Nota publicada online
Dolores Maiz Casas presentó su primer libro de obras: Cuadernos de viaje. La presentación se celebró en elYatch Club Argentino, un lugar rodeado de río y a la hora del crepúsculo.
Allí estuvieron las editoras, Renata Kándico y Gilda C. Azema; .... y Fabiana Barreda, artista y gestora quien acompañó el proceso.
Viajar, para ella, no es llegar a un lugar sino abrir el cuaderno.
La acuarela comienza ahí, en el leve temblor del papel cuando la mano apoya el pincel como quien roza la superficie del agua. En cada página guarda un horizonte: la pampa extendida como un suspiro sin bordes, el cauce del río dibujando curvas lentas; el salar de Uyuni, blanco y deslumbrante, donde la luz parece quedarse sin palabras.
Nada se fija del todo: la acuarela es una forma de estar de paso. El celeste se disuelve en el polvo, los ocres flotan sobre la distancia, una línea apenas sugiere la presencia de un monte lejano. Los colores no describen: insinúan. Se mueven como la memoria, mezclan cielo con tierra, agua con aire, hasta que el paisaje deja de ser un lugar y se vuelve una emoción que respira.
El cuaderno es su territorio portátil, un mapa sensible hecho de manchas suaves y silencios blancos. Cada página recuerda una tarde inmensa, un viento cruzado en la ruta, la quietud casi sagrada del salar cuando el sol cae sin apuro. Viajar es esto: dejar que el mundo atraviese el agua antes de volverse color, para volver, luego, no con fotografías sino con horizontes húmedos guardados entre dos tapas de papel.
Este viaje de Dolores Maiz Casas comenzó después del encierro de la pandemia; cuando pudo recuperar el horizonte. Viajó por la pampa, el río y la montaña y lo convirtió en libro. Un libro editado con amor y cuidado donde la la obra de Dolores, se ofrece con sus paisajes únicos y sutiles, recordándonos que cada representación es distinta y educa nuestra percepción visual.
En sus obras hay viento, hay silencio, hay una escucha paciente del paisaje que se filtra en el gesto y en el color. Pintar a plein air es aceptar lo imprevisible, dejar que el sol, las nubes o el polvo entren en la pintura y la vuelvan experiencia. Por eso esas imágenes de Dolores Maiz Casas suelen llevar algo vivo, una vibración que no se puede corregir del todo, como si el paisaje hubiera participado activamente en la obra y hubiera dejado su propia respiración sobre la superficie.
La caja de acuarelas y los pinceles de viaje están siempre en mi equipaje:
el delta, la montaña o la vastedad de la pampa son mis lugares recurrentes.
En este pequeño libro también hay algunas pinturas hechas en Bariloche
y en el salar de Uyuni, que pude visitar en la época de lluvias donde el
cielo y la tierra se funden en un espejo mágico.
Además, algunos bocetos hechos en el desierto de Atacama. Este proyecto
me ayuda a conciliar dos pasiones, la naturaleza y la pintura,
como todo en la vida compartido es mejor.
DMC
Editado y publicado por: LemonPunk - Ediciones en llamas.
Pinturas: Dolores Maíz Casas
Dirección editorial: Renata Kándico & Gilda C. Azema
Diseño gráfico: Renata Kándico
Laboratorio digital: Federico Vallejos
Producción gráfica: Gilda C. Azema
Libro publicado en Buenos Aires, Argentina, en Agosto 2025.
Impreso en Akian Gráfica sobre papel Natural Evolution White de 145g.
