Nota publicada online

jueves 26 de febrero, 2015
Eduardo Costa
Naturalezas
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Eduardo Costa

Después de exhibir en 2014 su muestra antológica más importante el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) en la que tuvimos la oportunidad  de recorrer las distintas etapas de su trayectoria artística: elhappening, el conceptualismo y la abstracción geométrica; presentó Naturalezas en Henrique Faría Galería de arte y, actualmente, está preparando 30 bicicletas de Duchamp para una muestra en Río de Janeiro.

¿Naturalezas o realismo pictórico? ¿Pintura o escultura?

Eduardo Costa (Buenos Aires, 1940) es considerado, en nuestro país e internacionalmente, uno de los pioneros del arte conceptual. Estuvo ligado a las vanguardias del Instituto Di Tella a mediados de los 60 y, un poco mas tarde, a la brasileña y la neoyorkina. Trabajó con los medios de comunicación, la moda y la información y, recién en los 90 se ocupó de la pintura pero, como no podía ser de otra manera, desde una perspectiva particularmente analítica, poniendo el foco en la percepción y el significado y trabajando los aspectos de índole cultural y psicológica que subyacen a las imágenes que nos rodean. Así surgieron sus primeras “pinturas volumétricas” que, dotadas de una tercera dimensión, navegan entre la pintura y la escultura ya que son formas “hechas de pintura”. Costa reproduce los frutos de manera absolutamente conceptual; primero le da forma a los carozos, después agrega la pulpa y la finalmente los recubre con la cáscara. 

Capa sobre capa de pintura acrílica, Eduardo Costa recorrió la historia del arte occidental. Primero fueron sus “naturalezas muertas” –frutas, floreros con flores y otros objetos- mas tarde -como los artistas Concretos y Madí- la geometría ganó el espacio para, finalmente, llegar a la abstracción absoluta. Sus cilindros, esferas y paralelepípedos derivaron en “monocromos expandidos” que no son otra cosa que fragmentos de la naturaleza misma.

Desde los años ochenta comenzó a interesarse por los fluidos humanos.“El semen tiene para mi un sentido profundo como alternativa a la explicación freudiana del contenido psicológico que se encuentra en la raíz de la pintura”,afirma el artista.“Según Freud, lo que el pintor hace es una simbolización del juego infantil del niño con sus propios excrementos; teoría que nunca comprendí. A mi entender, la pintura se relaciona con la simbolización del producto creativo del cuerpo humano y, en el caso del hombre, el semen es la expresión física dadora de vida por excelencia, como en el caso de la mujer lo es la leche materna.”

Homenaje a Albers
Cubo de bilis
Plano de sangre
 
       

En esta serie de los fluidos se observan distintos tratamientos y niveles simbólicos. A veces, los fluidos están  presentes en la obra y otros aparecen representados pictóricamente con técnicas novedosas creando un resultado visual único. El pequeño cuadro llamado Superficie de saliva, fue realizado batiendo la pintura con muy poco pigmento blanco de manera que pequeñas burbujas de aire quedaran atrapadas en el medio acrílico. Completan la serie el Cubo de bilis (verde)–fluido vital a la hora de digerir los alimentos e integrarlos al organismo a través de la sangre- y Superficie de sangre. La sangre es el fluido que representa la esencia del hombre y, que ha adquirido a lo largo de la historia, contenidos altamente simbólicos en todas las religiones; elemento imprescindible a la hora de los sacrificios ya que representa una fuerza dadora de vida que puede incluso nutrir y deleitar a los dioses.

Y, volvemos a la pregunta inicial: ¿Naturalezas o realismo pictórico? ¿Pintura o escultura?

La respuesta es: Pura materia humana.

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