Nota publicada online

jueves 14 de octubre, 2010
Pedro Augusto Romero Malevini y Marco Rocha
Pedro Augusto Romero Malevini y Marco Rocha

Durante el mes de octubre, en el Espacio de Arte La Paz se presenta una doble propuesta integrada por obras de dos jóvenes artistas, con lenguajes expresivos diferentes e imaginarios atractivos y contemporáneos.

Siete esculturas del brasileño Marco Rocha conviven armónicamente con un conjunto de coloridas obras del argentino Augusto Romero Malevini, hasta el 29 de octubre, en el espacio La Paz. La artífice de la reunión de esta dupla creativa es María Eugenia Avendaño, directora de la galería que desde el año pasado funciona exclusivamente como centro expositivo, con un promedio de una muestra por mes.
Ubicado en la calle Azcuénaga, a pocos metros del Av. Las Heras, La Paz nació hace cuatro años, como el taller de Avendaño, artista cordobesa, que ofrecía clases y cursos. Con el tiempo, refacciones y remodelaciones mediante, el lugar fue convirtiéndose en galería, pero sin perder la acogedora atmósfera de una ³casa² con jardín incluido. Todas las tardes, de 16 a 20 hs, La Paz abre sus puertas a los visitantes, que pueden recorrer sus salas, recibidos por la calidez y el entusiasmo de su anfitriona.
"Realizamos una muestra por mes y esta es la primera vez que invitamos a un artista de otro país (Marco Rocha)", comenta Avendaño, a propósito de la dinámica de la galería. "Por lo general, expone mucha gente del interior. La idea es que los artistas sean buenos, más allá de sus curriculums y trayectorias. Por eso hay muchos artistas jóvenes y emergentes". En esta oportunidad, fueron convocados Pedro Augusto Romero Malevini y Marco Rocha, dos artistas autodidactas que trabajan con lenguajes creativos y soportes muy diversos.
Pedro Augusto Romero vive actualmente en Mar del Plata y su pasión por la naturaleza y la vida al arte libre se materializa en grandes superficies de madera que invade con colores intensos, que interrumpe con frases sintéticas cargadas de sentido.
"Malevini es un artista que nos ofrece espacios musicales, hay un sutil y silencioso equilibrio entre la vibración y la tímbrica cromática que acompaña con sus gotas de agua, las declaraciones límpidas que nos dejan con la sensación de no necesitar una palabra mas ni un punto, ni dos, para experimentar de modo visceral un espacio enorme que se lee a través de sus colores", señala Sandra Miranda Pattin, Curadora de la Bienal de Florencia 2010, evento en el que participó el artista.
El segundo capítulo de esta muestra está integrado por las esculturas de Marco Rocha. Se trata de siete piezas en mármol Espíritu Santo (por su lugar de origen) y granito, materiales que son trabajados con gran delicadeza.
Este artista autodidacta nacido en Rio Grande do Sul, que actualmente vive en Curitiba, trabaja muchas de sus piezas integrando capas, apenas separadas o ensambladas sin pegamento, que dan la sensación de acercarse o despegarse completamente, según el movimiento imaginado por cada espectador. También los títulos quedan librados a la ocurrencia de los visitantes, que pueden jugar a descubrir o completar formas a partir de cada pieza.
Marco Rocha traba a partir de los bloques de material. Mármol, madera, piedra son los soportes que este artista brasileño elige para descubrir y materializar esculturas grandes y pequeñas. Cada una de ellas condensa la experiencia de sus años de formación en talleres y como asistente de renombrados escultores.
"Los fragmentos que vemos en la obra de Marco se unen para llegar a otro plano. Plano con una dirección definida, que parte de un lugar para iniciar un gran vuelo. Segmentos que preparó para un viaje en que se vislumbra un nuevo intercambio, un nuevo amanecer. La unión de estos segmentos nos
muestran un nuevo camino", señala Alfi Vivérn, Director del Museo de arte contemporáneo de Curitiba, de Brasil.

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