Nota publicada online
Ambos son arquitectos y artistas, presentan una selección de sus más notables creaciones donde Los barcos de Solsona se entrelazan con Los puentes de Díaz, en una danza que fluye entre lo invisible y lo simbólico, en el nuevo espacio Subsuelo 890, en la emblemática Peatonal Florida 890.
ABC
Recuerdo que a la vuelta de su primer viaje a Nueva York preguntaron a Diego Armando Maradona que le había parecido el Puente de Brooklyn.
La historia es más o menos así:
Sin más vueltas contestó: es un puente.
El entrevistador habló de la majestuosidad de aquel puente.
D.A.M. contestó que con la primera plata que cobró, invitó esa noche a comer a los padres a Pompeya, a la pizzería en la esquina de la iglesia.
¡Majestuoso! El Puente Alsina iluminado que crucé con los viejos aquella noche.
Los puentes y las historias de los puentes.
Los puentes unen uno y otro lado.
Gracias a ellos vamos de tal o cual sitio. Por encima de ellos. A pie, en auto, en colectivo, en tren.
Tenemos el eje X.
Los puentes de Luis Díaz.
Por debajo pasan canoas, lanchas, barcos con pasajeros, barcos con carga.
Los barcos de Diego Solsona.
Por transparentes ríos caudalosos, por ríos marrones.
Por mares azules, por verdemares.
Ahora tenemos el eje Y.
Y la altura de los barcos. Y la altura de los puentes.
Y la majestuosa urdimbre de perfiles de acero (Pompeya - Brooklyn) (Constitución - Barracas - La Boca)
También los Siete Puentes en Avellaneda.
Y los puentes colgantes y los 17 más 2 cables del Puente de la Mujer.
Llegamos al eje Z.
El conjunto silencioso de pinturas de L.D.
Silencioso Y Rotundo.
La fuerza incontrolable de los barcos de D.S.
Visceralmente Incontrolable.
Cuanto le agrega el trabajo de uno a la obra del otro.
Cuanto se potencian.
Que buena suma.
Que buena idea juntarse.
Diego Solsona + Luis Díaz, que buen resultado Diego + Díaz = D10S Que formidable muestra.
(A pesar de que no me gusta adjetivar) X Y Z punto final.
NJO
De la ciudad de las chimeneas y los puentes.
Septiembre MMXXV
P:D: Siempre me gustó escribir el año en números romanos.
Pienso en este momento que tal vez me guste porque Avellaneda está llena de número romanos en el tejido de sus puentes de hierro.