Nota publicada online
En la sala 13 del Centro Cultural Recoleta de exhiben dianas y blancos geométricos en las pinturas de María Marta Pichel
El domingo 23 la muestra cierra con una demostración de arquería organizado por la Escuela Argentina de Arquería, de a que la artista participa.
Un gran cierre para dar en el blanco!
Un gran secreto es ser muy silenciosa y bastante deliberada en todos tus movimientos;
nunca apresurarte, nunca levantarte bruscamente, no hablar ni mover los pies.
Alice Legh, campeona británica de arquería. Ganó 22 veces entre 1881 y 1922
Si revisamos la secuencia de tiro con arco y flecha, las acciones esenciales y cronológicas son las siguientes: la postura, el encaje, dibujar, apuntar y soltar. Para la primera se recomienda una postura sólida y estable frente al objetivo, mientras que el encaje describe el modo de colocación de la flecha en el arco, asegurando el plano vertical correcto. Para dibujar, se usa la mano opuesta a la del arco que será la que tira de la cuerda hacia atrás hasta el punto de anclaje. Luego, apuntar con el ojo dominante, enfocar y viene lo interesante de la definición del “punto de mira” que no es el punto exacto donde impactará la flecha, sino el punto que debe ser tu referencia para dar en el blanco. Por último, relajar los dedos y soltar la cuerda suavemente.
Punto de mira, entonces, será el desplazamiento imaginario para conectar con la obra de María Martha Pichel. Una reflexión sobre el espacio, la precisión y la fuerza simbólica de la geometría en su relación con el cuerpo y la acción. Esta serie de trabajos está emplazada de manera inusual: sus composiciones están dispuestas como objetivos de tiro con arco y flecha para conectar el acto de mirar y el acto de atravesar, de apuntar y de dar en el blanco, en una tensión visual y conceptual.
Asimismo, dibujar y pintar cuadros como dianas y blancos promueven otro sentido e interpretación: el punto central de cada pieza puede entenderse como un centro que se escapa, un lugar de impacto y de pasión, como un anhelo que nunca se alcanza por completo. Una invitación a percibir las dinámicas de poder, control y deseo a través de la mirada de una artista que reinventa la geometría como lenguaje, como arma y como campo de juego.