Nota publicada online

lunes 25 de abril, 2011
Mirta Kupferminc
El universo en la palma de su mano
por Graciela Lehmann
Mirta Kupferminc

Lírica, honda y polisémica, la obra reciente de esta notable artista visual se despliega por estos días, en el espacio Original Múltiple (Venezuela 468), en San Telmo en la muestra “En la palma de mi mano”. Arte al Día dialogó con Mirta sobre sus exploraciones técnicas y sus inagotable búsqueda creativa a través del grabado, tema que también fue abordado en una video-conferencia en vivo entre la artista y crítico inglés especialista en obra gráfica, Richard Noyce.
(Para acceder, visitar: --> www.youtube.com/watch?v=9P9IUa-Aiak)

Algo de la antigua práctica de la alquimia, que combinaba elementos de la filosofía, la química, la metalurgia, la física, la astrología, la semiótica, el misticismo, la espiritualidad y el arte, hay en el abordaje que Mirta Kupferminc hace del grabado como disciplina y lenguaje expresivo. Y es que en sus manos, la materia se transforma y se expande en múltiples posibilidades.
Por eso, al igual que el nombre de la galería, que por estos días recibe 30 de sus obras recientes, Mirta se define como “original y múltiple”. El espacio en cuestión es la galería Original Múltiple, en el barrio de San Telmo, dirigida por Lourdes Pertierra, unida a la artista por una sintonía creativa desde el primer día en que se conocieron (ver recuadro abajo).
Ese territorio, que se presenta como la primera galería especializada en el grabado y todas sus técnicas y posibilidades, propone una apertura que Mirta encuentra muy acorde con su forma de trabajo. “Me especializo en esa disciplina pero me interesa llevarla a todas sus dimensiones. Lo uso como una herramienta de expresión personal, no como una cárcel. Todo lo contrario, para mí es una forma de liberación. No es un límite, es un permiso. Me abre la cabeza”, dice a propósito del grabado, que combina con una diversidad de técnicas y experiencias creativas. “Es un lenguaje en el que puedo decir muchas cosas, mejor que en otros, pero si necesito mezclarlo, lo hago”.
Así, a partir de esta actitud pluridisciplinaria, la pintura, fotografía, escultura, grabado y hasta el video arte se combinan en manos de Mirta para dar forma a un arte múltiple. Ahora bien, en el grabado en sí mismo, hay implícito un concepto de multiciplicidad. ¿Cómo? “El objetivo del grabado, en su esencia es la multiejemplaridad, es decir que haya más de uno, el poder acceder a más. Podría decirse que el grabado es generoso, es de buen corazón, hecho con el afán de que haya más. Por otro lado, el arte en sí, como yo lo entiendo, creo que debe permitir crear y recrear permanentemente”.
Pero, ¿cómo se evidencia esa idea en el trabajo cotidiano? “Yo en general, cuando hago una edición, que por lo general son muy cortas, porque prefiero hacer nuevos grabados, no tengo la pretensión de que todo sea idéntico. Porque no me molesta si una estampa es más verdosa y otra es más azulada, o si en una uso un tipo de papel y en otra, cambio.
Es decir, por un lado, yo me ajusto a las reglas: firmo con lápiz para que no se integre, pongo la numeración, pero también creo que es muy importante que la gente adquiera la verdadera conciencia de que cada una de las estampas está hecha por una persona, y es única: original y múltiple”, explica Mirta volviendo al punto de partida de este diálogo.
Y es precisamente esa idea de recurrencia circular, la que está presente en sus trabajos, como si se tratara de un tema con variaciones: el tema es Mirta y es todos, el individuo y el universo, el tiempo y la memoria, evocados a través de elementos simbólicos ancestrales: laberintos, bibliotecas, huellas, juegos, árboles y espejos: todos surgidos de una forma y otra a partir de sus manos, como soporte, referencia o instrumento.

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En la palma de mi mano

En antiguos escritos taoístas, tales como el Tratado de la Flor de Oro, la mano tiene un sentido alquímico de coagulación y disolución: simultáneamente expresa la primera fase correspondiente al esfuerzo de la concentración espiritual y la segunda a la no intervención y el libre desarrollo de la experiencia exterior. La mano es un microcosmos.
Y es precisamente ese sentido el que prevalece en la actual muestra titulada “En la palma de mi mano”, y en realidad, en toda la obra de Mirta. “Yo gané dos veces en la Bienal de grabado y dibujo de Taiwán. La primera vez fue con una obra que se llama “Las líneas de la vida”. Es una mano roja y abierta, con personajes peregrinos que caminan por alrededor”, comenta y señala que en ésa y en sus obras posteriores la mano es usada como identidad, como mapa. “Mirando las manos de las personas podemos ver muchas cosas y conocerlas profundamente”.
Al recorrer la exposición, de manera explícita la mano de la artista aparece en muchas de sus obras incluso como soporte: en algunas, se expande como una geografía en la que florecen árboles o se forman laberintos; en otras las palmas son como rutas en las que aparecen bordados formalmente bellos, cuidados y delicados, pero que al mismo tiempo reproducen el número que su madre tiene tatuado en el brazo por haber sido prisionera en Auschwitz. Y es que como parte de esa idea de circularidad que abarca la totalidad, Mirta hace un juego permanente entre lo doloroso y lo bello, la destrucción y el renacimiento.
En ese sentido, un conjunto de crayones por momentos pueden parecer balas, un inocente muñeca para jugar aparece en realidad como “sobreviviente” en una situación para nada serena, o un conjunto de lápices quebrados se reconfiguran para formar un camino de colores. Cada obra es oscura y luminosa al mismo tiempo, pero siempre ofrece la posibilidad o es el resultado de una transformación.
Y es que según Mirta: “Todo parece distinto, pero al final es siempre lo mismo, dicho de maneras distintas. Hay una frase de Tolstoi que dice “describe a tu aldea y serás universal”. Entonces, si uno de verdad habla de uno mismo seguro que a otro le va a pegar también. Porque no somos tan diferentes. Así que cuando nos contamos a nosotros mismos, estamos contando a muchos, y al hacerlo somos “originales múltiples”.

“Todos somos originales y múltiples”
A propósito de la muestra, Lourdes Pertierra, directora de la galería nos contó como se conoció con Mirta Kupferminc.
“Nuestra historia es muy interesante. Yo estudiaba grabado y caminaba mucho las galerías y no encontraba grabado en ninguna, hasta que de repente en una donde había mucha obra histórica me quedo ya casi desilusionada, me encuentro con un grabado de tres hojas, era como una vía láctea con unos peregrinos. Era de Mirta. Y ahí supe que tenía que hacer una galería de grabado”.
¿Por qué se llama Original Múltiple?
En OM creemos que el papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, artífice y como Ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo. Nosotros somos originales múltiples: todos seres humanos, únicos e irrepetibles. Somos hombres y mujeres, hijos, padres, amigos, estudiantes, hermanos… y cada uno de nosotros puede imprimir a sus acciones los rasgos propios de su individualidad, como hace un grabador al crear una imagen. Sobre la matriz, el artista incide con gubias, ácidos, puntas y herramientas que dejan su huella, una imagen en negativo, que luego entinta y estampa, para dar vida al Original Múltiple. El Grabado es en esencia un arte múltiple… ¡para llegar a todos!

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INFO
Mirta Kupferminc. En la palma de mi mano
Hasta el 3 de mayo de 2011
ORIGINAL MULTIPLE ARTE GRABADO, Venezuela 468
Horario: de martes a viernes de 11 a 19 hs., y domingos de 14 a 20 hs.
Entrada libre y gratuita
www.omartegrabado.com

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