Nota publicada online

miércoles 14 de mayo, 2025
La vigencia del Dibujo
Homenaje en Alejandro Faggioni Estudio de Arte
por Alejandro Zuy
La vigencia del Dibujo

Alejandro Faggioni Estudio de Arte presenta una ambiciosa exposición dedicada al dibujo que reúne a 36 artistas, la mayoría argentinos y uruguayos pero también otros internacionales. Su itinerario histórico incluye desde referentes consagrados hasta artistas jóvenes que testimonian su época.

La Plaza San Martín, y sus cercanías en la ciudad de Buenos Aires, son lugares en donde se encuentran de manera particular pasado y presente así como también el tumulto del vértigo cotidiano y el solaz necesario que ofrecen las sombras de las acacias y las vistas hacia el puerto. Allí, con secreta complicidad se reúnen los episodios de la resistencia a las invasiones inglesas, los granaderos de Don José, las historias de familias influyentes de la oligarquía porteña, arquitecturas ejemplares, los sueños de Carlos Thays, el mundo de las finanzas actuales, el ajedrez de la diplomacia y hasta un poema de Borges. El sanmartiniano pasaje Sargento Cabral se halla en sus adyacencias y allí, en este momento, en el quinto piso de un antiguo edificio, también pasado y presente se unen para ofrecer un panorama de líneas y formas que merece la pena ser visto.

Dice John Berger, al comienzo de su libro Sobre el dibujo que para el artista dibujar es descubrir y que ello, lejos de ser una bella frase, es literalmente cierto. ¿Qué significa esto para el crítico inglés? El lo explica de la siguiente manera antes de explayarse acerca de su experiencia personal con el lápiz frente al papel : es el acto mismo de dibujar lo que fuerza al artista a mirar el objeto que tiene delante, a diseccionarlo y volverlo a unir en su imaginación, o, si dibuja de memoria, lo que lo fuerza a ahondar en ella, hasta encontrar el contenido de su propio almacén de observaciones pasadas.

Tiempos y descubrimientos. Lugares y memoria. En el itinerario que ofrece la exposición Homenaje al dibujo todos estos factores confluyen. Entre la obra más antigua, La ventana abierta (1923), una pequeña tinta de Emilio Pettoruti y las más recientes de Laura Delgado como Superposición de las líneas de juego (2025) y Eclipse (2025) de Gabriela Aberastury se hallan en medio, nada menos que cien años. Algo que demuestra que el dibujo, como disciplina, se encuentra siempre vigente, sea de manera tradicional, renovada o hasta expandida. Se trata de la primera herramienta que todo artista, no sólo el dibujante, tiene presente para poder encontrar la vía apropiada para la concreción de sus objetivos.

Ese paréntesis temporal contiene mucha riqueza. Se presta a una armónica convivencia entre grandes maestros pertenecientes al canon histórico del arte argentino y quienes aún se encuentran en plena producción. De igual forma coexisten algunos de los movimientos artísticos más destacados del siglo XX y las más diversas técnicas a las que todas estas figuras han recurrido. La escala adecuada parece haber sido una de las premisas curatoriales. La otra, la impronta personal de quien rige los destinos de esta galería. Según refirió Alejandro Faggioni, Homenaje al dibujo resume todo lo que le hubiera gustado ir a ver en una exposición. La meta parece lograda porque los desequilibrios brillan por su ausencia.

Al ingresar a la galería, es posible encontrar a un representante del arte geométrico como Manuel Espinosa con una hipnótica pieza realizada con tinta sin título que data de 1968. Frente a ella, otra tinta, Serie 2 nro 11 (1957), de alguien que merecería mayor reconocimiento como el rosarino Eduardo Serón. En medio de ellos, Iconostasis (1978) una carbonilla de uno de los fundadores de la Asociación Arte Concreto como Alfredo Hlito. Pasos más adelante se hallan dos maestros uruguayos del constructivismo como Joaquín Torres García con Constructivo (1935) y José Gurvich con Pareja constructiva (sin fecha). La familiaridad percibida entre estos últimos mencionados se altera con piezas de trazo más libre de otros dos referentes indiscutibles como son Juan Carlos Castagnino con Serie de los astronautas (1957) y una tinta de 1978 sin título del neofigurativo Ernesto Deira.

Un merecido lugar central lo ocupa el siempre sorprendente Roberto Aizenberg con las imágenes surrealistas de Ir y venir de los gigantes (1951). Otro grato hallazgo lo constituye el caso del dibujante húngaro Lajos Szalay, quien vivió en Argentina entre fines de la década del cuarenta y comienzos de la del sesenta. La obra realizada con tinta que se encuentra presentada muestra a dos personajes en una enmarañada situación cercana a lo erótico. Este tema lo acerca a la carbonilla de 1980 de Antonio Berni que exhibe un desnudo femenino. Otros desnudos los aportan dos obras de Noemí Gerstein, artista más conocida por sus esculturas, mientras que, de Raquel Forner, se pueden observar dos escenas situadas en Quebec, Canadá, de la década del cuarenta del siglo pasado.
Otro representante de Uruguay se destaca con dos soberbios dibujos fechados en el año 2000. Se trata de Carmelo Arden Quin. Cerca de ellos pueden verse un ejercicio de Raúl Lozza Boceto obra nro.158 (1948) y dos sugerentes obras de Carlos Alonso, la discreta y urbana Caminantes (1972) y un pesadillesco retrato de Franz Kafka, Metamorfosis (1977). Rómulo Maccio, el segundo referente de la neofiguración presente, con un pequeño dibujo realizado con lapicera, sirve de nexo con un conjunto donde prevalecen los apellidos más contemporáneos. Aquí se ubican tres interesantes tintas de 2023 de tono surrealista de Andrés Muller, la ya mencionada Laura Delgado, dos sutiles piezas pertenecientes a Alicia Esquivel de la serie: No se termina cuando se apaga el fuego (2024) y dos tintas del arquitecto Alejandro Cortiñas: La política por otros medios (2024) y La forma de un dibujo (2024).

Retomando a John Berger, esta exposición consiente la posibilidad de aproximarse a ese almacén de observaciones pasadas al que cada artista apela a la hora de darle cuerpo a su obra. En este caso, ese espacio no pertenece sólo a uno de los que se encuentran expuestos sino que es un espacio heterogéneo en el cual el espectador puede jugar a establecer afinidades, contraposiciones y proyectar expectativas.
 
Hasta el 30 de mayo
Martes a Viernes de 14 a 20hs
Alejandro Faggioni-ESTUDIO DE ARTE
Sargento Cabral 881 5º “K” - CABA

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