Nota publicada online
Un Museo Municipal de Arte Moderno totalmente renovado, salas de arte contemporáneo y una nueva sala de arte religioso que se suma a la oferta cultural mendocina.
El Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, se inauguró en el año 1967 con el objetivo de preservar y difundir el arte local, nacional e internacional. Ubicado en el un subsuelo de la emblemática Plaza Independencia, quienes hace tiempo no lo visitábamos teníamos el recuerdo de un espacio oscuro y con serias dificultades estructurales. En octubre del 2021, después de permanecer seis años cerrado, y proyectado el departamento de Obras de la Municipalidad, destacándose la participación de la Arq. Verónica Fader, el MMAMM reabrió sus puertas, restaurado y puesto en valor como el mejor de los museos contemporáneos; incluso con sala de guarda y laboratorio de restauro propios. Concebido como un centro cultural, convive con el Teatro Quintanilla y la Biblioteca Ricardo Tudela; todos interconectados bajo la plaza.
A punto de abrir, llegó la pandemia pero ésta no fue un impedimento para trabajar: bajo la coordinación general del gestor cultural Daniel Augusto Rueda y la dirección de Mariana Mattar, se relevó toda la colección fotográficamente y se trabajó en la incorporación al acervo de una importantísima donación de la Fundación del Interior que sumó mas de 700 piezas de arte contemporáneo (la colección del MMAMM se centraba básicamente en piezas mas históricas que llegaban a los años 80). Ahora el acervo alcanza las 2.000 piezas, la biblioteca 22.000 volúmenes de arte contemporáneo y , el archivo, cerca de 60.000 documentos para consultar.
“En los tres primeros meses tuvimos una concurrencia de 20.000 personas, se activó el área de educación y, un detalle no menor, teniendo en cuenta que el museo permanece abierto todos los días del año, el equipo pasó de 7 integrantes a 28; todos por concurso, para cada una de las áreas”, comenta Rueda.
En las salas del MMAMM, cuyo logotipo fue diseñado, en su momento, por Pérez Célis, se exhibe “Travesía de Mujeres”, artistas egresadas de la Universidad de Cuyo y una muestra del poeta, arquitecto y diseñador mendocino Luis Casnati.
La Biblioteca Ricardo Tudela especializada en artes visuales; modernísima y con un sistema de estantería abierta, para acceder directamente a los ejemplares y permanecer en los mesones de lectura.
El Teatro Julio Quintanilla, también totalmente restaurado, con una capacidad de 190 localidades, tiene ahora un escenario de 8m de ancho por 8 m fondo y 3 m de alto, equipado con luces led y sonido de última generación, bambalinas, telón y camarines.
Se trata de un impactante espacio integrado para la cultura y orgullo de todos los mendocinos. Sumado a esto, el programa “Cultura al 100”, acompaña a uno de los sectores mas golpeados por la pandemia poniendo a disposición de los artistas todos los espacios, incluso con la recaudación de la taquilla, tal como comentó Ulpiano (Yayo) Suarez, intendente de la ciudad.
Varias salas de arte contemporáneo enriquecen la propuesta cultural
ArteH, Espacio Hipercerámico una modernísima sala -especialmente construida para tal fin- que ya cinco diez años dirige Daniel Rueda, en un centro especializado en final de obra. En este momento puede visitarse la muestra “Un nombre imposible” con curaduría de Lorena Rosas, de las jóvenes artistas mendocinas: Chiara Belluschi, Natalia Espinosa, Luz Magarre, Valentina Palacios, Victoria Riveros, Emilia Sánchez y Amira Yurie y montaje de Sabrina Kadiaj.
Ubicada en Chacras Park, la galería Protea dirigida por la activa Julieta Gargiulo, presenta artistas mendocinos y de todo el país, como además funciona como un centro cultural ya que ofrece encuentros, seminarios, clases de pintura y conciertos. Las obras de María Silvia Corcuera dialogan con piezas de Nora Correas, Cristina Santander, las de los mendocinos Enrique Testasecca y Viviana Herrera.
Micropunto, un atractivo Concept Store con moda, diseño, arte y café, ubicado en pleno centro de la Ciudad, resulta una excelente excusa para hacer un alto en el día.
Una nueva sala de Arte Religioso en Santa Rosa
Ubicada al este y a una hora y media de la ciudad de Mendoza, Santa Rosa se caracteriza por su suelo árido y, allí es donde se nota la mano del hombre. Al cruzar el pórtico del Establecimiento El Retiro, se observa un grupo de vides y su cuidado sistema de riego por aspersión. Pero en realidad el fuerte del establecimiento es la ganadería y la agricultura y el proyecto apunta a convertirse en un emprendimiento turístico y cultural; con hotel propio, allí donde funcionaba la bodega. En este lugar justamente y, coordinado también por Daniel Augusto Rueda, un equipo de profesionales está trabajando para la puesta en valor de la Colección Privada Familia Alfredo Vila Santander, un valioso acervo de obras de arte histórico y contemporáneo, cuyo eje central, en términos de estilos, es el grupo de pinturas, objetos e imaginería con escenas religiosas asociadas a la escuela cusqueña o a su descendiente, la potosina.
En la impactante sala, con paredes color rojo sangre, se exhiben aproximadamente 90 piezas seleccionado por la curadora Laura Hart que Alfredo Vila Santander fue comprando a lo largo de los años en Bolivia y Perú, países donde trabajó con su empresa de cable. Cristina Sonego encargada de la conservación preventiva, comentó que la colección es muy diversa y que no se conoce, en la mayoría de ellas, la fecha, ni el origen ni la autoría. “Ahora comenzaremos el proceso de restauración”, afirma.
¿Porqué arte religioso? “Porque me impactó; la primera obra que compré de arte religioso fue la Anunciación, una obra impactante y seguramente muy antigua, una obra que me enamoró.” Su madre seguramente influyó ya que estuvo muy relacionada y comprometida con los artistas mendocinos. En honor a ella la sala lleva su nombre. Una sala que, a partir de ahora, se convierte en un paso obligado para aquellos que les interese el arte y la cultura y un nuevo motivo de orgullo para los mendocinos.
