Nota publicada online
Cuando pensamos en dibujos en general los asociamos al papel, el lápiz o la carbonilla, al trazo y el grafismo sobre la hoja. Gerardo Feldstein, sin embargo, dibuja con alambres y hierro forjado.
Sus figuras, simples líneas de contorno, entre el dibujo plano y el objeto tridimensional, se recortan sobre planos de madera, sobre la pared o flotan en el aire, proyectando sus sombras sobre las paredes de la galería. En una confluencia de disciplinas e influencias, Feldstein se formó en ingeniería, artes plásticas, teatro y prácticas zen, surgen estas piezas que a través de su simplicidad apelan directamente a la complicidad con el espectador.
La obra de Feldstein está compuesta casi íntegramente por personajes anónimos, hombres sin rostro ni identidad, en situaciones que aparentan cotidianidad pero juegan con el absurdo. Dos hombres caminando y gateando por una cuerda floja, otro colgando del techo, otro forzado a entrar dentro de los márgenes del bastidor. Cada pieza de esta muestra pareciera querer apelar a una sensación común del hombre, la inestabilidad de lo cotidiano, la dificultad del día a día. Estas sensaciones no se proyectan en imágenes dramáticas, sino con giros humorísticos, no hay ironía ni sarcasmo, sino un velo de liviandad que atraviesa la obra de Feldstein. Tal vez una sugerencia acerca de cómo mantener el equilibrio sin caerse de la cuerda.
Junto con sus dibujos de hierro, y algunos dibujos sobre papel, el artista presentó una serie de esculturas de madera y resina, escaleras que terminan o se unen con extremidades humanas. Los hermanos calones, termina en ambos extremos en un par de pies y se une en el medio en un par de manos. El cuerpo, partes del cuerpo en realidad, se transforman en sostén del objeto, permitiéndole incluso realizar acciones humanas como colocar cemento con una espátula. Así sus individuos anónimos se ponen a la altura de los objetos que utilizan, se entrelazan y se transforman, potenciándose en nuevos cuerpos cuyas posibilidades exceden aquellas del cuerpo humano.
La muestra en su conjunto pareciera presentarse como un camino alternativo a la incertidumbre que hace años se ha transformado en parte integral de nuestras vidas. Ante la incertidumbre Feldstein propone humor y malabares, sus personajes cuelgan del techo, caminan sobre una cuerda, están atrapados dentro de un cuadro, pero son de hierro, y aunque se cayeran, jamás se romperían.
9 de noviembre al 16 de diciembre de 2011
dacil art gallery - Soria 5125 - Palermo Soho - Buenos Aires | TEL +5411.4832.1784