Nota publicada online

jueves 11 de diciembre, 2025
Manuel Molina e Irene Lasivita
Ganadores del 18 ° Premio Bancor
por Mayte Peñaherrera
Manuel Molina e Irene Lasivita

Ya se anunciaron los ganadores del Premio Bancor en las categorías de Muralismo y pintura. Irene Lasivita (Buenos Aires) y Manuel Molina (Córdoba) fueron los artistas premiados en esta edición. Entre los 820 inscriptos en “Pintura” y 72 en la categoría “Muralismo”, Lasivita y Molina fueron los triunfadores y se llevaron el importante premio Estímulo otorgado por Bancor. Sabemos sus nombres, pero ¿de que tratan sus obras? En una entrevista exclusiva para Arte Online, Irene y Manuel nos cuentan eso y mucho más.

Para concursar en la categoría de Muralismo, Irene presentó el proyecto “La victoriosa” una versión de la imagen de San Jorge combatiendo el mal. En esta re versión de la imagen religiosa, Lasivita reemplaza a San Jorge por una mujer, una mujer que finalmente sale de batalla como el título de su obra “victoriosa”. Más allá del empleo más popularizado de la imagen como ícono cristiano, Lasivita nos cuenta que su connotación va mucho más allá. Para la artista, la propuesta de esta nueva versión simboliza la lucha y una manera de revertir “el derrotismo que a veces nos invade”. Una invitación a resistir y luchar.  

Boceto del mural de Irene Lasivita. "La victoriosa"

Por su parte, en la categoría pintura, Manuel Molina presentó sus “visiones marcianas”. Un díptico de dos pinturas, dos copias con técnicas diferentes pero que se tocan. La primera es una copia del retrato al óleo de Marte, dios de la guerra de Velázquez. La obra cuenta con algunas modificaciones como el intercambio del escudo por un dron y la presencia de un par de visores de larga distancia. Esta obra constituye parte de la investigación de Molina sobra la imagen digital y su relación con la materialidad electro mecánica de las pantallas. Junto a esta representación, se encuentra otra obra, mucho más pequeña, en formato de Iphone 15, pensada para colocarse a la altura de los ojos del dios. Esta pequeña pintura muestra una escena capturada por un dron de guerra, segundos antes de disparar. La cámara del dispositivo reveló a dos soldados abrazándose en una trinchera. La obra cuenta con incrustaciones de litio, proveniente de una batería de celular, pero usada también en laptops y drones.

Guiados por diferentes corrientes, estímulos y con procesos distintos, los trabajos de Manuel y de Irene muestran el resultado de una carrera de esmerado trabajo y estudio. Para Lasivita, el color es aquello que guía gran parte de su producción. La forma y la composición en sus trabajos pictóricos también resultan en dos elementos que cuida para mantener un lenguaje propio, interno y abstracto que se alimenta de influencias visuales de la animación, la historieta, la pintura asiática tradicional y contemporánea junto con las formas sudamericanas. 

En la obra ganadora del Primer Premio de Bancor, estas preocupaciones estilísticas de Irene regresan atravesadas por temáticas que le interesan: la naturaleza, la fantasía y los espacios desdibujados entre lo humano y lo no humano, la cosmovisión indígena y la fusión estética de estas líneas de pensamiento con el arte contemporáneo. La pieza seleccionada se realizará en un muro de la ciudad de Córdoba próximo a confirmar. 

Para Manuel Molina en cambio, la copia de otras obras es el ejercicio de su arte. Sin embargo, esta práctica no se resume en la mera mímica, sino que constituye parte de extensas investigaciones sobre la materialidad, la filosofía y la cultura popular. En las obras de Manuel se observan, bajo una nueva mirada, las huellas de otros artistas. Aunque también admite que en sus trabajos también conviven otras expresiones como el performance, la escritura, el videoarte y la instalación. A Molina le interesa, sobre todo, abrir espacios y generar cruces entre lenguajes audiovisuales, pintura, cuerpo y espacio. 
En cuanto a la obra ganadora, la mezcla acostumbrada de Molina, se retoma. Pintura y digitalización se conjugan para crear a un dios guerrero dentro de una batalla en la era digital.  “Visiones marcianas” busca remarcar lo digital como una nueva una “fuerza bélica supra humana”. La mirada cansada del personaje, esconde tras el visor, al igual que en la imagen original de Velázquez, cansancio, mismo que imita Molina. Sin embargo, este agotamiento, para el artista es el reflejo de una sociedad abatida por la violencia. La obra más que ser un comentario político, quiere mostrar montajes técnicos de imágenes, materiales y sentidos que invitan a bajar las armas. 

Ahora ganadores, tanto Irene Lasivita como Manuel Molina, reconocieron enfrentar un par de dificultades al plantear las obras que finalmente fueron seleccionadas. Para Irene los desafíos surgieron en la parte compositiva. Plantear la idea de la “Victoriosa” en formato apaisado requirió de sus habilidades como profesional muralista.   Asimismo, procuró hacer una reversión de su San Jorge a caballo sin caer en el cliché pop.

Para Manuel “Marte” también tuvo sus pequeñas complicaciones. El evidente desafío técnico de copiar el realismo tan particular de Velázquez no fue un detalle menor. Para Molina fue crucial emular las pinceladas del español para que lucieran la vivida imagen en conjunto, pero también para que la textura y las transparentes veladuras no se perdieran en un vistazo cercano y detenido. 
Para Irene Lasivita, sus obras nacen de un término usado por Paul Klee el “caos germinal”. La reunión intuitiva de colores y direcciones, que no imponen ninguna idea ni forma, hasta que eventualmente, de forma unívoca, se revelan. Para Manuel Molina sus obras parten de espacios compartidos. Para el artista, la creación es más bien la experiencia de “tirarse a un río crecido que tiene mil afluentes, que trae sedimentos, peces, palitos”.

Dos artistas, dos estilos y dos experiencias distintas. Lo que si tenemos claro es que, para ambos, fue una gran alegría haber sido ganadores del Premio Bancor en sus respectivas categorías. Tanto Irene como Manuel coinciden en que este premio estímulo servirá para invertir en nuevas obras e investigación que seguramente enriquecerán la escena artística nacional. Los flamantes ganadores de la edición 2025 de Bancor agradecen la iniciativa de Bancor pues, para ellos, este galardón es un empujón para seguir haciendo arte, así como el reconocimiento de largos años de trabajo. 

Molina al enterarse de que fue el ganador del Primer Premio, se encontraba tensando la tela de la obra ganadora. Repartido entre la emoción y la labor, abrazó a la Coordinadora Verónica Molas y continúo reajustando la obra. 

Así se resume todo, embargados por la emoción, Irene y Manuel continúan imparables, tirando del lienzo, trabajando.     

Felicitamos a los ganadores del Premio y celebramos las acciones de instituciones como Bancor pues son un importante incentivo para las artes y la cultura. 

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