Nota publicada online

lunes 28 de octubre, 2019
Guillermo Llacay en Elsi del Río
Frecuencia: adonde las moléculas se vuelven tramas
Catellani, Vanesa
por Vanesa Catellani
Guillermo Llacay en Elsi del Río

He creado una obra que tiende a generar su propio futuro. Ahí está la definición de tener un estilo, cuando la obra que has hecho se convierte en una condición objetiva de la obra que harás” Karl Andre.

Guillermo Llacay produce metódica y ordenadamente durante dos años para luego exhibir sus series, pero aún así, mantiene cierta frescura vibrante en sus obras que lo caracteriza. No escapan a su formación de arquitecto, pero están embuidas por una idiosincrasia de corte social y cierta calidez latina.

En su desarrollo creativo se evidencia un sistema procesual, en el cual  sí importa el resultado final tanto como el proceso minucioso en la búsqueda de  objetos preexistentes –herencias de Marcel Duchamp en cuanto  al uso de objetos comunes y ordinarios- recortes de revistas, planos, diarios, libros e ilustraciones antiguas. Trabaja en ocasiones cercano al minimalismo desde la observación de la realidad insertando formas geométricas que se enlazan y se repiten a modo de moléculas que diseñan tramas, observable en las obras pertenecientes a la Serie Peki.

Se vale del uso de la línea y pequeños planos de color para acentuar volúmenes. A través de la repetición de esos colores, planos y formas geométricas simples, provoca un estímulo intelectual en el espectador. Cada obra es una frecuencia, es un tiempo determinado específico que hace mirar al espectador a un fenómeno en particular.

La obra de Guillermo es un señalamiento en el tiempo presente, es una intersección entre lo viejo y lo nuevo, entre lo artesanal y lo industrial, entre lo clásico y lo moderno. Es a partir de su intervención sobre lo (pre) – creado que Guillermo refunda lo contemporáneo”  extraído del texto curatorial.

Su trabajo ondula vinculado al minimalismo y al arte conceptual ya que su obra participa en ambos movimientos, por ejemplo, en «Primera etapa» la cual presenta una geometría inacabada, para que ´un otro´ complete esta idea de volumen acabado. Para luego pasar a otras obras como «Lindante» en la que  pareciera buscar mediante pensamientos y bocetos, el núcleo de las figuras. 

La exposición Frecuencia en cuanto al  diseño de montaje se nos presenta a modo de archipiélago ordenado por conjuntos de obras/islas donde Llacay de-construye para reconstruir o dejar construir por el espectador.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

Frecuencia de Guillermo Llacay se puede ver en Elsi del Rio hasta el día 7 de Noviembre 

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