Nota publicada online

miércoles 15 de marzo, 2017
Henry Cartier Bresson en la Usina del arte
Fotógrafo de un instante
por Delfina Helguera
Henry Cartier Bresson en la Usina del arte

La Usina del Arte a través del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires ofrece una exhibición de 133 fotos del padre del fotorreportaje organizada por la Fondation Cartier Bresson y la agencia Magnum. Del 21 de febrero al 2 de abril.

Henry Cartier Bresson antes de fotógrafo fue pintor, formado junto a los artistas surrealistas franceses y discípulo de André Lohte, quien fue también maestro de grandes artistas argentinos como Berni. Su experiencia junto a ellos y el entrenamiento del ojo lo llevó a buscar el “instante decisivo” en cada foto, ese momento en el que confluyen el ojo, el corazón y la mente en algo que no volverá a repetirse. Nació en 1908 y vivió hasta los 96, fue un testigo lúcido del siglo XX, estuvo presente en los principales conflictos bélicos como la Guerra Civil española, la Segunda Guerra en donde cayó prisionero de los alemanes, la entrada de Mao en Pekín, la muerte de Ghandi y fue el primer occidental en entrar a la Unión Soviética luego de la muerte de Stalin. Comenzó a sacar fotos a partir de 1931 con su primera cámara Leica a la que no abandonó nunca;  además fue dibujante, cineasta, poeta y andariego. Recorrió el mundo cuando aún no existía la globalización, fundó la Agencia Magnum junto a Robert Cappa, George Rodger y David Seymour  que definió un nuevo modo de trabajo para el fotoperiodismo con el apoyo al fotógrafo y no al medio que lo contrataba y la instauración del derecho de autor de cada foto.

 

Boston, Massachusetts, EEUU, 1947 © Henri Cartier-Bresson.Magnum Photos

La exhibición se divide en dos secciones, en la planta baja de la Usina las salas exhiben sus primeros años con una línea de tiempo que intercala los sucesos del mundo y su vida. Son fotografías más íntimas tomadas durante la década del ’30: escenas de calle, las de la Guerra Civil en España y un México cautivante. Reconocemos aquellas imágenes que ya se volvieron icónicas: el hombre que salta el charco en la Gare Saint Lázare, el picnic al borde del Río Sena por ejemplo. El dato para los interesados es que todas las copias son de época, no hay fotos digitales retocadas ni copiadas por otros. Y, como se sabe, Cartier Bresson al copiar no modificaba nada, la foto salía en papel así como él la había encuadrado.

El estallido de la Segunda Guerra marca un antes y un después en su vida y esto se refleja en la exposición espacialmente ya que las fotos de la siguiente década están situadas en las salas del Museo del Cine, contiguo a la Usina. Son fotos de su época de fotorreportero en donde recorre el mundo, más distantes, que se agrupan por región o tema, acompañados por palabras del autor. En una sala sus retratos, magistrales: el filósofo Jean Paul Sartre con su pipa en el Pont des Arts en Paris, el pintor Magritte en su estudio, el escritor Samuel Beckett cuyos ojos celestes traspasan al observador, entre otros. Todos sabemos lo difícil que resultan los retratos, y hay aquí una muestra de grandes hombres y mujeres que vivieron junto a él retratados para la eternidad.

Domingo a orillas del río Marne.Francia, 1938 © Henri Cartier-Bresson. Magnum Photos (1)

El hilo conductor parece ser la propia historia del siglo XX, un hombre que camina junto a los acontecimientos con una cámara como único testigo. Cartier Bresson decía “la cámara es para mi un cuaderno de bocetos, un instrumento de la intuición y la espontaneidad, el maestro de la instantánea que, en términos visuales, pregunta y decide de forma simultánea.” Nadie como él describe mejor su trabajo: “Es por una economía de medios y, sobre todo, un olvido de sí mismo, que uno llega a la simplicidad de la expresión.”  Un fotógrafo que todavía influye en las generaciones actuales, una oportunidad ineludible de ver su producción en Buenos Aires.

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