Nota publicada online

miércoles 8 de mayo, 2024
Planimetrías en la Galería Alejandro Faggioni
Elogio de las formas breves
por Alejandro Zuy
Planimetrías en la Galería Alejandro Faggioni

La Galería Alejandro Faggioni-Estudio de Arte, presenta una exposición que resume las distintas variantes de la abstracción a través de obras de 26 grandes maestras y maestros del arte moderno rioplatense del siglo XX.

En el sucinto cuento Del rigor de la ciencia Jorge Luis Borges relata como un imperio ficticio hizo del arte de la cartografía una materia de tal exactitud que solamente al llevar el mapa del imperio al tamaño real de éste se lo aceptó como suficiente. Tal empresa, no obstante, acabó considerándose inútil por las generaciones posteriores y condenada al abandono.
Del estilo de nuestra figura clave de las letras resulta sustancial apreciar que la brevedad de las formas por las cuales se inclinó siempre fue acompañada por la sagaz precisión de cada una de sus palabras y que los problemas que supo plantear en ellas son posibles de reconfigurar con cada lectura.
La pertinencia del cuento puede servir para comparar el problema de la cartografía con el riesgo que se experimenta al proponerse el despliegue de una idea o de un propósito en el marco de una exposición: si la intención de alcanzar el rigor exhaustivo acaba en una expansión harto difícil de abordar y recorrer el cometido se desvirtuará y tendrá la falta de solidez como destino al igual que el ficticio mapa imperial.
Planimetrías, –el plural utilizado no es inocuo-  en cambio, es resultado de una cuidada selección, para ella se ha sabido escoger aquello que puede resultar relevante y ajustado a su premisa. Nada de lo exhibido se convierte en redundante, nada de lo que está dado a reconocer se trastoca como exceso, cada obra es capaz de concentrar el interés y la curiosidad sobre si misma, así como de abrir la percepción hacia las que la rodean y renovar la admiración por cada uno de sus autores. El rigor se basa aquí en un principio de sobriedad económica. Se ha compuesto un mapa donde habita una sucesión de generaciones de artistas pertenecientes a una tradición fundamental según, quizás, un modelo menos exacto, menos numeroso, pero más sencillo y elocuente.
Una paradoja a estas observaciones depara el cuerpo de obras expuestas y ésta radica en que ellas refieren al cambio de paradigma que significó el surgimiento del arte abstracto. Es decir, al abandono del código mimético donde en consecuencia ya no se corresponde lo representado con la realidad externa.

Maria MARTORELL -Serie Lazaro- 1973- oleo s tela- 40 X 90 cm

 
Emilio Petturuti, de quien se expone un singular estudio para el mural Empuje (1960), luego de su estancia europea fue el encargado de establecer las bases de este cambio al familiarizar a artistas vernáculos con las vanguardias. Los otros artistas que componen la exhibición comprenden todas las variables de esta corriente que surgieron en estas costas desde la década del 40. Por una parte, se encuentran quienes conformaron la Asociación Arte Concreto Invención o suscribieron sus postulados como Carmelo Arden Quin, Antonio Caraduje, Manuel Espinosa, Alfredo Hlito, Raúl Lozza, Juan Melé, Miguel Ocampo y Lidy Prati. El acrílico de Hlito Friso (1985) delata la otra vertiente fundante como es la del modelo constructivista del uruguayo Joaquín Torres García.

 
Otro conjunto incumbe a aquellos que optaron por un camino menos restrictivo de la abstracción, dejando un tanto al margen aspectos científicos o acusando la geometría de forma más autónoma. Entre ellos están los artistas que integraron la Asociación Arte Nuevo a partir de la iniciativa de Arden Quin y del poeta y crítico Aldo Pellegrini. Martín Blaszko, Noemí Gerstein, Aldo Paparella, Carlos Silva y Eduardo Jonquieres fueron algunos de los participaron en sus muestras.

Entre quienes persistieron en la indagación de los principios que constituyen la percepción visual se encuentran María Martorell, Ary Brizzi, Carlos Silva y los integrantes del Grupo de Arte Generativo: Eduardo Mac Entyre y Miguel Ángel Vidal. Otras tendencias presentes son la de artistas que siguieron una línea más independiente y fluctuante como Yente (Eugenia Crenovich) y Juan Del Prete o los cinéticos Martha Boto y Gregorio Vardánega.  Casos más reticentes de encuadrar, pero igual de valiosos resultan ser los de Alejandro Puente, Norberto Cresta o Eduardo Serón; en especial estos dos últimos por lo poco frecuente de sus apariciones.
 
La referencia a la planimetría en esta oportunidad, no es sólo un juego entre el lenguaje verbal y el visual, postula además una conjetura acerca de las formas de representación y medida aplicadas a un derrotero clave en la historia del arte local, alojado en este caso, en un acotado e íntimo espacio expositivo. Como toda conjetura no es unánime, sino provisional, pasible de ser revisada y actualizada de acuerdo a la ampliación del conocimiento y a las exigencias del contexto.

A. HLITO -Friso- 1985 -acrilico s tela- 45 X 180 cm.

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