Nota publicada online

miércoles 2 de noviembre, 2022
El arte contemporáneo interroga a la modernidad
Desde Paris
por Américo Castilla
El arte contemporáneo interroga a la modernidad

El Museo de la Caza y la Naturaleza es uno de los más extraños museos de París. De hecho, de esa ciudad, mi favorito. La paradoja de rememorar un pasatiempo de la nobleza en épocas en que sus entretenimientos son socialmente repudiados: la caza de osos, jabalíes, zorros, ciervos, ocasionalmente patos, a perseguir en bosques y lagunas, por hombres lanzados a pie o a caballo con sus perros, es claramente de otra época, como lo es la vestimenta, sus protocolos, armas, o señuelos, para completar un cuadro sociológicamente alarmante.  En el apogeo de las colonias, amparados por elius dominativumo derecho de señorío, formulado por Santo Tomás de Aquino, sobre el siervo y la naturaleza en su conjunto, se someten los seres que de hecho o simbólicamente se ven como obstáculos a la fórmula “civilizatoria” de la modernidad/colonialidad. ¿Cuál es entonces el atractivo del museo, además de poner en escena ese drama con objetos estéticamente hermosos y aparentes buenos modales?

El atractivo no está sólo en admirar las colecciones de época, ciertamente atractivas y en algunos casos excepcionales, sino en la sistemática invitación a artistas contemporáneos que hace el museo, consciente de la fractura del paradigma y de la necesidad de poner en tensión a la colección. La artista holandesa Carolein Smit (1960) es en esta ocasión la encargada de exhibir sus personajes realizados en cerámica, gres y porcelana. En particular sus perros con collares que emulan los de metales preciosos pertenecientes a la colección del museo, con inscripciones de los nombres de sus propietarios nobles. O sus escenas de caza, donde no se disimula la crueldad de la muerte y el hombre/monstruo depredador siendo a su vez devorado por gusanos.  

Aquella confrontación entre hombre y naturaleza se traslada poéticamente a la interrogación que el arte contemporáneo de distintos artistas le formula a esa expresión de la modernidad que somete y pone a su disposición a los recursos y especies naturales.  Todo ello desplegado con elegancia en el Museo de la caza y la naturaleza, un petit hotel de la rue des Archives, en el hermoso barrio parisino del Marais.

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