Nota publicada online

lunes 4 de julio, 2011
Norberto Puzzolo
De las Estructuras primarias al arte conceptual en los ´60.
por Adriana Lauria*
Norberto Puzzolo

Hay artistas que originan movimientos y hay movimientos que engendran artistas o, por lo menos, los despiertan.”
Hugo Parpagnoli, Rosario 67, Buenos Aires, Museo de Arte Moderno, septiembre de 1967.

Desde que Puzzolo expuso en Rosario 67 su Pirámide virtual con visión exterior e interior, con tan sólo diecinueve años, se proyectó como de uno de los más jóvenes artistas experimentales del país. Formaba parte de la aventura que desde la ciudad de Rosario asumía un conjunto de artistas –entre siete y veinte años mayores que él, como Juan Pablo Renzi, Graciela Carnevale, Noemí Escandell, Eduardo Favario, etc.–, inquietos por encontrar nuevas modalidades para el arte, acordes a los vertiginosos cambios que la década del 60 imponía. Estas búsquedas llevaron a Puzzolo a transitar en escasísimo tiempo diversos lenguajes: desde la gestualidad informalista, los rigores del objeto geométrico, la expansión entre escultórica y arquitectónica de las estructuras minimalistas, hasta la inmaterialidad de las propuestas conceptuales. Dentro de esta línea, en un compromiso creciente con la realidad participó, en 1968, del colectivo que realizó Tucumán arde, uno de los operativos estéticos más complejos e intensos del arte político, no sólo argentino, sino internacional.

El conjunto de piezas que se exponen en la Galería 11 x 7 (Libertad 1628, Buenos Aires), corresponden a ese momento germinal, pero a la vez definitivo para la historia del arte contemporáneo. Croquis, memorias descriptivas, dibujos y planos originales de estructuras primarias ponen de relieve la importancia del proyecto en este tipo de trabajos, fundamento de su concreción material. Núcleo creativo y a la vez documental, en ciertos casos son la única instancia histórica de obras como Estructura I, III y IV, que en su época no llegaron a realizarse y, en otros, punto de partida para trabajos, que si bien tuvieron existencia física –Pirámide y Estructura II–, no sobrevivieron al paso del tiempo y fueron recreadas posteriormente.

La tendencia minimalista, consagrada en el país por muestras como Estructuras primarias II, presentada durante la Semana del Arte Avanzado en la Argentina , alienta una concepción reduccionista, que da origen a obras como Estructura II, incluida en la mencionada exhibición, que se basa en formas geométricas elementales, estructuradas en grandes cuerpos modulares desplegados como instalaciones.

Aún inmerso en estos planteos, Puzzolo viró hacia propuestas conceptuales, que hallaron expresión en 1/4 del volumen total y 1/8 del volumen total, cuyo sentido se resuelve por medio de la cooperación receptiva del espectador, quien frente a dos cubos iguales, debe imaginar que uno de ellos tiene la mitad de volumen que el otro, paradoja que induce a la reflexión sobre la relatividad de cualquier sistema de representación.

En 1967 también realizó La línea y Situación real, en las que empleó respectivamente, un material industrial como el hilo de nylon y carteles con textos que inducían al público a volverse protagónico activador de la obra. Ambas piezas formaron parte del envío del artista a la muestra El arte por el aire, organizada por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en la ciudad de Mar del Plata, entre diciembre de 1967 y enero de 1968. La consigna para integrarla era que las obras fueran livianas y resistentes, aptas para el transporte aéreo, ya que la muestra tenía el patrocinio de empresas del rubro. Puzzolo mandó la tanza –con la que hacía prácticamente imperceptible un elemento fundamental de la representación como es la línea– con las instrucciones de instalación y la tasó en un monto excesivo, ironizando acerca de las condiciones de participación, la elemental materialidad de la obra y los parámetros del concepto de “valor”.

Un mecanismo similar se aprecia en Determinado lugar de la sala y los espectadores que Ia habitan –proyecto presentado al Instituto Di Tella, tampoco realizado en aquel entonces– donde un vidrio transparente colocado en medio del espacio expositivo, inducía sutilmente a las mutuas visiones entre los asistentes.
Finalmente, en la instalación conocida como Las sillas –acontecimiento inaugural del Ciclo de Arte Experimental realizado en Rosario por el Grupo de Arte de Vanguardia durante 1968–, el artista montó una platea desde la que cada espectador pudiera mirar la calle a través de una vidriera y, al mismo tiempo, los transeúntes lograran contemplar en el interior del local el conjunto de sillas con sus circunstanciales ocupantes. Para este trabajo Puzzolo se valió del circular intercambio de roles entre obra y receptor, arribando a la desmaterialización del objeto plástico, a la vez que cumplía con uno de los ideales de la década: la identificación entre arte y vida.

Esta muestra de proyectos, objetos y reconstrucciones, se complementa con series fotográficas y documentos que dan testimonio de la obra de un creador original, emergente de la rica y polémica década del 60, comprometido desde un comienzo, con la experimentación de los lenguajes más actuales.
Norberto Puzzolo (Rosario, Argentina, 1948). Vive y trabaja en su ciudad natal. Formado como pintor en el taller de Juan Grela, incursiona en los lenguajes de vanguardia a partir de los años 60. Desde 1968 incorpora a su obra el film y la fotografía, técnicas que emplea hasta hoy. En los últimos años incluye las herramientas digitales, sobre todo para sus instalaciones multimedia, manteniendo en su trabajo el gusto por lo experimental y el carácter comprometido con la realidad de su tiempo.

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*Docente regular e investigadora de Arte Argentino moderno y contemporáneo de la UBA. Profesora titular de la Universidad del Museo Social Argentino. Miembro de la Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte (AACA-AICA).
Fue curadora de la colección del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1997-2000), curadora invitada del Malba (2003, 2005 y 2009), del Museo Castagnino de Rosario (1995, 2005, 2008) y de la Fundación Klemm (2008 al 2010), entre otras instituciones.
En 2011 ha integrado el equipo curatorial de la muestra Arte de Santa Fe, presentada en los Museos Rosa Galisteo de Rodríguez, Santa Fe y Castagnino de Rosario. En el mes de junio dictó en el Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero el Seminario “Práctica curatorial como puesta en acto de investigaciones sobre arte argentino”.
Desde 2002 es curadora del Centro Virtual de Arte Argentino (CVAA) www.arteargentino.buenosaires.gov.ar, página web de la Subsecretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Premio 2007 de la AACA.

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