Recorrer “Bengala”, la casa taller de Carlos Páez Vilaró en el Tigre, es una invitación a detener el tiempo y escuchar el alma de este incansable creador recorrer cada uno de sus rincones. Páez partió de este mundo el 24 de febrero después de participar de su “última llamada” con sus flamantes 90 años, vestido con el típico traje de la histórica comparsa Morenada y un tamboril, pero su espíritu inquieto aún habita esta casa: se escabulle entre las ramas del selvático jardín, se hamaca en la fresca galería de la casa original, conversa con tantas otras almas -de acá y de allá- junto al hogar y pinta en su moderno taller una nueva obra llena de luz.

La galería de la casa original	Bengala	El moderno taller

“Sin fin” es el nombre de la muestra homenaje que se inaugura en el Museo de Arte Tigre ideada por Florencia Laiácono y Alicia von der Wettern que intenta trasmitir la riqueza de la vida de este auténtico creador que recorrió el mundo, realizó más de 5000 obras entre óleos y acrílicos y grabados, 20 murales gigantes, incursionó en el arte textil y en la cerámica así también como en la arquitectura con su “libertad de hornero” construyendo Casapueblo en la orilla oriental y Bengala en el Tigre, sus dos refugios en su ir y venir, de Uruguay a la Argentina.

Su primera obra	Autorretrato con su gato	Réplica de su tamboril

Entusiasta, seductor y galante vivió rodeado de amigos y se dio el gusto de conocer a Pablo Picasso, Salvador Dalí, Andy Warhol, Fidel Castro y Brigitte Bardot.

Esta muestra es una invitación a espiar una línea de vida plena para, por lo menos, contagiarse de su vitalidad.