promoverla y generar merchandising, o productos de artista, objetos, etc. Hasta ahora están Ananké Asseff, Marcos Acosta, Celeste Martínez, Juliete Ruiz y Lucas Di Pascuale y Nuna Mangiante.

¿Quiénes integran Rolf? Yo soy la cara visible de toda esta historia, pero tengo a mis padrinos, algunos son coleccionistas, empresas, personas e instituciones. Además trabajan con nosotros un equipo de diseñadores, un arquitecto, mi asistente, y se va sumando gente.

¿Cómo es el sistema de difusión, comercialización y exhibición que propone Rolf?
Rolf funciona con un sistema que se llama “triangulación virtuosa”. Lo que hacemos es vincular a un artista con un agente. El agente es el padrino,
que es quien sostiene los costos de la producción de la imagen o de la obra del artista durante dos años, y a cambio se queda con una prueba de
artista. De ese modo, por contrato, se compromete a sostener por ese lapso un mínimo de cuatro y un máximo de ocho producciones al año. Nosotros a cambio comercializamos el resto de las copias que quedan. Así vinculamos al artista con diferentes agentes que pueden ser galerías, centro culturales, medios de comunicación, instituciones, con el objetivo de darle exhibición a la obra, promoción y comercialización.

¿Cómo ves el panorama de las galerías en Córdoba y en Buenos Aires? ¿Por qué la necesidad de proponer algo diferente? Las galerías en general les exigen a los artistas una exclusividad. Pero el mercado es chico, hoy en día es imposible que un artista sobreviva, no digamos que produzca, que “sobreviva” con una venta cada tanto. Es decir, si solamente podés vender a través de uno, y ese uno tiene veinte artistas y se mueve para los 20, es complicado. Entonces el artista se ve muy limitado para poder seguir construyendo. No tiene sentido esto de la exclusividad en un mercado en el que no hay tanta salida. Entonces lo que nosotros nos propusimos es ayudar a los artistas a hacer su producción y a instalarse. Además, como la mayoría son del interior, también les damos un lugar de contención para ellos acá en Buenos Aires, con compromiso a largo plazo.

Tu propuesta en Buenos Aires Photo también era distinta. ¿Cómo te fue en la feria?
Sí, nuestro stand fue bastante especial y jugado. Llevamos obra que sabíamos que no se iba a vender. (Aunque al final resultó que vendimos bastante!) Pero llevamos por ejemplo una obra de Ananké, que es raro que un coleccionista la compre acá, porque es un retrato de ella y su familia desnudos. Pero era una obra para que la gente se detuviera a verla. Estaba adentro, entonces cuando uno pasaba, desde afuera, veía esos torsos desnudos y como había también una obra muy llamativa por fuera, la gente entraba. Y dentro se encontraban con obras como la de Celeste Martínez, que invita a varias lecturas.

De Celeste Martínez también había anillos…
Sí, eso es parte de la difusión y promoción que buscamos lograr con nuestros artistas, a través de la producción de objetos. También hicimos unas cajas. Cada artista tiene varias series y cada caja corresponde a una de ellas. Por ejemplo, hay una sobre Crímenes Banales, la serie de fotografías de Ananké Asseff. De ese modo, si la serie está sold out, podés comprar la caja y llevarte todas las obras que la integran, en un papel de algodón de primerísimo calidad y con tintas libres de ácido. Estas cajas son el tipo de objeto de artista que nosotros queremos empezar a difundir.

¿Por qué ROLF? Rolf es Flor al revés. Elegimos Rolf en la búsqueda de un quiebre. El mundo del arte en su mayoría ha estado manejado por hombres y “Rolf” suena masculino… para poder manejarnos con toda comodidad en nuestro sector. Pero la contradicción/quiebre esta en su imagen y en su estética: Rosa. Finalmente uno no sabe a que genero pertenecemos o cual es nuestra orientación genérica.
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Más info
Rolf Art
Cucha Cucha 1661 - Bubble Studios
Capital Federal | ARGENTINA
info@rolfart.com.ar
http://www.rolfart.com.ar/

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